Saturday 12 December 2009

Palpitando el fin de año: mini-críticas, cosas pendientes y deudas eternas que aquí todavía no serán saldadas

Estoy de vacaciones. ¿Saben lo que significa eso? No, está bien, yo tampoco, pero lo estoy empezando a saborear. Y es que no son sólo vacaciones estos días; es la dulce espera de las fiestas, pongamos o no un arbolito de navidad. Es la vuelta a casa, el tiempo en familia y, en el ámbito cinematográfico, el conteo final. Pronto vienen las listas de “lo mejor” y “lo peor” del 2009 en todos lados, pronto vienen las predicciones a los premios más importantes de Hollywood y hasta las mismas entregas de estos. Aquí estamos muy emocionados, pero más allá de todo, y como siempre dejamos cosas pendientes, quería regalarles un post loco y desordenado con varias cosas que vi en el año de las que todavía no saben, algunos comentarios diversos y la promesa eterna de lo que viene. No se asusten; creo que este tipo de posts es lo que más se viene leyendo últimamente aquí.

El otro día, por ejemplo, así nomás, vi una de las mejores películas del año. Siempre es toda una experiencia ir al Arteplex solo. Son menos de diez personas en la sala: adelante tuyo hay viejitos que van al cine a reencontrar su amor y se besan cada tanto, por lo tanto se escucha un “muack”; atrás tuyo hay viejitas que además de llegar tarde a la película se la pasan comentándola, generando varias molestias; y hay a mi lado un típico cinéfilo que las calla con “shhh” y con “por favor” cada dos minutos. Le doy la razón: “Goodbye Solo” es un film que merece ser visto en silencio, y el Arteplex es una de las pocas salas que se anima a regalarnos su estreno. Delicado, precioso y humano. Creo que son tres palabras que definen el cine de Ramin Bahrani, director americano independiente con tres películas en su haber y de quien ya había visto “Chop Shop”, el relato de un niño y su hermana sobreviviendo en un taller de autos en Queens. Si bien este nuevo film cambia de escenario, casi no importa pues Bahrani no cambia la esencia de su trabajo. Delicado porque dentro de su simpleza se esconde un trabajo importantísimo. Otra vez trabajando con pocos actores, otra vez filmando en relativamente pocos lugares. Los planos, siempre muy austeros y naturales, están generalmente al servicio del trabajo de los intérpretes, que son dos: Red West y Souleymane Sy Savane. Souleymane es el Solo del título, y es un taxista a quien William (West) le pide que lo lleve a Blowing Rock, una alta montaña en la que, nos enteramos más tarde, nieva hacia arriba. El film de Barahni es precioso porque comprende y refleja lo más íntimo del ser; esa cosa que llamamos alma y que en algunas personas –como es el caso de Solo- siempre sale a la vista. La sonrisa constante, la intención de ayudar y el respeto por su familia y por William, hacen de Solo uno de los personajes más bondadosos del año. Y eso es humano. Porque el cine de Barahni no incluye decisiones forzadas, momentos culminantes o excesivamente dramáticos. Su edición es cruda, pura, humana como sus criaturas que luchan por seguir luchando y, en este caso particular (cuando vean la película podrán interpretar), porque algún otro pueda seguir luchando un poco más. Y es que aunque haya una fecha límite en la que William se tiene que ir y aunque oigamos discusiones y peleas que parecen definitivas, “Goodbye Solo” es una película sin tiempo, como “Chop Shop”; una película que empieza empezada (un plano de Solo y William en un taxi que irrumpe de repente, con el sonido de la calle y la oscuridad de la noche), y que termina empezando (un plano de un paisaje hermoso que ve un auto alejándose). Todos tenemos deseos. Por ahí muchos, por ahí uno. Que logremos cumplirlos no significa que termina nuestro camino. Mucho menos el del resto.
---9/10

Después hay deseos más simples, más infantiles e inmediatos; dramáticos y llenos de sentido porque así viven las cosas los niños. “Son of Rambow” habla de esos deseos, atravesados por un fuerte emprendimiento cinematográfico infantil (que también es un deseo): hacer una película de guerra tipo “Rambo”. Los protagonistas son dos, y sus actuaciones brillantes cargan con el film: Will (Bill Milner) y Lee Carter (Will Poulter, un poquito superior). Se conocen en la escuela en circunstancias peculiares y también en el mismo tipo de circunstancias van llegando a la idea de trabajar juntos en el proyecto/película, que termina no sólo ocupando todo su tiempo sino también el de un importante número de compañeros de la primaria que sirven de secta a un estudiante francés (Jules Sitruk) que ha venido de intercambio. Hay una idea clara, en principio, de contraste libertad/encierro, ya que Will es de familia fuertemente religiosa y Lee Carter es un desastre, vive con su hermano, trabaja y no le importa mucho el colegio. Desde este lado, es como que Will vendría a “liberarse” al conocer a Lee Carter. Pero no es tan así. De hecho, las familias de ambos chicos están planteadas como un encierro (la de Will desde lo religioso, casi una prisión en la que lo quieren meter; la de Lee Carter desde lo estricto, con su hermano tratándolo como trapo de piso) y es el aire libre el que les da respiro, escenario para hacer una película y para construir aquella cosa llamada ‘amistad’. El campo de batalla entonces es total: los dos chicos discuten las ideas, las filman con la cámara y, como en el mejor cine casero o independiente, hasta dejan la cámara filmando y el espectador puede ver como una pelea entre ambos luego podría formar parte de un metraje final. Operan como realizadores, se designan funciones y horarios; hacen promesas de sangre y las conversaciones que tienen y las situaciones que viven son sumamente palpables. El oído y el ojo del director Garth Jennings en lo que respecta a la amistad es envidiable. Es envidiable también que haya podido darle al cine un lugar tan importante en una “película dentro de una película” en la que no siempre estamos seguros de qué es ficción y que es realidad. Inteligente, sin duda alguna; y cálida, a comparación de muchos productos –de cualquier género- ingleses que tienen una frialdad que descoloca. De lo que si no quedan dudas luego de ver la película, y a modo de explicación y/o conclusión si se encuentran con dudas para describirla, es de lo siguiente: el cine salva...y cómo.
---9/10

No todas las amistades son tan inocentes como las que forjan los niños. La vida nos pone a veces frente a ciertas personas y tenemos que lidiar con lo que nos toca: porque lo elegimos, porque no nos queda otra opción o porque tenemos dignidad, creo. No es lo mismo hacer algo con ganas porque aceptamos y entendemos que no tenemos alternativa, que hacer algo con responsabilidad (sí, también ganas) y hasta orgullo porque tenemos dignidad; porque somos honorables. Entre este debate vive el estado de ánimo de “In Bruges”, de Martin McDonagh. Es una muy buena película, muy sólida y engañosa, bien escrita por su director y correctamente interpretada por actores que no estamos acostumbrados a ver juntos. Es una película sobria, que no toma riesgo alguno y sin embargo nos hace sentir el riesgo que viven sus personajes. Ken (Brendan Gleeson) y Ray (Colin Farrell) están atrapados, estancados en Brujas, Bélgica. Hay un trabajo que están esperando hacer y una llamada que lo dictará, porque me olvidaba...son asesinos. La repetición como recurso y elemento clave del desarrollo tiene que ver con que Ken, que es un poco más grande y formal, quiere recorrer la aparentemente hermosa Brujas (la Brujas turística); mientras que Ray, joven y desesperado, quiere tomar bastante cerveza y hacer el trabajo que los trajo allí para luego volver a Londres. Es una zona de riesgo, si consideramos que tienen que estar pendientes del hotel y del teléfono porque un tal Harry -que no sabemos quien es- va a llamar y va a dar las instrucciones y si consideramos la repetición. Son varios días que los protagonistas salen a recorrer, y esta situación turística que siempre tiene el mismo aporte de Ken y el mismo rechazo de Ray va dando lugar a otras cosas; abre el campo desde lo dramático para la relación entre dos personajes que en principio no parecen tener mucho de qué hablar, e ilumina elementos del pasado que son esenciales para la trama y que van revelando a su vez otras cuestiones. Una vez que conocemos los tormentos de los personajes, los entendemos más, y la monótona Brujas se transforma en un parque de diversiones, donde hay lugar para la acción improvisada, encuentros filosóficos disparatados, persecuciones, una “película dentro de una película” que es fundamental y hasta una trama semi-romántica. Les cuento yo que todo este parque de diversiones está enmarcado en la comedia más negra, que no es la más jovial de todas. Y sin embargo es rarísimo porque lo que pasa es que nos reímos, pero también se nos contagia una enorme depresión que vive en los personajes y que tiene que ver con ese debate inicial. La dignidad, la caballerosidad, el honor...son cualidades que no se ven mucho hoy en día en los hombres. “In Bruges” es un film actual...véanlo si tienen ganas de rescatar el honor. NOTA: Ralph Fiennes tiene un papel pequeño...Yo lo considero un actor excepcional, pero a veces me parece tan básico y flojo lo que hace.
---8/10

Es así. Nos toca estar con ciertas personas con las que nunca hablamos porque a veces las cosas se dan así. En un corto período de licencia de la guerra de Irak, los soldados Cheaver (Tim Robbins), Colee (Rachel McAdams) y T.K. (Michael Peña) terminan viajando juntos a sus respectivos lugares de destino, que en el caso de Colee y T.K. no son sus casas, y en el caso de Cheaver, es su hogar con su mujer y hijo después de mucho tiempo. “The Lucky Ones”, dirigida por Neil Burger y con guión original de Burger y Dirk Wittenborn, no es una película DE LA guerra; es una película DE GENTE DE LA guerra. Gente que está volviendo, gente que estuvo allá y que no sabe exactamente que hacer acá. Algunos incluso no saben si saben, pueden o quieren hacer algo diferente a lo que hacen allá. Es muy fuerte (lo que hacen, lo que viven), pero aparentemente no genera odio. Hay un pasaje simbólico de los tres en el auto (un auto rojo que se vuelve un personaje más) cruzándose con otro auto de musulmanes. Se pone todo en cámara lenta y las miradas se penetran. Es un comentario! Sí, y después en una fiesta a la que los soldados van pasa algo similar. Pero que se comente acerca de la guerra y que se juegue con el recurso de que los soldados dan las gracias a las personas y éstas responden “gracias a ustedes”, no significa que esta sea una peliculita más de comentario sobre la guerra. De hecho, no es una película más. Es una suerte de ‘road movie’ en todo caso más sentimental que política, con personajes bien definidos y con diálogos que los unen y los enfrentan dentro de la travesía. Es más, hasta quiero agregar que es tan fuerte la guerra que afecta su manera de relacionarse y se puede ver: en una escena en la que Colee es insultada por unas chicas jóvenes en un pub; en un momento en el que Cheaver cree que su familia va a recibirlo de una manera y no se da así; en el momento en que el mismo Cheaver tiene un interesante encuentro con una rubia; en la tensión sexual que se percibe todo el tiempo entre T.K. y Colee, y que –gracias Neil Burger- se vuelve casi romántica y tierna. “The Lucky Ones” es un film complejo y no le podemos pedir que deje de lado a la guerra si sus criaturas están atravesadas por ella. Piensen eso cuando vean la película, o si la vuelven a ver. En el lado positivo, está la mejor actuación de la carrera de McAdams, que aunque transmite una actitud masculina, ignorante e inocente, deja resto para una vulnerabilidad y una belleza que no puede ocultar y que sabemos que sigue allí. Su Colee no para de hablar y de llamar la atención, robándose cada escena de la que forma parte. McAdams es incluso cómica, porque el film lo es y Robbins y Peña la acompañan correctamente en este aspecto. No podemos obviar grandes, bellos momentos construidos, entre los cuales destaco un choque con rompimiento de vidrio, la cura de una herida, y la aparición de un tornado (como tarea, localicen los momentos y luego me cuentan). Sin embargo, tampoco podemos disculpar ciertas ‘conveniencias’ de la trama en un film que se presenta como totalmente transparente; y una música de Rolfe Kent que parece sacada de serie de televisión playera adolescente. Las licencias tomadas por la trama son perdonadas, al menos por este espectador, pues conducen a buen puerto; la conclusión de cada historia es justa, y con eso también basta. De la fábula colorinche “ilusionista” (aquí mi crítica) pero no mala a esta aventura, hay para Burger un avance importantísimo. Creo que siempre es mejor si nos dedicamos a las personas tal cual son, las abarcamos completamente y no les mentimos ni a ellas ni al espectador que las va a conocer. “The Lucky Ones” hace todo eso, y lo supera...con creces.
---8/10

La promesa eterna de lo que viene, para finalizar, es lo que viene...que vendrá, próximamente, este mes...no lo duden.
-Un especial de mini-críticas: "Te veo porque te quiero"
-La lista de Castelli
-Toco y me voy, con la emisión de "American Graffiti"
-La petición (implícita) de Nico Ledezma: la argentina "Fantasma de Buenos Aires"

Saludos Sospechosos!

4 comments:

Jose Barriga said...

Aun no leo una crítica negativa hacia “Goodbye Solo” lo cual representa la notoriedad del film. A mi es una película que me encanto de principio a fin y que finalazo –indescriptible ese ultimo viaje, también la califique con un merecidísimo 9. Una de las mejores 10 películas del año. “Son of Rambow” me parece una película tierna y encantadora, tengo gratos recuerdos de su visionado. Un gran homenaje al cine de aficionado. “In Bruges” es una deliciosa acides, negra…. La clase de comedia que me encanta, pero yo mi inclino por la actuación Farrell –excepcional. Aun no veo “The Lucky Ones” y la verdad no me apetece mucho, prometo verla hacerlo en un futuro. Un excelente plato de reseñas con excelentes películas. Un Saludo y feliz resto de semana.

Dr. Quatermass said...

Son of Rambow me pareció graciosa pero lejos de las grandes críticas que leí. Saludos!

Pablo Martinez said...

Pronto estaré viendo "Goodbye Solo", y las demás no me apetecen mucho al lado de lo que tengo en vista para ver en lo que queda del año...

Saludos!! Buenas reseñas!

Te espero comentando en mi crítica de "The Soloist" :D

PM

ElChapa said...

Jose Barriga: Que suerte que llegué a verla antes que cerrara el año. "Goodbye Solo" es una maravilla, y no he leído casi ninguna crítica, pero se puede percibir. Es algo que no admite muchas dudas ni reparos. Vamos a ver si la encontramos en los top 10 de fin de año! Salteo las del medio porque estamos de acuerdo. Lo que sí te pido es que cuando puedas veas "The Lucky Ones"...creo que te vas a encontrar con una linda sorpresa.

Dr. Quatermass: Graciosa...Graciosa es un adjetivo que le podemos dar, sí. Pero tiene otros méritos...aunque tampoco leí muchas críticas, así que no sé si serán "grandes" como dicen.

Pablo: Espero ver tu crítica de "Goodbye Solo" entonces...vos sos un tipo que cumple.

Saludos Sospechosos!