Vacaciones casi terminadas, se puede decir. ¿Qué traigo, además del especial de
“Cine Vacacional”? algunas noticias muy lindas y felices para el blog que, como siempre me pasa, tienen que saberse en el período en que menos estoy escribiendo: las cortas vacaciones.
-La noticia número 1 tiene que ver con que el cartelito que puse del blog en la facultad finalmente dio resultado. Nos visitó un nuevo Sospechoso, aparentemente futuro colega, cuyo blog se titula
“El inútil”, que de inútil no tiene nada, y está plagado de críticas que pueden leer
aquí. Lo pueden visitar siempre quieran a partir de ahora desde nuestros links. Y hablando de links, agrego abajo del todo también a dos críticos de alto orden para que pasen a leer a gusto:
Andrés de “Cinematófilos” y
Hernán de “Planocenital”.
-La noticia número 2 tiene que ver con una grata sorpresa que Víctor Trujillo supo darme. Sin que lo esperara, me invitó a formar parte de
“Muchocine.net”, una completa y compleja comunidad de críticos que cuenta con no sé cuántos críticos que han escrito, entre todos, más de 9000 críticas de películas. Me enorgullece decir que 10 de ellas son mías y que pronto irán siendo más. Me parece un lindo lugar en el que se pueden ir juntando todas mis críticas de manera ordenada, a la vez que pueden ser comparadas con las de muchas otras personas que comparten la pasión cinematográfica. Pueden encontrar lo que ya está subido -fina selección, si se me permite agregar-
aquí.
-La noticia número 3 tiene que ver con el emergente re-diseño del blog
“Gianluca y su música”, del cual soy co-administrador, y que tiene para ustedes rarezas incontables y bellas y exóticas de la historia musical. Además, en algún que otro posteo, si encuentran algo que dice
“Joaquín Sabía”, estarán deleitándose (bueno, quizá no es para tanto) con una canción de mi autoría y del señor Gian. Disfruten.
En fin. Fueron tantas las películas que vi en un par de semanas de vacaciones que no sé como ordenarlas y contarles de ellas. Al principio pensé en hacer dos entregas ya que, considerando que pasé un tiempo vacacional en Buenos Aires y otro en el sur, podía dividir tranquilamente cada entrega respetando lo visto en cada lugar. Pero al final pensé que siempre es tan divertido conectar las películas, por más arbitrario que parezca; siempre todo estuvo conectado.
Es por eso que lo que decidí finalmente fue una división en tres categorías, donde el jugo está más arriba y, lógicamente, por ahí comenzaremos. Verán que el nombre a esta sección de películas le es apropiado:
“Comedia y para abajo”. El resto de las categorías y films en la segunda entrega (por ahí hacemos tres). Sus nombres? Aguarden y verán.

Como para no cortar con la continuidad temática que de alguna manera suele tener el blog, hace falta decir que en dejar
“Drillbit Taylor” afuera de las carteleras nacionales nuestros distribuidores vieron otro error. El film, cortesía de la ‘factoría Apatow’ (escrita por Seth Rogen, ni más ni menos), es prueba viviente de que es posible que esta gente tenga cuerda para rato. En principio una parodia a los vehículos de súperestrellas que inesperadamente terminan cuidando niños (recuerdo que en este género
“Un policía en el Kinder” con Schwartzenegger funcionaba, y me encantó
“Entrenando a papá” con The Rock), tiene como cualidad principal la viveza de contar con un protagonista que no fue nunca una ‘súperestrella’ en lo que implica el término: Owen Wilson. Wilson es más que adecuado para el papel de Drillbit, un hombre que pasa de vago sin dinero –las escenas que giran en torno a este asunto son sumamente cómicas- a trabajar como guardaespaldas de tres niños que acaban de comenzar la secundaria. La diferencia de
“Drillbit Taylor” con los films del género (si es que hay uno) no tiene que ver únicamente con el predominante lugar para la buena comedia y el manejo desenfrenado del lenguaje y violencia –algo común en la comedia de Apatow desde lo visto en
“Supercool” y
“Forgetting Sarah Marshall”, donde los personajes reciben sus palizas- sino con lo que Apatow extrañamente sabe hacer mejor: la sensibilidad de los personajes. Los tres chicos que protagonizan la historia (dos de ellos siguen siendo el gordo y el flaco; una suerte de Michael Cera y Jonah Hill más chiquitos...
Seth Rogen gente) no sólo están más desarrollados que la mayoría de los personajes de su tipo vistos en pantalla, también los une un vínculo de amistad muy fuerte; círculo que se completa con la llegada de Drillbit. Si el film falla levemente en el conflicto emocional obligado es por el joven Nate Hartley y su escasa habilidad para sostener el drama, pero el resto es genial y la ternura un poco exagerada de Wilson (que no es la de Sandler, pero sorprende) nunca desencaja, mucho menos al momento de enamorar a
Leslie Mann.
---8/10
El último film de David Wain, histórico comediante de la generación de Paul Rudd y amigo del actor, cuenta justamente con un protagónico de Rudd y Sean William Scott (
Stifler de “American Pie”, obvia referencia). Como
“Drillbit Taylor”,
“Role Models” tiene bastante de lo que indica su título: personas adultas tomadas como ejemplo. No por decisión propia, Scott y Rudd terminan pasando los días con dos chicos especiales pero de algún extraño modo divertidos: Ronnie (Bobb’e J. Thompson), un negrito que no para de maldecir; y Augie (Christopher Mintz-Plasse,
para algunos Fogel/McLovin). A diferencia de los chicos de
“Drillbit Taylor”, aquí el estereotipo vence al personaje, y las creaciones de los actores son meritorias pero nunca dejan de ser lo que sabemos que son (y lo que el film quiere que sean) y nada más. De estos estereotipos se sirven el director, su co-escritor Ken Marino y el mismo Paul Rudd para desarrollar las relaciones de los personajes. Quizá el mayor problema del film, que no tiene nada que ver con Judd Apatow (es decir, Apatow no participa en el mismo bajo ninguna función), es que quiere ser Apatow. Es innegable que los personajes principales son hombres que no han madurado del todo (ya lo hemos visto a Rudd, dirigido -oh- casualmente por Apatow, en el personaje de serio y sin motivación que aquí interpreta a la perfección;
y si estamos con eso, el Augie de Mintz-Plasse está derivado directamente de McLovin) y que necesitan de un cambio radical para hacerlo. Hemos visto la premisa, y sabemos como termina, pero Wain se salva del desastre por poner en la mesa mundos alternos (literalmente) muy originales y un final que nos roba el corazón, con esfuerzo. Risas no hay muchas, los personajes secundarios y la repetición de chistes nunca cobran vida y el conflicto emocional es una mera excusa...Que siempre es así, pero otros saben dónde colocarla y cómo hacerla funcionar.
---7/10
La ópera prima de Jason Reitman ya era un deleite visual, que tiene en común con
“Juno” (
aquí mi crítica) la comedia mordaz y la construcción de personajes memorables a partir de un centro que se roba el show. Lo que luego sería Ellen Page es lo que le tocó sortear a Aaron Eckhart. En su piel se inscribe Nick Naylor, lobbysta y portavoz de las tabacaleras norteamericanas; un hombre que, en sus palabras, representa lo que el mundo odia. Es fantástico verlo a Naylor, despiadadamente, explicar que toma un vuelo en clase turista por el simple hecho de poder encontrarse con alguien y convencerlo de fumar. No sólo está comprometido con su trabajo, sino que es el mejor; y él, su jefe (fenomenal J.K Simmons), un Capitán histórico del mundo del tabaco (Robert Duvall) y una bella periodista (Katie Holmes en su último papel antes del casamiento), entre otros, lo saben. Nick no tiene amigos, pero sí un hijo (un muy expresivo Cameron Bright), que también cree saber que su padre es el mejor, pero no entiende del todo su profesión. Y aquí volvemos al tema recurrente: los ejemplos, los modelos a seguir. Es Nick un buen ejemplo para su hijo? Decidan ustedes, pero les aseguro que
“Thank you for smoking” es un buen ejemplo de cine, con un guión de Reitman que dispara fuego (el hombre también podría haber escrito
“Juno”) y una galería de personajes y actores adecuados que contribuyen a un entretenido y cómico paseo.
---7/10
Ahora bien. Para poner las cosas claras desde el principio, allí en
“Thank you for smoking”, donde el protagonista no debería caernos bien, todo fluye: sus encuentros, su trabajo, su vida pública y privada. Tal es así que Nick Naylor termina cayéndonos bien. Aquí, en
“The Matador” de Richard Shepard, el protagonista tampoco es inicialmente agradable: un asesino profesional llamado Julian Noble (Pierce Brosnan). Mucho de noble no tiene el hombre, que también anda por la vida solo y deprimido; y gracias a la bebida es que conoce a Danny (Greg Kinnear), dedicado trabajador que está tratando de salir a flote con un negocio. Ya desde esa escena de encuentro se percibe algo: la película no fluye. El espacio que los encuentra y el discurso que los une parece demasiado calculado, y es por que lo es. Tanto que en una escena que se cree bien construida y que da lugar a la metáfora del título, se compara el trabajo de Julian con el de un torero. El contraste entre ambos personajes sorprende, de eso no hay duda, y hay escenas cómicas que Pierce Brosnan resuelve con solvencia, pero luego la cosa se cae –se va para abajo-, y en una reunión ‘familiar’ que da lugar a la tercera actuación convincente de la pieza (cortesía de Hope Davis), se intuye un dramatismo que parece estar allí por el simple hecho de que la comedia no va a ser suficiente. Al final del día, no es suficiente ni la comedia ni el drama: se salva la relación de una pareja protagónica dispareja que regala momentos cálidos (que no por eso verdaderos) en un film que Shepard no supo direccionar del todo y le costó sostener.
---6/10
Y para abajo nos fuimos se dijo.
“Amorosa Soledad”, de Martín Carranza y Victoria Galardi (única autora del guión), es un film que deprime más de lo que podría alegrar. Y lo hace justamente, si pensamos en que es un film de un personaje y de nadie más: la Soledad del título, que no sé si tiene mucho de amorosa.
Esbozo una pequeña teoría, si me dejan. Al final del día, y sé que esto es lógico, no hay mejor escritora para un personaje femenino que una mujer. En films como éste se puede ver claramente que por más oído que ciertos directores/escritores tengan para la construcción femenina (nunca olvido como juega con eso
“Mejor Imposible” de James L. Brooks), un guión 100% femenino es insuperable en ese aspecto. Después de todo, Woody Allen no ha hecho mucho más que retratarse a él mismo (o alguno de sus ‘yo’) en varios personajes femeninos; este hecho es mucho más evidente en las películas en las que no participa como actor y hasta lamentable y vergonzoso en cosas como
“Vicky Cristina Barcelona” (mi amiga Marina me la hizo ver desde otro lado, pero ahora que pienso esto se me vuelve hacer difícil tragarla). Al ver
“Amorosa Soledad” en lo primero que pensé fue en
“Juno” (y sí, también se hace difícil dejar de mencionar una película que uno vio cinco veces en un año). Escrita por Diablo Cody, la película es mejor que nuestra película nacional porque su historia es más desafiante e interesante y porque se preocupa un poco más por el resto de los personajes, pero su criatura principal sigue siendo la más desarrollada, y es a través de sus ojos que vemos el mundo. Esta es la primera relación que establezco con
“Amorosa Soledad”, siendo la segunda que ambas cuentan con una presencia femenina imponente e impresionante, allá
Ellen Page –el otro día vi
“An American Crime”; sin palabras-, aquí
Inés Efrón. La composición de Efrón es espectacular porque también habla por los codos, combinándolo con más silencio y meditaciones de las que la niña embarazada tenía; pero no cae bastante bien. Es como si Soledad hablara por hablar; no parece nunca tener nada relevante para decir, y su vida se basa en indecisiones y planteos y re-planteos constantes...Todo un discurso construido, fabricado para la vida diaria. Esto no es más que un elogio para el film, que transmite tan intensamente su criatura humana mediante un guión “de hierro” (es lo que creo del trabajo de Galardi) y nos regala un mundo reflejado enteramente a través de esos dos ojos. Por mí, el resto de los personajes podrían no existir, porque en la corta duración del film (con estética, argumento y trama derivados del último Nuevo Cine Argentino –yo lo digo por convencionalismo nada más; ¿al final sigue existiendo eso?- aunque quizá con música e imagen un poco más cuidada y comercial, al estilo
“Motivos para no enamorarse”) aprendí a querer a Soledad con sus virtudes y defectos.
Esto por favor créanmelo: lo que les parezca la película va a depender de lo que les parezca el personaje.---7/10
Rutina diaria pura. Aburrida, lenta, repetitiva, muy poco motivante. Ese es en principio el mundo de
“Whisky”, film uruguayo de Pablo Stoll y el fallecido Juan Pablo Rebella. Nadie dijo que la rutina tenía que ser aburrida, pero el modo en que la cámara nos muestra la vida de Jacobo (Andrés Plazos) no da a entender otra cosa. Hasta llega a parecer un estudio de la vida laboral de un hombre, cuasi-documental, con planos fijos y repetidos (pero filmados en días diferentes) de la disposición laboral de una fábrica de medias. Jacobo abre, Marta (Mirella Pascual) lo está esperando; entran juntos, prenden las luces, cada uno se va a su puesto de trabajo; Jacobo hace cuentas, Marta le trae un te; llega el resto del staff: tres empleadas que trabajan en las medias. “Hasta mañana si Dios quiere”, las saluda Marta, le dice lo mismo a Jacobo y final del día. No vemos más que eso, y nos hacemos la idea de que Jacobo es un viejo amargo (no conocemos más que su poca sociabilidad en el área laboral) hasta que irrumpe una presencia familiar, uno de esos terceros que son capaces de amenazar la paz, por más que la paz sea aburrida y repetitiva. Esa persona es Herman (Jorge Bolani), hermano de Jacobo. Y hasta ahí lo dejo yo. Porque hay una subtrama que tiene que ver con la familia, que me resultó poco interesante; unas decisiones apresuradas y sorprendentes para el espectador que son tomadas para recibir al hermano; un viaje inesperado típico del último cine latinoamericano y una despedida. ¿Película de personajes? No, pero sí de buenas actuaciones. ¿Retrato de soledad? No tanto, porque el film es demasiado insistente en relacionar a Jacobo con el resto de los personajes, e importa mucho cómo estos lo ven a él; además, lo interesante es también que él nunca dice nada, ni sobre él ni el resto. Me quedo con la idea de la rutina, de la paz (que no es paz) quebrantada, para bien o para mal. Como siempre en este tipo de cine, al final no tendremos ninguna respuesta, por eso considero entretenido y emocionante pensar que verla aportó más que menos. Por eso uno elige ejes y perspectivas de análisis a partir de lo que le sugieren las imágenes; y eso también siempre es algo destacable en un film: que las imágenes sugieran cosas...Y no hablo de imágenes espectaculares como las del último film de Peter Jackson. Hablo, literalmente, de una mujer fea mirándose al espejo; o de esas simples imágenes que nos sacan por la vida haciéndonos decir ‘whisky’.
---7/10PD: Estuvimos hablando de actrices jóvenes y talentosas con unos amigos ayer. Ya dejemos afuera a Kristen por un rato, y cuéntenme en la encuesta quien les parece la más linda...A las mujeres que leen les preparo una con hombres la próxima, a ver si se animan.SALUDOS SOSPECHOSOS!