Wednesday 25 March 2009

¿Ustedes qué creen?


El título corresponde al final de la crítica que veremos hoy, pero pensemos, por los acontecimientos que se nos presentan estos días, que no. Hoy comienza el BAFICI (aquí está lo que escribí sobre el festival el año pasado). Es muy emocionante y frustrante a la vez porque uno, habiendo vivido ya la experiencia, decide tomar las precauciones necesarias para lograr el máximo disfrute posible; y aún así no sale del todo ganando. Leí algunas cosas, me la jugué por algunas películas y fui a comprar entradas para una mezcla entre lo arriesgado y lo seguro (que no por eso es menos arriesgado). Ya con las entradas en mis manos, por todos lados aparecieron recomendaciones de cosas que ni había escuchado y de algunas otras que había (por alguna razón) pasado por alto. Sin embargo, veré más películas que el año pasado y supongo será una buena experiencia. ¿Ustedes que creen (del BAFICI y de todo esto, claro)?

También leía el otro día el dossier que le dedicó El Amante a las series televisivas y justo pasé por al lado de un cartel en el subte que anunciaba la transmisión de una serie que quiero ver hace cuatro años. “Six Feet Under” puede verse por I-Sat los domingos a las 24 hs; yo lo considero un gran horario y el primer capítulo estuvo genial, pero no pasa nada si arrancan por el segundo. ¿Ustedes qué creen?

En cuanto a Julio Chávez, “El otro” es la última película de su trilogía del silencio, y la traigo hoy aquí para ustedes. El viernes les regalo la crítica de “Música en espera”, una grata sorpresa que deberían ir a ver a cualquier sala de cine cercana.

La crítica de “El otro”, a continuación.

“El otro”

Estoy pensando que quizá "Cordero de Dios" y "La mujer sin cabeza" (aquí algo que escribí), dos de las películas argentinas más importantes del año pasado, pueden haber sacado algo de inspiración de "El otro", el relato de desesperación y soledad del escritor/director Ariel Rotter. La búsqueda visual, con cámaras fijas acentuadas y bien encuadradas que encierran memorables planos, la aparente 'nada' de los eventos que se desarrollan (usualmente confundido con el término 'aburrido'), hablan bien de Rotter -en términos de un realizador con algo que decir- y recuerdan a los films previamente mencionados.

Pero la búsqueda visual aquí es más clara que en "Cordero de Dios" y la situación que conlleva a la 'travesía' del protagonista, Juan (Chávez), está menos especificada que en "La mujer sin cabeza". En ambos aspectos, "El otro" parece ser una película más arriesgada; una obra que parece menos dispuesta a ayudar al espectador a resolver sus misterios. Y cuando digo 'travesía' no me refiero sólo al viaje que vemos que Juan hace en la pantalla sino también al que está viviendo dentro de sí; sin olvidar una travesía para los sentidos del espectador...Un viaje en el que estamos obligados a pensar.

De repente Juan, un abogado en apariencia tranquilo, parece escapar del confort de su vida diaria. Descubre que su mujer está embarazada, llega a su casa y lo vemos contemplando los pies de su mujer (una imagen que es recurrente a lo largo del film); luego visita a su padre enfermo (Osvaldo Bonet) y le dice que no estará con él al día siguiente debido a un viaje de negocios. Cuando lo vemos a Juan en el autobús antes de partir, está sudando y parece cansado. Si prestan atención, podrían concluir que está asustado.

Y la travesía comienza. ¿Por qué? ¿Cómo es posible? ¿Hay algo más que noticias repentinas? Con el accidente de auto sufrido por Vero (María Onetto, que también interpreta un pequeño papel aquí), Lucrecia Martel lo hacía más fácil para el espectador, entregando algo/algún lugar preciso del cual partir, y mostrándonos el círculo privado de gente de la protagonista. De Juan no sabemos nada, y es crédito de Rotter que sigamos las acciones de este aburrido individuo con mucho interés por más de una hora.

Nunca estuve muy seguro de a dónde fue Juan para su viaje de negocios, pero la película no quiere que sepamos acerca de ese lugar y su gente en particular. Lo único que la película quiere de ese lugar es que aparezca casi desierto y que tenga algo lo suficientemente atrayente para que Juan decida quedarse por más de un día. El resto es improvisación, o podría ser todo un sueño. Muertes repentinas convenientes, bellas e improbables mujeres, dos o más hoteles (también casi desiertos), Juan caminando en la oscura noche con su traje negro: su miedo, el nuestro. La mañana: paz.

Con este protagónico, Julio Chávez completa la "trilogía del silencio" comenzada con "Extraño" (mi crítica) y "El custodio" (mi crítica). Muy lejos de los objetivos pretenciosos del primer film, y con mucho más lugar para hablar que en el segundo, Chávez encuentra en Juan un balance natural y lo explota logrando la mejor actuación de las tres. Algunos elementos son los mismos (nunca sabemos quien es el hombre, cuales son sus intenciones y, por supuesto, el silencio), pero el concepto del director está mejor redondeado que en los mundos previos y el trabajo del actor lo saca a relucir.

Nunca olvidemos que el cine es muchas cosas, y hacernos pensar no puede ser algo para subestimar. Cuando Juan está completamente solo en un funeral, sin saber exactamente por qué está allí; cuando está parado mirando el ataúd en su traje negro, pensé en un capítulo de "El extranjero", de Albert Camus. Allí, el protagonista expresaba sus pensamientos internos de cómo se sentía en una situación similar.

Creo que Juan estaba diciendo esas mismas cosas, o tal vez no. ¿Ustedes qué creen?

---8/10

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