Monday 31 March 2008

Nueva sección: Peticiones

Hace tiempo venía con ganas de inaugurar esta nueva sección. Pasa que es una sección que va a aparecer cuando deba. Cómo explico esto? Primero, diciéndoles de que se trata. Hay mucha gente que comparte el amor por el cine que tengo yo y que expresamos en este blog y, por lo tanto, de vez en cuando me recomienda o me pide que vea películas. Yo, aunque ellos no lo sepan, las anoto todas; pero no salgo corriendo a buscarlas.

No es por falta de respeto alguna, sino por el mismo (y esto puede parecer contradictorio) amor por el cine. Como disfruto de ‘el cine’ en sí, y es algo que el Matsan me reprocha mucho y que traté de explicar alguna vez en una “pequeña reflexión”, no apuro mi tiempo para ver ninguna película. He querido muchas veces hacer listas de películas para ver y al final me he rendido; he comprado películas que todavía no he visto. A mí el cine me llega como me llega, cuando me llega; y si no me llega lo sigo esperando…Jamás he visto “Pulp Fiction”, y, pidiendo disculpas a los cinéfilos, hasta yo sé el delito que eso implica.

Podría hablar de esta teoría o filosofía personal por un largo rato, pero quiero comenzar con la nueva sección. Ahora que tienen la introducción previa, les cuento que el otro día en el video se dio la oportunidad de alquilar “Mr. Brooks”. Yo recordé que mi amiga Rocío Barreiro me la había recomendado, y la alquilamos; lamentablemente no me pareció buena, pero tampoco mala. Puede llegar a tardar, pero todas las películas que alguna vez me han pedido ver, las voy a ver. Ésta es la primera para esta especial sección, y es para Ro.

La crítica de “Mr. Brooks”, a continuación.

“Mr. Brooks”

Esta no es una mala película con una buena idea que se queda a mitad de camino; ésta es una buena idea que está bien desarrollada pero falla al manejar cada detalles. Si vas a lidiar con algo tan complejo como la idea principal de “Mr. Brooks”, hay que mantener la complejidad hasta el final. El film, dirigido por Bruce A. Evans y escrito por Raynold Gideon (“Stand by Me”) y Evans, lucha entre la complejidad y la simplicidad durante toda su duración.

Luego de que conocemos a Mr. Brooks (Kevin Coster) y lo vemos matar; lo que involucra sacar fotos de las personas que mata y quemarlas después parándose desnudo y rezándole a Dios, no hay duda de que la historia contiene temas pesados. “Sos un artista”, dice una voz mirando las fotografías. Este es Marshall, el alter ego de Mr. Brooks, interpretado por William Hurt con una cantidad de maldad que está siempre al borde de la exageración pero nunca la alcanza. Un alter ego…temas pesados.

Revelar algo más de la trama sería injusto para el espectador, pero también sería injusto no expresar mis quejas. Por ejemplo, ¿es posible que el tiempo siempre se detenga cuando alguien está hablando con su propia conciencia? El alter ego (llamémosle Marshall) es uno de los puntos más altos del film, porque se mueve casi exactamente como Mr. Brooks y parece saber todo lo que va a ocurrir.

Sin embargo, las discusiones de Marshall con Mr. Brooks son demasiadas y nos perdemos la experiencia de ver a Mr. Brooks tratando de dar excusas por hablarse a sí mismo. Aquí la película escoge la salida más fácil y desarrolla el siguiente mecanismo: parar automáticamente el tiempo siempre que Marshall y Mr. Brooks están hablando.

Otro caso. No todos los personajes están completamente desarrollados, pero el guión es tan fiel a los que si lo están que podemos predecir sus acciones y adivinar preguntas acertadamente antes que la película presente respuestas para nosotros. En este aspecto, tengo que felicitarr a Gideon y a Evans, porque incluso cuando se conforman con mecanismos fáciles, en cada pequeño momento lleno de tensión en el que podrían elegir la salida fácil, no lo hacen. Pero decepcionan nuevamente cuando tienen oportunidades de crear una gran escena hablada, y sorpresivamente la saltean; llenándola de acercamientos y música (presten atención a la ‘escena del interrogatorio’). Nos hemos dado cuenta que son buenos con las palabras; ¿por qué no sacar ventaja de ello?

Como se darán cuenta, “Mr. Brooks” está llena de contradicciones, y no estoy tratando de ser conformista pero eso podría ser algo bueno porque significaría estar siguiendo la naturaleza de su personaje principal que es, más que nada, una total contradicción; y de este modo Evans estaría aferrándose a su mayor logro: la fidelidad hacia sus personajes.

Si eso no es suficiente; aún siendo regular, “Mr. Brooks” sobrepasa a thrillers recientes similares como “Descarrilados” (aquí crítica) y muestra la mejor actuación de Kevin Costner en esta década luego de su perfecto trabajo en “The Upside of Anger”. Es realmente difícil imaginar a otra persona para el papel, es difícil olvidar el personaje que crea luego de terminada la película y lo interpreta, a diferencia de lo que podrían pensar, como un hombre con verdadero odio adentro; como un hombre que, por afuera, no parece tan normal si echamos un buen vistazo.

No encontré manera de mencionarlos porque significaría revelar detalles de la trama, pero en el departamento de actores el comediante Dane Cook entrega una interpretación que no deja nada que desear y la joven y hermosa Danielle Panabaker (de “Sky High”, aquí crítica) sigue mostrando promesa; Demi Moore entra con fuerza en su primer rol importande desde la secuela de “Los ángeles de Charlie”, y para los verdaderos fans de “CSI” (no soy uno, pero sé), tienen a Catherine.

---6/10

PD: Gran éxito con la última encuesta! Me alegra mucho y, personalmente, yo también hubiése votado a Morgan Freeman. No es que no me guste Denzel, pero hay algo de Freeman que es superior...Interesante que nadie votó por la opción de "no me gustan los dos". Me parece que pondré otro duelo de titanes. Saludos...

Friday 28 March 2008

Lo que está pasando ahora

Empecé la universidad…Sí, ya no estoy, oficialmente, ‘al pedo’, lo que tiene sus ventajas y desventajas. Las primeras? Actividad constante, no tener que inventarse ocupaciones (?). Las últimas? Menos horas de sueño, menos tiempo para, por ejemplo, escribir críticas. Pero no se preocupen, seguiremos aquí.

Qué pasó en mi primer día de clase? Tuve “Introducción a la Sociedad y el Estado”, que fue también como una ‘introducción al CBC’, con alumnos entrando y hablando de centros de estudiantes, la profesora explicando que si sentamos el culo y ponemos la vista en los libros no nos puede ir mal, y alguna que otra cosa de los caudillos y los terratenientes de la argentina antes de 1880; antes de que se conformara el Estado Nación Moderno, antes de Perón, antes de Kirchner, antes de los cacerolazos que escuchaba caminando por la calle mientras me dirigía a mi casa por la noche. Amo Buenos Aires.
Pero no se pierdan, esto no es ‘lo que está pasando ahora’; lo que verdaderamente está pasando ahora es lo que Paul Hagáis muestra en su cine. Pueden revisar un poco de esto en la crítica de “Crash” más abajo; hoy, un film que se está por estrenar en nuestro país como “La conspiración” y yo soy tan bueno que les regalo la crítica antes. Por qué? Porque es un film maravilloso.

La crítica de “In the Valley of Elah”, a continuación.

“In the Valley of Elah”

Habiendo visto las dos piezas de Paul Haggis como director, puedo decir que está creando un legado que es estrictamente americano. Quizá es un legado corto, pero con suerte continuará durante su carrera como director y será debidamente apreciado. Disculpen si hago generalizaciones o predicciones pues no sé de que se trata el próximo proyecto de Haggis, pero americano o no, me arriesgaría a decir que estará relacionado con el presente.

No hagamos chistes: tanto “Crash” como “In the Valley of Elah” son films acerca de cosas que están pasando ahora mismo; films que tratan de retratar el mundo en el que vivimos, como lo estamos viviendo, y lo hacen con coraje. Aquí Haggis no trata de cubrir sus huellas para ser ‘políticamente correcto’, así que los que pensaron que “Crash” estaba plagada de estereotipos y/o era políticamente correcta, deberían ver cuidadosamente esta película.

Si no la van a ver cuidadosamente, mejor ni la vean; y si piensan que van a encontrarse con un thriller, alguien los engañó; porque el film tiene algunos elementos relacionados con el género, pero sólo una persecución (y una no muy emocionante) provee el contenido de acción de la película. El resto es, como en “Crash”, más relacionado con los personajes.

El personaje principal, Hank Deerfield (Tommy Lee Jones), es un ex policía militar y cuando descubre que su hijo ha desaparecido luego de haber vuelto de Irak, va hasta la base militar para investigar cualquier cosa; para descubrir algo más. Cuando se está yendo de su casa le dice a su mujer (Susan Sarandon): “Te llamo desde allá mañana”. Luego de que ella, preocupada, le dice que el viaje toma dos días, él responde silenciosamente: “Para algunos”.

Una vez allí, Hank pide un cuarto y cambia las sábanas del hotel y la almohada por unas propias; se levanta con su zapatos perfectamente emparejados al lado de la cama e instantáneamente hace una cama perfecta. Esto es todo el comportamiento militar de un hombre al que ya nada lo sorprende y no confía en nadie más que en su propio instinto. Conocerá a una detective insegura (Charlize Theron), a un militar estricto (Jason Patric) y a los soldados compañeros de su hijo.

Si prestan la atención suficiente, podrían notar que hacia el final del paseo, cada personaje ha sufrido un cambio pequeño pero Hank sigue igual: distante, frío, silencioso e incapaz de demostrar emoción. De hecho, este es el tono que la película presenta y mantiene de principio a fin; la música de Mark Isham cambia la emotividad de “Crash” por sutiles intrusiones musicales que no se dan muy seguido y la fotografía de J. Michael Muro es reemplazada por el trabajo del prodigioso Roger Deakins quien, creo yo, incluso se toma el tiempo para referenciar al debut de Haggis en algunos planos.

Sin embargo, Deakins lleva su trabajo a un nivel superior y trabaja junto con Haggis para transmitir algo que no puedo expresar con palabras y que no se si ustedes percibirán o sentirán también. Lo más cerca que puedo llegar de una explicación es decir que cada imagen (cada cámara perfectamente quieta que filma la espalda de los personajes o los muestra en acercamientos o simplemente se para lejos como para contemplar desgarradoras escenas como la del luto de una madre o un padre) esconde más de lo que muestra. Hay un simbolismo inusual que lleva a “In the valley of Elah” hasta otro nivel.

Digo todo esto porque este es uno de esos films donde nada pasa realmente (quiero decir que no hay ningún ‘twist’ ni revelaciones inesperadas, aunque en verdad no las necesita); es muy lineal y no quiero que lo interpreten-incorrectamente-como aburrido y lo dejen de lado. No quiero que lo vean como sin esperanza y pesimista; quiero que admiren la actuación de Tommy Lee Jones y que se den cuenta que mantiene el optimismo vivo hasta el final, como lo hacen algunos otros personajes.

No quiero que presencien la última toma y digan: “Oh, Hollywood”, sino que digan “Oh, la vida”, y que piensen: ¿qué creen ustedes que estos chicos hacen cuando vuelven de la guerra hoy en día, cuando vuelven de Irak? ¿Creen que quieren contactar a sus viejos amigos? ¿Familia? ¿Creen que saben que decir o si acaso quieren decir algo? ¿Creen que quieren volver?

Podría seguir, pero para nuestra suerte la película no nos da las respuestas, ni siquiera las preguntas; estas son cosas que tenemos que pensar por nosotros mismos si queremos. Alguna gente todavía hace cine para hacernos pensar. Paul Haggis lo demostró con “Crash” y ha repetido la proeza.

---8/10

Wednesday 26 March 2008

Festejo pequeño

Hoy comenzaba la universidad y no fui a mi primera clase...Que manera de empezar, no?
En fin, hay un par de cumpleaños importantes hoy, y para celebrarlos tenemos unas críticas que pueden ver!

La hermosa Keira Knightley cumple 23 años y de ella tenemos "Atonement"; la mejor película que he visto en lo que va del año.

El señor Alan Arkin cumple 74 (si, creanlo), y tenemos para recomendarles el film que le dio el Oscar a Mejor Actor de Reparto: "Little Miss Sunshine"

Feliz cumple para ellos!

Monday 24 March 2008

La obra de Paul Haggis

Antes que nada, quiero comentarles acerca del Concurso de Geekspot.com.ar. El mismo consiste en enviar una foto de 125x125, que ellos amablemente pondrán en su página para que quien la envío tenga un poco de publicidad. Muy agradecido a ellos por la oportunidad. Si quieren pasar por su sitio, es muy interesante y tiene muchas diferentes secciones para visitar, dependiendo de cual sea su interés personal.

Ahora lo nuestro.Son pocos los directores hoy en día que me atrapan; aquellos que sacan una nueva película y no puedo esperar para verla. Obviamente no estoy hablando de gente consagrada como Martin Scorsese, Spielberg o Tim Burton; hablo de directores con menos films, con un poco menos de trayectoria. Entre ellos se encuentran el alemán Marc Forster (ayer mismo vi la sólida pero buena ‘hasta ahí’ “Cometas en el cielo”), los argentinos Damián Szifrón y Adrián Caetano y el canadiense Paul Haggis, entre otros.

Sin embargo, y paradójicamente, podría decirse que el último se ha consagrado; ya que en su relativamente corta carrera cuenta con dos Oscars. Un Oscar significa consagración? Ese es un tema para discutir algún otro día; pero más allá de la consagración o no, los premios de Haggis son bien merecidos. Haggis el escritor ha adaptado los guiones de dos de los últimos films de Clint Eastwood; “Million Dollar Baby”, “Flags of Our Fathers” y “Letters From Iwo Jima” (crítica aquí), además de escribir “Casino Royale”, la última de James Bond, entre otras cosas.

Pero Haggis el director tiene una obra menos extensa aunque no menos prolífica. La misma consta de dos films dirigidos y co-escritos por él (“Crash”, que fue la mejor película que vi en el 2006, y “In the valley of Elah” que la veremos pronto en detalle); dos films que están a menos de un paso de la grandeza. Esta semana es fundamental para mí presentarles la inminente obra de Paul Haggis: una obra digna de admiración y que deben ver cuanto antes.

Empezamos con “Crash”, o “Alto Impacto”, o “Vidas Cruzadas”, o como quieran.

La crítica de “Crash”, a continuación.

“Crash”

Para ser honesto, empecé a ver “Crash” una hora antes de que los Oscars se transmitieran en el 2006. También para ser honesto, había querido verla por un largo tiempo, e incluso cuando no la había visto, me la pasaba diciendo por alguna razón que ganaría el Oscar a Mejor Película. Para ser más honesto aún, la terminé de ver luego de que la ceremonia concluyera y, para ser todavía más honesto; puede que no escriba lo suficiente para explicar lo que esta película genera en la persona que la ve.

Encuentro fascinación en como los escritores siguen encontrando formas de conectar las vidas de diferentes personas. Paul Haggis no está repitiendo ninguna fórmula cuando crea uniones luego de un choque de autos; porque está tomando su película desde un ángulo diferente. Es por eso que es fascinante que hoy en día en Los Angeles el racismo sea todavía un tema constante…No sé eso por cuenta propia porque no vivo allí, pero la primera escena de esta pieza trata de analizarlo.

El detective Graham (Don Cheadle) acaba de estar en un accidente de auto, y habla en voz alta, acerca del sentido del tacto de la gente: “Extrañamos tanto el tacto…”, dice, “Que nos chocamos los unos a los otros para poder sentir algo”. Momentos después, Anthony y Peter (Ludacris y Larenz Tate) están saliendo de un restaurante, discutiendo por un café que no les dieron y preguntándose porque una mujer blanca abraza a su pareja al pasar cerca de ellos. “Ella no debería estar asustada, nosotros sí”, Anthony grita enojado.

Lo que pasa seguidamente es tan increíble como irónico. Me ‘shockeó’ y ‘shockeará’ a cualquier espectador porque las personas no siempre son como creemos que son. Declaraciones relacionadas con el racismo como la de Anthony están por todos lados en el guión, por todos lados en el film; pero no están puestos allí sólo por decir: los personajes tienen motivos para declararlos. El oficial Ryan (Matt Dillon) ve a su padre sufrir cada día porque no le queda nada; también culpa (de algún modo) a la gente negra en la industria de su padre por lo que pasó. Él es un racista porque está resentido con la gente negra.

Debido a su posición, Rick (Brendan Fraser) debe ser parcial con la comunidad negra. Su mujer Jean (Sandra Bullock) también debe ser cuidadosa en frente a los negros y a los chicos que forman parte de alguna pandilla, incluso cuando paranoicamente pide que vuelvan a cambiar su cerradura luego de que un joven con un tatuaje (Michael Peña) se la arregla. Para nuestra sorpresa, el joven es todo menos un ‘pandillero’.

Esto que sucede con los negros, también pasa con los árabes y los persas, o los chinos que son ciudadanos americanos. Los perciben como la misma cosa, y los miran con el mismo rechazo, aunque son todos diferentes. Creo que esto está pasando ahora mismo; éstas cosas se están diciendo, éstas acciones están ocurriendo cuando nadie está mirando ni escuchando. Haggis y Bobby Moresco (co-escritor y productor) realmente creen que pueden mostrarnos lo que estamos dejando de ver, o no queremos ver, o no podemos, o lo que sea.

Es acerca de films como “Crash”, “Traffic” y “Babel” (mi crítica) que hablamos infinitamente; porque tienen personajes originales que viven historias únicas y originales. Aquí particularmente, Haggis pone a cada uno de sus personajes (y eso que omití a muchos en esta crítica) en una contradicción y con una cámara confiada, observadora, mucha luz y una música emocionante (Mark Isham), se mete con ellos; con sus cabezas y emociones para que puedan resolver sus asuntos.

Algunos están ya tan desesperados y necesitados que abrazan a la única persona que tienen al lado; porque necesitan dejarlo todo salir. Nosotros miramos atentamente y lo lamentamos por ellos; por lo que tienen y no aprecian…Por lo que les falta y nunca van a conseguir.

---9/10

Sunday 23 March 2008

Rareza de la semana

Como les anticipé, les traigo el clásico de culto del inglés Danny Boyle: “Trainspotting”. Qué significa? No lo sé, pero sé que es una rareza que puede ser más conocida que otras que a veces pongo por aquí. Su carácter de clásico de culto es suficiente razón para presentar a “Trainspotting” como una rareza, pero quizá por su constante referencia a las drogas y gracias a sus memorables personajes, el film ha quedado en la cabeza de quienes no ven normalmente clásicos de culto.

Igualmente y dejando todo eso de lado, es una pieza para no dejar pasar. No como sus personajes creen que el tiempo no pasa, aunque sí lo hace como explica la bella Kelly McDonald en alguna escena. Muy recomendada.

La crítica de “Trainspotting”, a continuación.

"Trainspotting”

Elegir la vida. Qué significa eso exactamente? Bueno, para mí significa muchas cosas pero si quieren explorar lo que ‘elegir la vida’ no significa para algunas personas, deberían experimentar “Trainspotting”, de Danny Boyle. De alguna manera, todos estos personajes parecen haber elegido un modo de vida, pero aparentemente lo ven como algo más cercano a la muerte.

No con esas palabras exactas Mark Renton (Ewan McGregor) explica el compromiso de ser un adicto y se las arregla para exponer su filosofía al espectador mediante la presentación de sus amigos; algunos de los cuales la apoyan, otros que no y otros a los que ni les importa. Pero no creo que ese sea el punto principal de “Trainspotting”: mostrar como las drogas pueden afectar a las personas.

Por ejemplo, hay un personaje, Begbie (Robert Carlyle), que no consume para nada pero tiene (quizá) un mayor problema; una obsesión con la violencia. Disfrutra pegándole a las personas y haciéndolas sangrar. Ese es otro punto, otro tema que afecta a Renton y a sus amigos; el tonto Spud (Ewen Bremmer), el impredecible Sick Boy (Jonny Lee Miller) y el perdido Tommy (Kevin McKidd).

La verdadera estrella del film es el guión de John Hodge, basado en la novela de Irvine Welsh. Contiene una pesada dosis de desarrollo de personajes que puede verse claramente en medio de las inyecciones de heroína y las fantasías de sus criaturas. Me recordó mucho a “Pánico y Locura en Las Vegas”, de Terry Gilliam (con la excepción del desarrollo de personajes) porque, como ese film también relacionado con las drogas (y como decía el Matsan), “Trainspotting” no tiene una trama definida; es como una montaña rusa que termina y vuelve a empezar sin que te puedas bajar del asiento. Hay dos momentos en los que claramente sentimos que la película está terminando, pero repentinamente Hodge y Boyle traen algo nuevo a la mesa.

Como en “Pánico…”, “Trainspotting” tiene una abundante carga de narración (por parte de Renton) que ayuda y confunde al espectador a la misma vez. Ayuda a entender los sentimientos más profundos de alguien tan consumido por una adicción como Renton. Hay dos hermosas secuencias que no dejan ninguna duda del inventivo estilo visual de Boyle: una lo sigue a Renton hasta un hospital luego de que se desmaya con una dosis de heroína; otra lo muestra en su propio cuarto tratando de desintoxicarse. Ambas escenas son visualmente fascinantes en una manera que me gustaría detallar pero no quiero arruinarles la experiencia; entonces sólo diré que rozan el surrealismo.

Un tiempo antes de estas escenas, algo ocurre que provoca un cambio mayor en el film. En ese preciso punto, si se han acostumbrado al hecho de que la trama no está definida y yace más allá de la confusión (la narración de Renton es confusa porque tiene algunas contradicciones y a veces no deja que el espectador piense por cuenta propia), podrían llegar a apreciar los momentos finales de la película, como cuando Renton va a Londres y Boyles crea una toma de diez segundos de los lugares más icónicos de la ciudad y parece un comercial de turismo que no encaja con el tono que la película está empleando en ese momento…Pero funciona; porque es gracioso y original.

A diferencia de la actuación de Ewan McGregor, por ejemplo. Su Renton es la clase de rol que catapulta a un actor Escocés fuera de su país. Requiere ser ‘muy escocés’, bastante bien parecido y muy carismático. No digo que sea una mala actuación, sólo que no es difícil de lograr y ayudó mucho a la carrera de McGregor.

El resto de los amigos básicamente tiene que hacer lo mismo, que es algo que adoro de algún modo. Adoro como los directores/actores/escritores (lo que sea) británicos manejan la amistad. Lo hacen de una manera más desinteresada; sentimos que, sin importar qué (y valga la redundancia), siempre van a estar ahí al final del día. Es simplemente un sentimiento verdadero, y no les digo que lo esperen en este film, pero si ese fuera el caso; no debería importar si se elige la vida o cualquier otra cosa.

---8/10

PD: Veo que perdimos éxito en esta encuesta. Quizá mucha gente no vio las películas o quizá necesito introducir más dosis de vida personal en el blog. Espero que la nueva encuesta les guste más. Saludos...

Wednesday 19 March 2008

La nueva sensación infantil: Siguiendo los sueños

Qué trillada la expresión “sigue tu sueño” (ya la use para la crítica de “Gol!”); que predecible cada película que decide tratar con un tema parecido; que vergüenza para aquellos films que fallan en el intento; que placer para los que triunfan sin ser necesariamente espectaculares.

Hay mucha mística en todo el tema de las tramas que nunca se agotan. Se está acabando la originalidad? Hay gente que realmente cree que puede hacer algo ya hecho antes pero bien, o mejor? Las personas simplemente no tienen ganas de trabajar cosas complicadas?


No tengo ninguna de las respuestas y jamás las tendré, pero ese tipo de preguntas me surgen cada vez que veo una película como “Mi nombre es August Rush”. Por qué? Porque es buena y conquistadora en su manera simplista y poco arriesgada de contar una historia, y porque Freddie Highmore trae tanta naturalidad y simpatía a la pantalla que es difícil no querer que le pasen sólo cosas buenas.

Esta crítica, plagada de sentimentalismo, se la dedico a Palomita y a la Ricche, aunque nunca entran al blog (la foto está extraída del post original de /makeusfeel –lo puse bien? Con la barrita y eso?). Las quiero!

La crítica de “August Rush”, a continuación.

“August Rush”

Si hay algo que no me canso de decir (como se lee un poco arriba) es que hay películas que siguen las clásicas fórmulas y simplemente funcionan. Hace un tiempo veía un film con algunos amigos que trataba de una chica que hacía patinaje sobre hielo y jugaba hockey sobre hielo a la misma vez. Tenía que elegir entre ambos, pero la película estaba arreglada de tal modo que pudiera hacer ambos…Que bueno! Claro; eventos extraordinarios ocurrían para que esto se diera, pero como dicen: “El fin justifica los medios”.

“August Rush”, de Kim Sheridan, no es (sorprendentemente) acerca del deporte. No hay ningún equipo o jugador que quiera ganar un campeonato; sólo hay un niño que quiere encontrar a sus padres y cree que la música puede ayudarlo, guiarlo. “Todo lo que tienen que hacer es escuchar”, el pequeñito interpretado alegremente por Freddie Highmore susurra. Es tan encantador que un empleado de Protección al Menor (Terrence Howard) le da su número. Pronto, el niño se encuentra en Nueva York: “Cómo llegaste aquí?”, un camionero que lo deja en la calle le pregunta. “Seguí la música”.

Hay otra historia siendo contada además de la del niño, y es la de sus padres (Jonathan Rhys-Meyers y una adorable Keri Rusell). Nos muestra como se conocieron en Nueva York y todo es muy lindo y perfecto de noche y pasan juntos la noche más hermosa de sus vidas, con más música y contemplación que palabras. Esto se repite durante todo el film. La contemplación no es parte del estilo de filmación; es que el guión es muy corto y los realizadores ganan tiempo con números musicales y pasajes visuales.

De a ratos, como en algunos de los mágicos números musicales, “August Rush” nos hace creer que la música puede conectar a la gente en el modo en que la película quiere que lo haga. Sería más fácil creerlo si los padres del niño no estuvieran tan relacionados con la música (el padre es un músico de rock y la mamá una chelista) y si las circunstancias no fueran tan predecibles. Pero pensándolo bien, si todo fuera distinto, la película no nos conquistaría y la historia sería otra.

En este tipo de cosas, tiene que ser todo o nada, entonces es justo decir que Sheridan tomó todas las decisiones correctas. Por ejemplo, hay como dos momentos en los que el film podría saltear un instante predecible (algunas piezas con fórmula lo hacen); pero no lo hace. “August Rush” admite con orgullo sus ‘clichés’, por lo tanto también tenemos un personaje malvado interpretado por Robin Williams como un hombre con buenas intenciones que al final del día sólo se preocupa por sí mismo.

Por el otro lado, encontramos la mirada comprensiva de Terrence Howard o la de un cura en una iglesia donde el niño pasa una noche. Cuando se levanta aprende dos cosas en el piano de una chiquita y cuando ésta vuelve de clases le dice al cura: “Te acuerdas cuando dijiste que Mozart era un prodigio? Bueno, tengo uno y está viviendo debajo de mi cama. Esa escena me trajo una sonrisa.

Porque eso es lo mejor que ‘estos’ films pueden hacer: pueden hacer que nos escapemos de la realidad por un rato y soñemos con un mundo mejor. Esto no es una declaración acerca del que mundo sea un lugar malo y feo, pero el mundo no es como en “August Rush” y jamás lo será….Quiero agregar que no expliqué mucho de la trama y salteé muchos detalles importantes que encontrarán en cualquier crítica e incluso salteé pequeñas descripciones, pero es a propósito: honestamente creo que pueden disfrutar ésta. Inténtenlo.

---7/10

PD: Me gustó más el poster que ven que el original, muestra más personajes...Y adelanto unas pistas para la rareza de la semana: Clásico de Culto, Inglesa, de Danny Boyle...Va a estar interesante Sospechosos

Tuesday 18 March 2008

La nueva sensación infantil

Se acuerdan de “Los niños del Goncha”? Era un post en el que mi hermano hablaba de Dakota Fanning y lo mucho que le gustaba como actriz. Bueno, la idea era que también hablara de otros chicos actores (como Josh Hutcherson de “El mundo mágico de Terabithia” y algunos más que tenía pensado), pero jamás lo terminó.


El punto al que voy es que siempre surge alguien joven que tiene un innegable talento para conmover y enganchar al público en cualquier cosa que haga. El último y más evidente de estos casos es el de Freddie Highmore, el Peter de “Descubriendo el país de Nunca Jamás”.

Esta semana veremos dos de sus más recientes películas, donde derrocha toda su simpatía; aquí esperamos que lo siga haciendo y que le encuentre a su don diferentes facetas.

La crítica de “Charlie y la fábrica de chocolate”, a continuación.

“Charlie y la fábrica de chocolate”

A esta altura ya saben cuanto me gusta ver a Johnny Depp en pantalla. Además de la presencia de Depp aquí, hay muchos elementos que me emocionan por demás. “Charlie y la fábrica de chocolate”, de Roald Dahl es (o eso me gusta pensar) todavía mi libro favorito. De vez en cuando recuerdo algunas partes y no lo he leído muchas veces, pero la primera vez no podía creer mis ojos. Charlie Bucket, ese personaje tan adorable, y ahora más adorable todavía en la piel del talentoso Freddie Highmore.

Tampoco podía creer mis ojos una vez que el Willy Wonka de Depp abrió esa pequeña (bueno, no tan pequeña) puerta y fui conducido a ese fantástico diseño de producción, esos colores y ambiente que estoy seguro que sólo veré otra vez en un film de Tim Burton (incluso en las viejas). Con Alex McDowell a la cabeza del equipo de diseño de producción, Burton se aseguró de que todo se viera hermoso, y así se ve. Con “Big Fish” (crítica aquí ) hace unos años, me quedé mudo, pero fue realmente mucho antes, quizá en 1990, cuando descubrí que era un genio. En “El joven manos de tijera” ( crítica), en ese mundo único…

Lo que me lleva a Johnny Depp, otro genio. Quizá esa es la principal razón por la que Burton y él trabajan tan bien juntos: todas las cosas que tienen en común. Un amigo de mi hermano y mío me dijo una vez que Johnny Depp era gay; gay porque elegía interpretar personajes homosexuales y demás. “El pirata, el escritor, ese investigador también era un poquito gay…”. Yo prefiero el término ‘excéntrico’ o, aún mejor (y comparable a Tim Burton); único. Ha estado siempre eligiendo personajes a los que el resto de los actores ni se animarían a acercarse.

Ésta y muchas otras son las cualidades de Depp. Cuando él y Burton se juntan, agradecemos poder ver cine único (sí, ya estuvimos viendo esto algunas semanas pero algunas cosas hay que seguir diciéndolas).

Hay un sentimiento imposible de eliminar cuando uno ve un film basado en un libro que conoce. Me emocioné un poco cuando vi al ascensor de cristal subiendo, o a los Ompa Loompas trabajando dentro de la fábrica; pero será igual de divertido para cualquiera que no haya leído el hermoso libro de Roald Dahl, porque John August (quien también escribió “Big Fish”) creó un guión que le da vida a la fábula, con perfectos momentos narrados y palabras que cada persona entenderá. A esto yo llamo “una película para toda la familia”. Ni hablar de la música de Danny Elfman, con las hermosas canciones (él también las cantó!)…

El día que la vi en el cine, la pantalla se puso negra y la gente comenzó a festejar, aplaudiendo. No había presenciado eso desde “Titanic” en 1997 porque, hay veces que me dan ganas de aplaudir, pero nadie más lo hace; entonces me tengo que quedar callado.

---8/10

Saturday 15 March 2008

Recomendaciones

Vargtimen me advirtió que Johnny Depp podría acusarme de algún tipo de acoso por estar tan encima de él. Pero es que no es nada! Sólo lo admiramos mucho por aquí, y queremos cerrar una linda semana con unas últimas recomendaciones de sus trabajos antes de dejarlo tranquilo por un buen rato. Hablando de Depp, también tendremos su última encuesta, preguntando por su mejor actuación en los trabajos más independientes. La última encuesta casi obtiene el resultado que yo deseaba, la coronación de su trabajo en "El joven manos de tijera", pero fue un empate con las manos de navaja de "Sweeney Todd" (ambas críticas están más abajo) . Igualmente, fueron 10 votos...Lo de la vida personal podría estar funcionando; veré que se me ocurre la semana que viene.


“Tiempo Límite”: Otra de sus cinco mejores actuaciones. Un Depp casi irreconocible, poco excéntrico y muy cerca de la normalidad. Aquí, a su personaje le secuestran la hija y tiene un límite de tiempo para rescatarla. Pasa por todas las malas y se mete en un juego mental y físico enfrentando a Christopher Walken; esa cara maestra conocida.

“Don Juan de Marco”: El Don Juan, el único, el amado por todas las mujeres. Su historia en la voz y piel de Johnny Depp. Un peliculón, para románticos empedernidos y para ganarse el corazón de quienes no son románticos. Está Marlon Brando y Faye Dunaway.

“Benny and Joon”: Una de sus primeras actuaciones importantes, ya marcada por lo ‘fuera de lo común’; pero más que nada una sencilla y divertida historia de amor que trata con algunos temas fuertes.

“Cry baby”: También la vi una vez hace mucho tiempo y no la recuerdo bien. Recuerdo que Depp estaba enamorado de una mujer y le cantaba desde la cárcel. Cantaba bien, y realmente parecía la imagen personificada de “el chico malo”.

Hasta la próxima Sospechosos…

PD: las imágenes que faltan es porque esto no me las quiere subir...perdón!

Wednesday 12 March 2008

El renacer del famoso Viejo Oeste, Parte 2 (o Parte buena)

Un minuto de silencio por la muerte del gran comediante, conductor, productor y escritor Jorge Guinzburg. Muy bien, como dije la vez pasada, de alguna u otra manera, el Viejo Oeste y sus Westerns de vez en cuando vuelven a sonar en el cine contemporáneo, mediante títulos que para algunos los devuelven a su esplendor inicial, como en la época de John Ford (voy a ir a ver una pelis del maestro este mes en el Malba y el Lugones, con suerte).

En el caso anterior, era algo más original basado en un libro y era, para mí, una experiencia decepcionante. El segundo y último film de la semana es el ‘remake’ de “El tren de las 3:10 a Yuma”, y aunque no vi la original, desde ya les digo que es muy buena. Está ahora en el cine; si pueden vayan a verla.

La crítica de “3:10 to Yuma”, a continuación.

“3:10 to Yuma”

Como ya dije, no sé mucho de Westerns, pero sí sé de emoción. Tampoco sé si es por el don de James Mangold para generarla o por su impecable e infalible elenco, pero “3:10 to Yuma” tiene emoción de sobra. No todos los días el silencio nos toca bien adentro en un mundo rodeado de disparos y sangre.

La película cuenta la historia del forajido/renegado (lo que era Jesse James) Ben Wade (Russell Crowe) y su pandilla; y la historia de Dan Evans (Christian Bale), el hombre que lo llevó al tren que lo mandaría a la cárcel. Dos hombres tan diferentes pero de alguna manera tan parecidos, dos hombres llenos de secretos pero también de honestidad; uno caminando completamente solo, otro con una familia que mantener.

Por qué Mangold filmó este remake? Mejor ni le pregunto pero lo puedo entender. Puedo entender y apreciar el delicado trabajo que el director ha tomado en sus manos; el cálculo de hermosos acercamientos y planos desde más lejos; el manejo de un perfecto diseño de producción (Andrew Menzies); la silenciosa observación y el preciso control de sus actores.

Hablemos de dúos actorales. Si “El Maquinista” no fue prueba suficiente, el estudio de personaje y el compromiso de Christian Bale como actor pueden ser vistos en varias facetas aquí: en el modo en que le habla a su mujer (Gretchen Mol), con cariño pero con el silencioso sufrimiento de saber que lo que tiene no es suficiente para ella; como le habla a su hijo mayor (Logan Lerman, mejor cada día), con orgullo porque es casi un hombre pero con preocupación porque todavía es un niño.

Estos son personajes tristes involucrados en situaciones desesperadas. Situaciones que conllevan a confrontaciones bien basadas y estructuradas que le sirven a la historia…Ningún arma aquí es disparada sin un propósito, escríbanlo; y me llena de alegría. La otra gran estrella? Russell Crowe, cuya mirada lo dice todo. La mirada más intensa que he presenciado desde la de Leo DiCaprio en “Los Infiltrados” (crítica aquí).

Es un buen guión este de Halsted Welles, Michael Brandt y Derek Hass, pero no tiene muchas palabras. Requiere de un actor de mucho dominio el transmitir miles de sentimientos mediante la mirada de un ojo. Sí, se ha hecho muchas veces y no es tan difícil; pero éste es un contexto completamente diferente. Es un Western; Crowe interpreta a un renegado que no tiene permitido mostrar sentimientos y tiene éxito manteniendo esa postura. Lo que siente, puede verse en su mirada; si lo sienten, entenderán su gran actuación.

Sólo a veces en el film los personajes principales dan discursos largos; no son tan largos y explican quienes son y la razón de sus personalidades. Tienen que prestar atención, porque pueden perderse en la tensión de la acción. Sin embargo, creo que Mangold es muy inteligente manejando los momentos, respaldado por la mejor música de Marco Beltrami hasta el momento, y con una actuación de Ben Foster que demuestra por qué es uno de los mejores actores de su generación.

Hay cosas que decimos tantas veces que empiezan a perder su verdadero sentido. Quiero que esto sea verdad: “El silencio duele; el silencio habla”. Hagan un ejercicio y traten de descubrir que es lo que cada personaje le dice a otro cuando lo mira en silencio…Encontrarán muchos de esos momentos; de esos que faltan en “El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”.

---8/10

Tuesday 11 March 2008

El renacer del famoso Viejo Oeste

Yo no sé mucho de Westerns. Es uno de los grandes géneros del clásico cine americano, cuyas historias ocurrían generalmente en ese lugar donde ninguno de nosotros sabe necesariamente donde queda, pero sí como se llama: El Viejo Oeste. Cuántas veces ha escuchado uno la expresión ‘el viejo oeste’? Yo personalmente muchas.

¿Qué me imagino? Quizá lo mismo que ustedes: vaqueros, sombreros raros, sogas, pistolas en la cintura, duelos, caballos…el desierto, ¿verdad? Bueno, ésta semana voy a hablarles de dos películas que el año pasado dieron de que hablar en lo que al Viejo Oeste respecta. Dos películas en principio muy diferentes pero también con muchos puntos en común que trataré de contrastar en las críticas, pues ambas representar un renacer de aquellas cosas que mencioné arriba y que claramente ya no son lo mismo que antes.

La primera es una adaptación de un libro que cuenta una famosa historia. La que veremos la próxima es “3:10 a Yuma”.

La crítica de “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”, a continuación.

“El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”

No puedo ser generoso con éste film; ha sido una experiencia muy decepcionante. Como el mundo sabrá (o puede descubrir mediante ésta u otras películas), Robert Ford mató a Jesse James, el famoso renegado y/o bandolero o maleante o villano o forajido (etc.) del Viejo Oeste. Bueno, “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (ya un poco pretencioso, aunque viene del título original de la novela de Ron Hansen), de Andrew Dominik es un largo viaje hasta el ‘como’, ‘cuando’ y ‘por qué’ del hecho, dado que sabemos el ‘quién’.

Perdón si estoy siendo un poco repetitivo; a veces las características de las películas se quedan un tiempo conmigo después de verlas. La música de “El asesinato…” es repetitiva, como su estructura y sus hermosas secuencias, paisajes, luces y uso de colores, cuartos vacíos, nubes que se mueven rápidamente: la película está perfectamente filmada. El guión adaptado de Dominik comienza el film con la gentileza de decirnos quien es el personaje principal (interpretado por Brad Pitt), mientras que vemos una pantalla borrosa.

Esa es la base de la estructura, con una placentera narración que no sólo se vuelve menos placentera con el tiempo, pero a veces también innecesaria. Para qué sirven las imágenes si alguien te dice todo lo que estás viendo? Que bien le hace a un actor una descripción completa si el espectador va a estar viendo si el personaje hace todo lo que escuchó?

Brad Pitt sufre de esto en éste film que Dominik quiere convertir en un concentrado estudio de dos personas, pero se distrae con el cuadro mayor y pierde ritmo por la narración y un excesivo ejercicio de estilo. La fotografía de Roger Deakins es sin duda el punto más alto de la película, pero pareciera que el director nunca supo cuando decir “basta”, y Deakins, un experto en trucos de cámara (aquí muy ayudado por la edición clásica de Curtiss Clayton y Dylan Tichenor, con sus bien elegidos cortes en negro; que funcionan siempre y no son excesivos, entonces crean un balance), le siguió dando.

Sin embargo, no quiero que me malinterpreten con lo de Pitt. Su trabajo aquí es muy bueno; paciente y contemplativo, además de amenazante y lleno de inesperada confianza en las escenas más fuertes. Incluso cuando su Jesse es quien menos habla, su hablar se vuelve significativo. Éste no es el elaborado estudio del silencio de Russell Crowe en “3:10 a Yuma”.

En realidad, “El asesinato…” no es nada comparado con “3:10 a Yuma”: en el film de Mangold hay una redención que es entendida por el espectador luego de presenciar una serie de eventos; aquí la película trata de redimir a un personaje sin dejar espacio para el juicio personal del espectador. De manera similar, nosotros nos acercamos a los sentimientos y personalidades de los personajes de “3:10 a Yuma” en una escena específica; mientras que la película de Dominio nos obliga a comprender a sus dos criaturas principales antes, durante y después de los eventos fundamentales, cuando en verdad tal vez no los hemos descifrado.

Por suerte, la mejor actuación de Casey Affleck hasta la fecha nos ayuda mucho, porque el actor se preocupa por crear a alguien con quien podamos identificarnos. Presenta una contradicción en su Robert Ford, que solía idolatrar y amar a alguien a quien termina matando. Las mejores escenas en el film son las pequeñas; aquellas en las que pensamos que nada relevante va a pasar. Cuando Robert está observando a la mujer de Jesse, Zee (Mary-Louise Parker, una gran actriz desaprovechada en un elenco con muchos actores desaprovechados) desde la ventana, se da vuelta y se da cuenta de que Jesse lo ha estado mirando por un tiempo. “Vas a romper muchos corazones”, le dice a Robert. Traten de develar el significado total de esa frase.

Por supuesto que hay muchas cosas buenas en “El asesinato…”. Como la interpretación de Sam Rockwell quien, lejos de la quietud de Pitt y los constantes Ticks de Affleck, construye a un ser humano normal que se preocupa por su familia y amigos, y lo hace con la naturalidad que lo ha caracterizado hasta en sus papeles más excéntricos. Es mejor que los otros dos y, seriamente, debería estar trabajando más.

---6/10

Sunday 9 March 2008

Recomendaciones

Cerramos éstas dos semanas llenas de la magia de Depp y un poco de la genialidad de Burton con algunas recomendaciones que los incluyen a ambos juntos y/o al mago solo. Todas valen la pena.

“La leyenda del Jinete sin Cabeza”: Ahora con “Sweeney Todd”, “Sleepy Hollow” se convertiría en la tercer mejor colaboración de la dupla Depp/Burton. Una magnífica composición de Depp, un consagratorio trabajo de la subestimada Christina Ricci y la oscuridad de siempre, mientras cabezas ruedan por el suelo y las conspiraciones generan despistes en la investigación.


“Quién ama a Gilbert Grape”: Un film esencialmente de personajes, con lindos paisajes y mucha calma. Es para ver y analizar, sentir; no tiene nada que quizá deje al espectador boquiabierto, salvando la interpretación de Leo DiCaprio como un chico con problemas mentales. Del sueco Lasse Hallstrom.


“Chocolate”: También del poderoso Hallstrom, pero con Depp en un papel secundario, éste film de “pueblo pequeño y supersticioso” abunda en paisajes lindos y emociones intensas. Una gran actuación de Juliette Binoche.

“Érase una vez en México”: Con toda la pirotecnia de Robert Rodríguez y su mítico Antonio Banderas, ésta película cobra vida apenas Depp aparece en pantalla. El mago se la lleva y hay que verla por eso.


“Pánico y Locura en Las Vegas”: De Terry Gilliam, director de delirios, éste es uno de los grandes delirios de la historia del cine. No digo que no sea buena, pero más allá de lo que es como película en sí, vale la pena para ver las fenomenales creaciones de Depp y ese gran actor que es Benicio Del Toro. Si pueden armarse un Hernán y echarse unas sequitas antes de verlo, creo que la disfrutarán más…jeje.

“The astronaut’s wife”: Es una película que salió mala, defectuosa, con muchas fallas. No la volvería ver y no me acuerdo mucho de la misma, pero me acuerdo que Depp y Charlize Theron generaban una química en la pantalla producto del enorme talento actoral de ambos. Había fuego ahí, pero no del de comedia romántica.


“La última puerta”: El Matsan dice que Depp no le gusta acá mucho; para mí es una de sus cinco mejores actuaciones. El mago se arriesga mucho acá, hay algunas persecuciones, mucha destreza física, y una historia envolvente dirigida por Roman Polanski.

Me faltaron algunas pelis pero no me deja copiar imágenes la compu en este momento, no sé por qué! No se preocupen, la semana que viene les traigo el resto!

Saludos Sospechosos...

Friday 7 March 2008

El dúo dinámico 3: El joven manos de navaja

En su diario (ahora) personal, la gran cantante independiente inglesa Ana Silvera (su Myspace aquí), dueña de una voz inigualable, cuenta cosas de su vida, ya que, según ella, es lo único que atrae a la gente a leer blogs. Sabio consejo, ya que al blog de, por ejemplo, Lily Allen, que siempre alguna locura para contar tiene, entra todo el mundo.

Siguiendo esto, voy a hacer un comentario de nota personal que, al tener aspecto negativo, podría ser aún más atractivo. La gente que me conoce sabe que hago música. Pues ayer presenté el examen de ingreso de la EMBA, que contenía mucha matemática y física (la carrera de producción musical y sonidista depende de ambas), y me fue muy mal. Una verdadera tragedia que trato de disimular contándola al público pero que me puso muy mal y me quitó las ganas para el fin de semana que está llegando.

Ya está…Esperemos que el número de visitas del blog suba en una cantidad importante. Si es así, les prometo que el lunes les digo la horrible nota que me saqué, porque ya me habrán entregado el resultado.

Volviendo a lo nuestro, sé que el título de este post es bastante trillado y se ha usado mucho; pero no encontré mejor manera de definir lo que es, en mi opinión, la mejor colaboración de la dupla Burton/Depp desde, bueno, “El joven manos de tijera” (crítica más abajo); que se titula “Sweeney Todd: El barbero demoníaco de la calle Fleet”.

Su respectiva crítica, a continuación.

“Sweeney Todd”

Damas y caballeros, aplaudan fuerte…Tim Burton ha logrado su pieza más oscura, enferma, sadista, retorcida y perversa aún; y lo ha hecho con un musical. No esperen mucho diálogo en “Sweeney Todd”, porque los actores cantan la mayor parte del film. Abre con un barco llegando a Londres, y un marinero cantando que nada se compara con la ciudad. Pero un hombre a su lado, Sweeney Todd, piensa lo contrario. Ya en las calles de la ciudad, le canta al marinero: “Hubo un barbero y su mujer…”, mientras cuenta una historia.

Es una canción hermosamente triste; parte del musical de Stephen Sondheim, expertamente conducido por Paul Gemignani en la versión de Burton, con una orquesta que incluye nada más que cuerdas; cuerdas pacíficas pero aterradoras. Por un tiempo corto, ‘pacífico y aterrador’ parece ser una descripción acertada para lo que está ocurriendo, desde la perfecta secuencia principal hasta el momento en que Sweeney conoce a Mrs. Lovett.

Helena Bonham Carter la interpreta en una actuación estupenda. Una interpretación humana de un personaje que acepta su realidad antes que Sweeney llegara a su vida (canta la canción más graciosa del film, diciéndole que sus pasteles de carne son los más feos de la ciudad) y enfrenta los cambios que el barbero trae a su rutina, haciendo sacrificios por un hombre al que ama en secreto. Incluso con todo esto, Bonham Carter deja lugar para algunas sorpresas.

Porque cuando los personajes no cantan, el guión de John Logan trae una sutil cantidad de humor negro a la mesa y la cantidad necesario de desarrollo de personajes. Por supuesto que “Sweeney Todd” es un clásico relato de venganza, pero si no fuera por algunas escenas no simpatizaríamos tanto con el personaje principal. Dejando de lado su idiosincrasia, inmediatamente reconocemos en Sweeney las heridas de un hombre verdaderamente herido.

Johnny Depp encara el personaje desde ésta contradicción; por lo tanto tiene momentos de pura rabia que el espectador podría encontrar shockeantes o no, pero hay momentos donde presentimos tristeza en su cara o la necesidad de un poco de silencio, soledad y meditación. Esa es la clave del éxito de su actuación (ni siquiera su buen talento vocal), que funciona al máximo cuando combina ambos lados. Como en una escena (una canción) donde Sweeney y Mrs. Lovett encuentran una solución para sus miserias (o algo por el estilo, ustedes elegirán) y bailan juntos; él con su afeitadora y ella con su palo de amasar. El modo en que Bonham Carter mira por la ventana durante esa canción es maravilla pura.

Sweeney no es el típico “extraño” de Burton; es más como un ser humano normal que murió y está tratando de ver como se siente estar vivo otra vez.

Para ser honesto, todo el mundo trabaja a un alto nivel en “Sweeney Todd”. Por ejemplo, Alan Rickman y Timophy Spoll son exquisitamente crueles, y (créanlo!) cantan; un chiquitito llamado Ed Sanders es el mejor cantante del reparto y un actor muy convincente; el diseño de producción y la fotografía hacen de London un lugar que queremos odiar tanto como Sweeney lo hace: más oscuro, frío e impredecible que hoy en día.

Mientras que Tim Burton es el más loco de todos…Un maestro de las fantasías y del cambió de tono en el medio de éstas, el director esta vez se apega al estilo y al mundo que eligió y lo defiende hasta el final; le pone sus propios toques a Sweeney (la parte gris del pelo); lo hace ver la luz sólo una vez asegurándose que el maquillaje y el vestuario generen un contraste que lo hacen ver como un cadáver muerta en la playa o un prisionero, si prefieren; y finalmente lo lleva hasta su oscuro, enfermizo, perverso y trágico final. Brillante, y otra de las mejores del año.

---9/10

PD:Me olvidaba de los resultados de la encuesta (a la que se le ha sumado un votante..viva!)...Como era de esperarse, ganó la más reconocida actuación del mago; la de Jack Sparrow en "Piratas del Caribe", seguida de cerca por su otra actuación más reconocida, la del autor de Peter Pan en la maravillosa "Descubriendo el país de Nunca Jamás" (GRACIAS YAYE!)...ahí les dejo otra encuesta de estilo Depp. Saludos...

Wednesday 5 March 2008

El dúo dinámico 2: Marcando el camino

Ayer cumplí un sueño reciente: volver a ver“Juno” en la pantalla grande. Venía aguardando una oportunidad para ir otra vez, y se dio cuando junto con mi prima convencimos a mis padres de que nos invitaran. Pero eso no fue lo mejor de todo; lo mejor de todo fue escuchar a mi abuela (que vino con nosotros) contándome cada una de las razones por las que la película le gustó.

Le encantó, de hecho; y yo sé que en dos semanas no se la va a acordar, pero que la haya disfrutado igual que yo (que la disfruté más aún esta segunda vuelta) es prueba viviente de que el cine es verdaderamente mágico.

Conectando un poco los temas, un trabajo mágico es el que se dedicaron a hacer Tim Burton y Johnny Depp desde la primera vez que trabajaron juntos. Comenzó con “El joven manos de tijera” (la crítica un poco más abajo) en 1990 y siguió con otro Edward, pero Wood, en el film “Ed Wood”; acerca de, según algunos, el peor director de la historia del cine. Aquí hay mucho para ver.

La crítica de “Ed Wood” (copia original de un ‘Peliculón’-noche de películas continuadas-organizado con mi amigo Gianluca Mele a mediados del 2005), a continuación.

"Ed Wood"

A estas alturas eran las cuatro de la mañana y la energía se estaba agotando. Gian se estaba durmiendo, una de las razones por las que no estaba prestando mucha atención; había tenido algunos días jodidos. Por otro lado, yo también estaba cansado, pero con la disposición para observar la magia de Depp.

Lo saco de encima rápidamente: Depp no es el mejor elemento del film, pero logra una interpretación revitalizadora, con sonrisas propias y respeto a su director.

Es el show Martin Landau, sim embargo, ya que el histórico actor estudió su personaje hasta la recta final, para interpretarlo a la perfección. Es difícil que la película consiga risas por la fidelidad que le tiene a la realidad de sus personajes, pero muy pronto entendemos que “era así”: entendemos que Ed Wood era un horrible director, escritor, productor y actor, que admiraba a Orson Welles y quería ser como él.

Bela Lugosi (Landau) era un verdadero amigo de Wood, y trabajo como estrella en los horribles films que esta película muestra. La gente que trabajo con Ed, una pandilla de inservibles, los conocidos, la gente del ambiente y el negocio: son todos reales, todos existieron y Scott Alexander y Larry Karaszewski no tienen que escribirlo; y por eso podemos reírnos.

Tim Burton, en ese momento de su carrera conocido como el ‘creador de Ciudad Gótica’, y un hombre dotado con la cámara, era decididamente el hombre indicado para este trabajo. Trajo al elenco correcto, el equipo, (sin Danny Elfman, que fue reemplazado por la poco familiar música de Howard Shore) y no puedo imaginar el film en otras manos. No sería tan bueno.

Lamentablemente, los créditos iniciales muestran el ego del director en ese tiempo, debido a la exclusión (en los créditos) de actores que eran importantes por sus personajes, reemplazándolos por nombres conocidos que aparecían luego menos de un minuto en el film. Dejando esto de lado, cuando vemos una pieza de Burton, sabemos que no estaremos decepcionados visualmente. Es increíble; incluso en blanco y negro.

---7/10

Sunday 2 March 2008

El dúo dinámico

No se asusten, no entren en pánico! Esto no trata de Wisin y Yandel, el dúo del ‘reggaetón’, o de alguna dupla que hayan hecho Shakira y Sanz, Fergie y Daddy Yankee o Paulina y Miguel Bosé. Este post y toda esta semana trata nada más y nada menos de lo que ya está establecido como una de las duplas director/actor que más marcas ha dejado en la historia del cine: Johnny Depp y Tim Burton. Si yo fuera irrespetuoso, hubiera presentado a Johnny Depp como “uno de los hombres que tuvo en sus brazos a Winona Ryder”.

Empezar a hablar y/o a escribir sobre Depp/Burton significaría no parar, así que voy a dejar que las películas hablen por si solas; ¿y qué mejor que empezar con el film que le dio origen a la amistad y el trabajo de este dúo maravilloso? Están en lo correcto, hablo de “El joven manos de tijera” que, entre otras cosas, es quizá mi actuación favorita del mago Depp. Ah, un agradecimiento especial al comentario de Martincho de “Lo importante es el concepto” (en nuestros links), que estoy todavía actualizándome con todos los posts que escribió durante mi ausencia en el verano. Saludos ;)

La crítica de “Edward Scissorhands”, a continuación.

“Edward Scissorhands”

Si alguien me preguntara cual es mi banda sonora favorita de un film, diría instantáneamente “Edward Scissorhands” de Danny Elfman. La gente normalmente no recuerda las bandas sonoras, pero no hay manera de que alguien se olvide de la introducción musical del film de Tim Burton y todos sus grandes momentos que parecen un sueño. “Edward Scissorhands” podría ser el sueño de alguien: uno de esos sueños largos de los que no nos queremos despertar.

Carolina Thompson, una mujer muy dotada, creó la historia de este film luego de trabajar con Burton en “El extraño mundo de Jack”; recientemente ha escrito “El cadáver de la novia”. Las tres piezas son de una naturaleza fantástica que probablemente no encontraríamos en la esquina de casa, pero eso es igual con casi cualquier film de Tim Burton.

Edward es el clásico ‘extraño’ de Burton, un personaje que encaja en sus películas aunque venga de la vida real o de una fábula. Básicamente, él tiene manos de tijera, y cuando una simpática mujer (la Peggy de Dianne West) lo conoce, se lo lleva a su casa para convertirlo en parte de su familia…Cuáles son las posibilidades? El padre (Alan Arkin) es un viejo estricto y gruñón, el hijo (Robert Olivieri) es un chico muy curioso; la hija es la adolescente perfectamente hermosa Kim (Winona Ryder, por supuesto) quien, cuando conoce a Edward, lo mira de una manera muy especial.

Pronto, Edward ecuentra un lugar en el barrio extremadamente supersticioso de Peggy y se relaciona con sus habitantes extremadamente exagerados. Porque, como cualquier otro ‘extraño’, Edward tiene un talento; puede hacer cosas mágicas con las tijeras (darle forma a las plantas, cortar cabello de gente y animales), lo que puede ser positivo y negativo, excitante y peligroso…No queremos verlo a Edward triste o enojado; pero así es como se siente porque, como Pinocho quería ser un niño de verdad, él quiere tener manos de verdad.

Éste deseo crece más aún cuando descubre que tiene una razón fundamental para lograrlo: alguien con quien compartir su corazón, sus sentimientos de amor. Con todos estos elementos en su lugar, la película nos lleva a un corto pero emocionante viaje de emociones poderosas que cambian frecuentemente; y de ahí es de donde viene la magia.

Junto con Thompson, aquí Burton muestra su capacidad de ir desde un estado de ánimo cinematográfico a otro en minutos: va desde el humor a la tristeza, desde la tristeza al romance, desde el romance a la tragedia y desde la tragedia a la completa locura. Es verdad que la narración no fluye también, pero en “Edward Scissorhands” es una característica que ayuda, mayoritariamente por lo que expliqué recién.

Además de esto, los mejores momentos de la película vienen de la extraordinariamente minimalista interpretación de Johnny Depp, que marcó el camino para el resto de los personajes principales clásicos de Burton (“Ed Wood” que lo vemos mañana, Ichabod Crane, Willy Wonka) y los convirtió en usuales colaboradores; del don de Winona Ryder para crear inocencia y, sí, la perfecta música de Danny Elfman.

La última vez que la vi, una amiga dijo: “Es una obra maestra”. Puede que no sea la obra maestra de Tim Burton, pero es una obra maestra por si sola.

Nota: Se entiende que cuando hablo de "banda sonora", hablo de partitura o música original

---9/10

PD: Si no leyeron la última “Rareza de la semana”, vayan un poquito más abajo para echarle un vistazo..Vale la pena!

Saturday 1 March 2008

Rareza de la semana

Para culminar con la primera semana del mago Depp, quiero arriesgarme a traerles algo maravilloso. Una historia que va más allá de la imaginación humana y atraviesa todos los límites de los sueños y la realidad. Un film que es mejor que el último que vimos de Depp y una actuación de Johnny que también es mejor. Aunque aquí también hay que dejarse llevar.

Hay que buscarla y conseguirla, pero “Sueño de Arizona” es una rareza que vale la pena.

La crítica de “Arizona Dream”, a continuación.

“Arizona Dream”

Algunas películas funcionan solamente si nos dejamos llevar por ellas. Nos presentan un mundo de imaginación surrealista que viene de la mente de sus creadores. Son difíciles de ver, especialmente cuando mezclan personajes reales que viven sus vidas a veces despiertos, o dentro de un gran sueño o de sus propios sueños (creo que esto es como algo que escribiría Grillo, jejej :D)

Axel Blackmar (Johnny Depp) es un soñador, y un inusual ejemplo de elecciones personales. Sus padres murieron y se fue a Nueva York, a trabajar con peces. Podría haber vendido autos con su tío Leo (Jerry Lewis), pero está ahí, hablando con voz monótona acerca de lo que hace.

Quizá fue un simple sueño, donde un esquimal atrapa a un pez con dos ojos de un mismo lado, y le dice a sus hijos que salgan afuera con el perro para que él y su mujer puedan…Y el niño y su perro dejan ver un globo naranja que parece ir por el cielo desde Alaska a Nueva York, donde Axel duerme en un camión. “Despertate, Colón”, las palabras de su madre y la esperanza de Axel de encontrar algo en la tierra ya descubierta por el hombre.

Junto a los peces que vuelan por el aire, nos unimos a Axel para ser el padrino de la boda de su tío. Con su amigo Paul Leger (Vincent Gallo), las incansables charlas van desde las películas hasta filosofías acerca de las tortas, pasteles y bananas. Paul es un actor: “Tengo una gran actuación este viernes”, dice. “Es una audición”, le dice Axel para humillarlo. La verdad es que ni siquiera es una audición. Lo que vive Axel es una historia para nostros, pero para el personaje es un redescubrimiento personal y un replanteamiento de las decisiones de su vida.

Cuando ve a Elaine (Faye Dunaway) siente algo muy fuerte, pero no sabe como llamarlo. Días después se convierte en el amante de una mujer décadas mayor que él. La hija de Elaine, Grace (Lili Taylor), también está allí, y no pasa mucho hasta que Axel se encuentra en un acertijo entre el corazón de dos mujeres que, como las describe él, son “demasiado similares y grandes para estar en el mismo mundo”.
La historia y el guión de David Atkin llega plagado de frases que podrían salir de la boca de un lunático, pero encajan en el contexto del film y retuercen nuestra cabeza al máximo. “Tengo que escalar…es un largo camino a la luna”; “Viviré para siempre hasta convertirme en una tortuga…tienen vidas infinitas”, además de escenas de conocidas películas en momentos cruciales…Qué música (Goran Bregovic)! Qué edición (Andrija Zafranovic)! Qué fotografía (Vilko Filac)!

Qué director! Conocido por su originalidad, el reconocido Emir Kusturica le pone su propia firma a su película, colaborando en la historia que también debe haber soñado en parte; dándole vida al sueño con su cámara voladora, llena de giros inesperados y enamorada de sus alrededores. Lo que consigue son palabras mayores, aunque no todos podrían entenderlo y, consecuentemente, apreciarlo.

Sus actores…Jerry Lewis en una total comprensión de su personaje, y tan envuelto en su trabajo que es difícil de creer. Tan agradable en uno de esos roles a los que no le damos mucha importancia. Faye Dunaway…Wow! Pudo trabajar con algunos de estos actores más tarde, pero aquí, como una mujer grande, mantiene esa virtud de crear unicidad, con sus risas, sonrisas y su manera de decir las cosas. Lili Taylor tiene el personaje más interesante. La hija silenciosa que podría estar loca pero no se sabe del todo. Con imaginación y libertad, Taylor logra un personaje creíble y no lo sobreactuado que podría ser. Vincent Gallo, a quien respeto más como un director y actor que hace lo que quiere; la habilidad que tiene para elegir sus papeles es visible aquí, mientras que brilla sin luces que lo ayuden. Una gran actuación que sus fans no deberían perderse.

Pero Depp…Cómo lo puedo explicar? Lo he dicho mucho, sí, pero lo repetiré. Es como un mago, pero no con las cartas y el sombrero y los trucos. Lo es con su cara, sus miradas, su modo de hablar, su perfección de movimiento…Pero no es algo realmente técnico: “En el mundo de la actuación, Johnny Depp es un mago”. Estoy seguro que todavía tiene mucha magia para nosotros, pero éste es uno de los primeros films donde nos hizo conocerla.

En una escena, Paul (Gallo), actor, pide que nadie toque su cara, porque es importante. “Pensás que le tocan la cara a Brando? Pensás que se la tocan a Pacino, a De Niro?”. Ustedes creen que le tocan la cara a Johnny Depp? No sé en ese entonces, pero ahora no; y si lo hicieron antes, no deberían haberlo hecho.

---9/10