Tuesday 28 April 2009

Ese interesante ser humano (“El despertar”)

Hay personas, que andan sueltas por la vida. No durmiendo como acá en Buenos Aires… Hablo de gente mucho más despierta; tan despierta que todos sus sueños ocurren de día. Gente que no puede dormir, que siempre tiene algo en la cabeza, que siempre tiene un concepto creado que vive con la posibilidad de recrearse una infinidad de veces. Supongo que una de esas personas debe de ser el guionista Charlie Kaufman, si no me equivoco.


Nadie nunca sabrá qué exactamente da vueltas en la mente de ese ser creador de intrincados argumentos cinematográficos; al menos nadie más que él. Claro está que, aunque pareciera que cada uno de sus guiones ofrece una respuesta a esta interrogante, no es realmente así y no creo que sea la idea. Pero esta semana, con motivo del anuncio oficial del estreno de su ópera prima, “Synecdoche, New York” (ojala nadie cambie de idea acerca de esto y, nota personal a Damián de Haedo: ni siquiera pude leer su post acerca del film por miedo a cualquier negativa…Es demasiada la expectativa que tengo con él), les traigo dos momentos de la carrera de Kaufman (sí, el individuo de la foto); hombre que para unos cuantos debe ser un loco (por ahí viene la encuesta). El primero, “El despertar”, el que le trajo al mundo su primera creación: “Quieres ser John Malkovich”.

La crítica de “Being John Malkovich”, a continuación.

“Being John Malkovich”

Es muy posible que el cine no vuelva a encontrar un escritor como Charlie Kaufman jamás, y si lo hace, será alguien muy similar. Kaufman no conoce límites ni finales (créanme, sus guiones nunca terminarían si pudiera tomar esa decisión) y piensa, como guionista, en crear material que al final del día es puramente cinematográfico. Por suerte, siempre ha encontrado directores aptos para darle vida a sus palabras: Michel Gondry y Spike Jonze (perdón, George Clooney no cuenta porque el guión de Kaufman para la primer película del actor/director es adaptado).

En "Being John Malkovich", la imaginación de Kaufman toma vuelo y las imágenes se van volanto junto a ella. La intención del escritor no es despertar preguntas de naturaleza filosófica, hasta metafísica. Hay una escena en la que Craig (John Cusack), el protagonista del film, le explica a Maxine (Catherine Keener) acerca de un portal que encontró y que conduce a la cabeza de John Malkovich. Le cuenta que entró al portal con un pedazo de madera y volvió sin éste y, porque está extrañamente enamorado de ella, trata de impresionarla diciendo un discurso acerca de cómo esto podría cambiar su vida.

Es en ese discurso que Craig pregunta, una detrás de otra, preguntas filosóficas que son una clara broma; hecho que puede evidenciarse porque Maxine se está riendo de él. El pobre tipo, un artista de marionetas, no ha podido impresionarla y vuelve a la casa a hacer una marioneta de sí mismo y otra de Maxine, sólo para recrear un encuentro sexual imposible. En la casa lo espera su mujer Lotte (Cameron Diaz), una especie de veterinaria o amante de mascotas que tiene un perro, un loro, un chimpancé y quien sabe qué más dentro de la casa.

El desarrollo de personajes es perfecto. Maxine es fría, desinteresada, difícil de impresionar y al mismo tiempo misteriosa; una 'femme fatale' de oficina que Keener personifica a la perfección. Craig es inseguro, depravado, depresivo, casi un artista enfermo; y su mujer es bastante como él (tanto Cusack como Diaz entregan, quizá, sus mejores trabajos). Lo que hace Kaufman es desarrollar un clásico triángulo amoroso y lo pone a John Malkovich en el medio, como la conexión de los tres jugadores; un vehículo para la realización de sus pasiones.

Podría haber sido cualquier otra persona, pero el hecho de que el actor es famoso funciona como un dispositivo de la trama para algo crucial, y esto es que la gente paga para ser John Malkovich por 15 minutos. Entonces, no hay meditación filosófica alguna en "Being John Malkovich", sólo un guionista dotado metiéndose con sí mismo y automáticamente metiéndose con nuestras mentes también. Esto significa, por supuesto, que hay un momento en el que todo se va un poco al diablo; pero podemos aceptarlo.

Igualmente, si les interesa buscar un tema, sería más 'psicológico'. Hay mucho en el film que Kaufman llevó luego a cada uno de sus guiones; cosas que mencionadas por separado dan más miedo que los divertidos paseos visuales que los directores nos hacen experimentar: obsesión sexual, memorias de la niñez y otras cosas que están escondidas en el inconciente. Es delirante, pero en una escena hasta vemos un acercamiento de un chimpancé que un segundo más tarde está recordando la experiencia más trágica de su infancia.

---8/10

Sunday 26 April 2009

Rareza de la semana

Y que rareza de semana esta que se termina. Como pocas, la verdad...Y la gente sigue durmiendo mucho. Un saludo desde aquí para el gran Philip Seymour Hoffman!

La crítica de "Next Stop Wonderland", a continuación.

"Next Stop Wonderland"

Uno de los objetivos de mi vida es ver cada una de las películas en las que aparezca Philip Seymour Hoffman. Estoy enamorado de su forma de trabajar; su lenguaje corporal y más que todo su voz. Aunque sueno exagerado, es algo que intento hacer, y me lleva a piezas peculiares, como "Next Stop Wonderland".

Hoffman no es un jugador importante en el film, aún cuando aparece al comienzo. Interpretando a Sean, está abandonando a su novia Erin (Hope Davis), la protagonista del film. Cómo los realizadores han creado a Erin es remarcable. No se ven tantos personajes tan bien redondeados como éste. Es excéntrica, fuerte, y ahora extremadamente deprimida al ser abandonada por el hombre que ama. Pasa sus días solitarios leyendo frases aleatorias en un libro escrito por su padre. Le encanta eso.

Sin embargo, su elegante madre Piper (Holland Taylor) pone un anuncio en el diario, proponiéndola como una soltera, salidora, encantadora y linda mujer que busca pareja. "Esa no soy yo mamá...Sos vos!", Erin le dice gentilmente a su madre. Ahora Erin se encuentra con llamadas y mensajes de hombres cuyas edades comienzan en 30 y terminan en 50.

Seguidamente, Erin se encuentra con diferentes hombres en un bar (en una secuencia), y tratan de conquistarla con frases metafóricas, sin conocer a los autores que ella conoce de memoria; comentarios 'culturosos' que ella sabe que son trillados, y en un caso particular varias palabras dulces que terminan en un anillo de bodas cayéndose de una billetera. Esta escena muestra el talento cómico del director Brad Anderson y su colaborador autoral Lyn Vaus. También muestran otros talentos, como el dramático, ya que mantienen a sus personajes lo suficientemente reales para que entendamos como se sienten cuando les suceden cosas.

Algunos tipos están haciendo una apuesta para conquistar a Erin. Uno de ellos es el hermano de Alan (Alan Gelfant). Aunque parece ser otro lado del mundo, es en la misma ciudad de Erin en la que este Alan trabaja en un acuario mientras estudia para volverse más sabio en el asunto. Ya es un tipo grande, pero es culto como pocos a su alrededor y apasionado de lo que hace (un poco como Erin, no?). Aún cuando Erin y Alan son tan similares, ninguno sabe que el otro existe. Probablemente se han cruzado un par de veces, pero mientras Alan experimenta una relación con una chica más joven que dice amarlo, Erin es 'abordada' por cada hombre mayor en un bar y casi seducida por un "latin lover" brasileño...Pero no parece estar bien.

Brad Anderson ama a sus personajes y cuando su cámara se mueve rápidamente en algunos momentos y lentamente en otros, nos damos cuenta que le importa en trabajo de sus actores. Es por eso que Hope Davis brilla en este rol, que es cómico y diferente a lo que generalmente nos entrega. Además está Alan Gelfant, que habla y se parece a un joven Sylvester Stallone pero con más dotes cómicos de los que éste soñó toda su vida.

No se molesten preguntándose si estos dos personajes merecen estar juntos porque es así. Pero a 100 minutos de film, Brad Anderson se para en Wonderland y confronta a sus protagonistas. Es tan original y tan alejado del modo de filmar típico que no les va a dar lo que están esperando, como hacen todos. Lo dejará para su imaginación, queridos Sospechosos.

---7/10

Thursday 23 April 2009

Recomendaciones

La gente duerme poco acá en Buenos Aires, o al menos me da esa impresión. Si duermen poco, como yo, porque tienen muchas ocupaciones, tómense un tiempo para ver algunas buenas películas...alquilen lo que ha hecho Philip Seymour Hoffman. Por ahí con esto, que no es todo, alcanza y sobra. La voy a hacer corta igual ;) Nota: Aquellas que están en verde se dirigen a las críticas aquí en el blog.


-Scent of a Woman (Perfume de mujer): Es uno de los primeros papeles de Hoffman; hace de un niño malcriado que quiere salvar su pellejo y futuro a toda costa. Un cagón digamos, pero la mano está ahí.

-Next Stop Wonderland: La participación de Hoffman no es importante, pero la película sí. La tendremos acá en un par de días como "Rareza de la semana".

-Boogie Nights: En esta locura de P.T. Anderson, el gran actor no es más que un títere más de los que maneja el delirante titiritero; pero la película vale la pena.

-The Big Lebowski (El gran Lebowski): La comedia de los Cohen lo tiene a Hoffman en un papel insólito, un secundario que todo actor debe hacer en algún momento de su vida. Por suerte, el Gran Philip lo sortea con creces.

-Patch Adams: Todavía una de mis pelis favoritas, el film de Shadyac no es sólo grande por la personificación de Robin Williams. Verlo a Hoffman en toda su calidad emotiva y en una actuación que toma un giro impredecible es una verdadera bendición.

-The Talented Mr. Ripley (El talentoso Sr. Ripley), Cold Mountain (Regreso a Cold Mountain): Memorables films...Memorables caracterizaciones, una quizá más que otra...Se lo extraña a Minghella.

-State and Main (Cuéntame tu historia): Por ahí no lo detallé en mi crítica, pero aquí Hoffman hace un papel muy complejo, ya que tiene que componer a un hombre que es más o menos un genio pero realmente no cree en sí mismo (lo opuesto a su Truman Capote, como si fuera poco). Con la ayuda de otros, y mediante la mano y otras cosas más, su Joseph se va afianzando y gana esa confianza.

-Almost Famous (Casi famosos): Un papel hecho a su medida. Una corta aparición digna de uno de esos actores experimentados que hoy de vez en cuando hacen maravillosos papeles de cinco minutos. Un legado de sabiduría.

-Love Liza: El desesperado extravío de un hombre que se ha quedado sin amor. Muchos matices, muchas capas. Gran actuación.

-Punch Drunk Love (Embriagado de amor): El film en sí es una rareza en la filmografía de P.T. Anderson, que no deja de tener su toque maestro. Hoffman, una vez más, en un par de minutos, hace historia. Acá está la mano, acá está la vida...Pasen!

-Red Dragon (Dragón Rojo): Hace una aparición importante, pero no fundamental en su carrera. Igualmente la peli es buena.

-25th Hour (La Hora 25): Para Tote Auche y Agus Castelli. Esta peli al final de día es un 9, y lo de Hoffman es otra maravilla. Sin palabras.

-Owning Mahowny: Otra maravilla más. Esta vez más contenida, más meditada. Dan Mahowny es un hombre que para sus afueras demuestra una tranquilidad y un dominio de todo lo que hace que es irreprochable. Pero por adentro, es un tipo que está mal..Muy mal.

-Along Came Polly (Mi novia Polly): No es una buena película, tampoco es mala. No hay ninguna duda de que Hoffman le da vida...Y Jennifer Aniston. Pero no puedo dejar de pedirles que miren esto.



-Misión Imposible 3: Aquí sí, Hoffman es lo único que jamás valdrá la pena.

-The Savages (La familia Savage): Una mezcla de la locura que a veces nos da y la ternura que hasta en sus roles más malévolos nos sabe regalar. Genial.

-Before the Devil Knows You're Dead (Antes que el diablo sepa que estás muerto): La vi en el cine. Les regalaré la crítica algún día. Lo del gran Philip acá también es muy, pero muy bueno. Ya no puedo detallar más.

Tuesday 21 April 2009

La historia de un grande (“La ratificación”)

Llegado el punto de tener un premio de la Academia en su repisa, un actor a veces descansa, otras no. Tomemos el caso reciente de Javier Bardem: luego de llevarse a casa el codiciado premio, pospuso sus vacaciones con Penélope Cruz y comenzó a trabajar con un interesante director mexicano. El otro lado de la moneda, el descansar, no hace referencia a no actuar para nada, sino a elegir o no los papeles adecuados luego de semejante hecho. Jamie Foxx, Jennifer Conelly, Forest Whitaker son nombres de recientes ganadores de Oscar que no han sabido elegir papeles interesantes luego de semejante hecho.

El caso del Gran Philip Seymour Hoffman no es ninguno de los dos anteriores. Con el Oscar salidito del horno, nos dio uno de los grandes villanos del cine reciente (en la tercera entrega de “Misión Imposible”, aquí mi crítica) para luego hacer dos papeles que funcionarían como ratificación de su muy merecido reconocimiento: John Savage, en “La familia Savage” (aquí mi crítica) y Gus Avrakotos, lo mejor de una “Juego de Poder” que funciona y la razón de una segunda nominación al Oscar. Para finalizar con el maestro, esta es la peli que les traemos hoy.

La crítica de "Charlie Wilson's War", a continuación.

"Charlie Wilson's War"

Una vez más. Mike Nichols trae a las salas una película que, como "Closer" (aquí mi crítica), no es para todos. El film mencionada es un relato dolorosamente honesta de dos parejas y sus problemas; "Charlie Wilson's War", el nuevo film de Nichols, es una comedia política tan difícil de seguir como "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Una vez que comienza, no para; para gente muy mayor tiene mucho diálogo y para adolescentes de 14 años contiene mucha política...A mi hermano le costó.

"Charlie Wilson's War" cuenta la historia del congresista Charlie Wilson (Tom Hanks) y las cosas que hizo para ayudar a Afghanistan a destruir a los rusos durante la Guerra Fría; y eso es en forma resumida. Los primeros cuarenta minutos las políticas son serias e inteligentes, aún cuando la primera escena lo muestra a Wilson en un cuarto con strippers tomando cocaína y su oficina está llena de mujeres despampanantes ocupando posiciones importantes, con muchas responsabilidades.

Pasados esos cuarenta minutos, la inteligencia continúa pero la seriedad se diluye y es reemplazada por sátira cómica pura. Pueden discutir lo que quieran, pero la única cosa seria en la película desde ese momento es su contexto histórico, porque el resto es el don de Aaron Sorkin para hacer a la gente reír y un elenco de la puta madre.

Es lindo ver un film en el que todos están jugando el mismo juego; donde están dentro del juego y saben cómo jugarlo. Mike Nichols logra esto cuando dirige; en "Closer" resultó en drama, pero sus cuatro actores estaban totalmente conectados. Aquí orquesta lo opuesto, poniendo a tres grandes actores en pantalla pero haciéndolos compartir pocas confrontaciones; sin embargo el resultado es el mismo, sólo que en vez de llorar, reímos.

¿Cómo rechazar una risa cuando el Gran Philip Seymour Hoffman está de vuelta en la comedia y en su mejor forma con 'la mano' en su lugar? Les dije la vez pasada que les iba a contar de 'la mano'. No sé si lo han notado, pero en cada uno de sus papeles se las arregla para encontrar un momento en el que pone una de sus manos en una posición determinada; siempre es la misma y es una marca registrada del actor. De todos modos, es un monstruo y dar detalles de su trabajo aquí es en vano. Sin embaargo, podría ser la única razón para realmente ver el film.

Tom Hanks hace un buen trabajo, mayormente en las partes en las que parece un tipo común y se aleja de los personajes con grandes experiencias de vida que está tan acostumbrado a interpretar. Su Charlie Wilson no tiene sufrimiento; conoce de su propia ignorancia y sabe que hay millones que pueden hacer su trabajo mejor que él, pero lo lleva a cabo y se divierte.

¿El regreso de Julia Roberts a la pantalla grande? No es la gran cosa, en serio. Se ve bella y juega el juego del que les hablé, pero si han visto "Closer" sabrán que Mike Nichols puede sacar mucho más de ella. Ahora, si Nichols tiene éxito con un guión cómico y hace lo mismo con uno dramático, imaginen lo que podría hacer si consigue algo realmente bueno que combine ambas cosas. Lo ha hecho en el pasado. Ah, y Sorkin también puede hacer a la gente llorar ("Studio 60 on the Sunset Strip", "The West Wing").

---7/10

Monday 20 April 2009

Feliz Cumple!

Llego un poco tarde, pero no me quería quedar afuera y espero que ella me perdone. Un corto deseo de feliz cumpleaños para la mujer y actriz más bella del mundo: Kate Hudson.


Si quieren ver cuanto admiramos aquí a esta hermosa persona, apreten sobre las letras verdes.

Saludos Sospechosos!

Saturday 18 April 2009

La historia de un grande (“El reconocimiento”)

Aunque así parezca, no son tantos los actores que se ganan uno de los reconocimientos más importantes del mundo (hablo del Oscar, aunque para los actores el SAG también vale) la primera vez que se los nomina para ello. Bueno, es el caso del Gran Philip Seymour Hoffman, luz iluminadora de cualquier proyecto en el que participa (todavía no han leído las Recomendaciones que estoy preparando créanme).

Funcionando como productor ejecutivo, Hoffman entendió que con “Capote” tenía el papel de su vida. Por suerte, varios más entendieron que también era una película (y una muy buena) antes que la demostración total del talento interminable del actor. Aquí su reconocimiento, crítico, profesional y en el circuito de los premios, aunque ya había estado nominado para varias cosas en varios lugares por otras maravillas más independientes.

La crítica de “Capote”, a continuación.

“Capote”

Lo admiro tanto al Gran Philip Seymour Hoffman que recuerdo pequeños momentos de algunas de sus películas a veces, y me empiezo a reír. Tengo esta imagen pegada en mí, pero no por el actor en persona, sino por los personajes que crea y la impresión que dejan en mí.

El nené de papá en "Perfume de mujer", el poco placentero doctor en "Patch Adams", el singular Freddie en "El talentoso Sr. Ripley" (esa es "la mano"; a ver cuando les cuento..), el lunático crítico musical en "Almost Famous" (aquí mi crítica), el varado viudo en "Love Liza", el periodista chusma en "Dragón Rojo" (aquí mi crítica), el jefe temperamental en "Punch-Drunk Love" (aquí una mención de Alejo); imposible olvidarse de Dan Mahowny en "Owning Mahowny"...Ahora Truman Capote.

Una actuación es más reconocida cuando retrata algo fuera de lo común que algo normal; de ahí que un personaje como el controvertido Capote llame la atención. El cambio que el actor enfrenta es remarcable, pero a veces hay más que un cambio físico. No sirve dar explicaciones, pero la transformación de Hoffman es completa; y eso es lo que cuenta de veras.

Se puede ver en la forma en que pone el cigarrillo en su boca, la forma en que agarra el telefono, o en cómo camina y posiciona las partes de su cuerpo; ni hablar de su voz y forma de hablar: es perturbador. Descubrimos más acerca del personaje a medida que pasan los años. Tiene una sola amiga que ha estado con él siempre: Nelle Harper Lee (una entrega sin fallas de la siempre buena Catherine Keener); ambos se entienden a la perfección... "Yo no miento", él le dice. Pero sí lo hace; es un periodista. En el momento en que la película lo encuentra, era una celebridad, y es gracioso verlo como es, alrededor de sus colegas, contando chistes, siendo la atracción. Se le tiene un respeto tremendo.

"A sangre fría" es el nombre de su incompleto libro que cuenta la historia de una familia asesinada por Perry Smith (Clifton Collins Jr., no se olviden de él) y Dick Hickock (Mark Pellegrino). "Es el libro de no ficción de la época", declaró Capote. Que significaba 'no ficción'? El escritor estaba creando un género en el mundo de las novelas, hoy día la 'novela periodística'. "Esto cambiará la forma de escribir", William Shawn (Bob Balaban) le dijo. El film cubre los cinco años que le tomó a Capote escribir el libro. Los hechos son detallados; el guión de Dan Futterman es preciso y fiel al personaje principal...Quiero decir, son cinco años en una hora y media.

Capote se involucró mucho con Perry Smith mientras trabajaba, cuenta la película; su pareja Jack (un desperdiciado Bruce Greenwood) pasaba tiempo solo en España mientras el escritor viajaba a Kansas casi inconcientemente, hasta el punto de despertar en trenes de una forma en la que uno puede darse cuenta que no sabe ni dónde está. Aunque había emociones en el medio, el hombre conocía su prioridad. Se metió en los archivos privados del detective Alvin Dewey (genio Chris Cooper) por la confianza que la mujer del detective tenía en él. Esto podría haberle traído consecuencias, de hehco, cualquier cosa podría haberlo hecho.

De una forma u otra, toda historia termina... "Capote" elige la pantalla en negro para cada situación. Confía mucho en su propio material, porque debería. Su director, Bennet Miller, presenta a su bebé (Futterman y Hoffman lo ayudaron a que se hiciera realidad). Aquí hay un hombre que entiende y, aún mejor, aprecia los silencios. Observa (atestigua) los paisajes con la cámara, se centra en sus personajes con planos fijos, nada de música; los deja hablar. A veces observa lo que hay alrededor; pero luego, cuando hay algo que es mejor que no sea escuchado, la música suena...Y ahora habla.

Es un alivia cuando de vez en cuando ves un film y sabés que la gente involucrada en él quería hacerlo. Philip Seymour Hoffman sabe (y dijo) que este era el rol de su carrera, pero eso no significa que sea el mejor; él lo sabe. Pero en "Capote", no hay un momento sin su presencia, es una muestra del talento del hombre: él lo agradece...Yo estoy personalmente agradecido.

Con las últimas líneas, la película deja escrito un epígrafe. Piensen en ello, y traten de estar en el lugar de Capote. Él quería que sucediera; no lo pudo manejar.

---8/10

PD: Para Brunito, por los viejos tiempos

Wednesday 15 April 2009

La historia de un grande ("El primer encuentro")

El título que da origen a las importantes películas que veremos estos días es totalmente subjetivo. Su primera parte habla de la ‘historia’ de alguien, de un actor. En realidad no sé su historia (no sé si se hacía antes, pero hoy no se averigua tanto de los actores; los vemos en la pantalla y punto… a no ser que seamos muy cholulos), pero les voy a contar mi historia con respecto a él y su trabajo. La segunda parte también es subjetiva, ya que para en mi opinión el señor en cuestión es un grande.


Ah, perdón. Si ven la foto por ahí se den cuenta que pretendo hablarles de Philip Seymour Hoffman; uno de los más importantes actores de cine de la actualidad y seguramente de toda la historia de la pantalla grande, que no ha hecho más que cine y si ha participado en algo televisivo ha sido algo muy similar al concepto cinematográfico (se viene a la cabeza lo más reciente, la magnífica “Empire Falls” de HBO).

He visto casi todas las películas de Hoffman, y en gran parte es responsable de algunos de mis primeros acercamientos a un cine independiente americano contemporáneo. Films como “Love, Liza” o “Owning Mahowny” son una plataforma de lucimiento para un actor que no le teme a los restos, que tiene rasgos distintivos y que hoy, más que nunca, parece poder hacer lo que se le cante… Por suerte.

Pero no nos apuremos, porque la idea era contarles mi historia con él. Y es que en realidad es muy simple. Los tres films que veremos en los días venideros son importantes porque tienen que ver con mi relación; si son importantes en sí (quizá uno lo es) me resbala bastante. Se entiende? Por eso quizá no son los más adecuados para mostrar el talento del gran actor, pero sí los fundamentales para su historia y, como ya dije, la mía. Tres distinciones: “El primer encuentro”, “El reconocimiento”, “La ratificación”.

“El primer encuentro” es para mí, “Cuéntame tu historia” (esa es su traducción, claro), de David Mamet. Espero disfruten del maestro.

La crítica de “State and Main”, a continuación.

“State and Main”


Estuve, por siete años, esperando para ver este film. Siempre cuento la historia de aquella vez que fui con unos amigos al cine y convencí a todos de ver este film y una vez dentro de la sala todos se querían ir porque no les gustó lo que estaban viendo, pero yo me quería quedar porque me estaba gustando mucho.

Y porque creo que hay un tiempo para las películas y que llegan cuando llegan, acabo de encontrar "State and Main" de David Mamet y, por suerte, me ha gustado mucho. Seguro, es una película especial, pero no en el sentido de que no es para todos. Es una película fácil de llevar, con una línea de desarrollo clara y simple, lindos paisajes y una cinematografía que no tomo riesgo alguno; pero podría meramente recomendar, con entusiasmo, que quien la vea asuma un compromiso.

Que quiero decir con esto? Bueno, que si prestan más atención que lo normal deberían disfrutarla mucho. El tema es que "State and Main" es una película acerca de una película, y está escrita por David Mamet, hecho que naturalmente la hace no cualquier pelicula acerca de una película. Tomaré un riesgo y diré que esto está basato en una de las obras teatrales de Mamet (no comprobé esto), porque se ve muy teatral, pero con el excepcional elenco (la genio Avy Kaufman al mando del casting) y la cambiante partitura de Theodore Shapiro, nos olvidamos rápidamente de ello.

No nos olvidamos, sin embargo, lo que originalmente puede haberse derivado de una obra; y eso es el uso del lenguaje por parte de Mamet. Desde la escena uno, donde un doctor se encuentra a un paciente en la calle y Walt (William H. Macy) discute con su 'crew' acerca de dónde han acabado (un pueblito), el escritor/director establece un estilo en su guión que sentimos durante todo el paseo y que contiene ciertas características: ingenioso, directo, humorístico y, en momentos sorpresivos, reflexivo y profundo.

Walt es un director que viaja a filmar una película a Waterford, Vermont; el lugar donde han acabado: el medio de la nada. El hecho de que Waterford sea un pueblo en el que todos tienen una gran sonrisa en su cara y no parecen tener problemas (la perfecta trabajadora adolescente de Julia Stiles; la amable y adorable Annie de Rebecca Pidgeon; el alcalde de Charles Durning), ayuda a establecer un contraste con el neurótico director y su 'crew' hollywoodense: el manipulador e imparable productor Marty (un maravilloso David Paymer); el actor estelar que tiene un 'tema' con los (las) menores, Bob (el rol que Alec Baldwin conoce de memoria); la linda y estúpida actriz popular (Sarah Jessica Parker, en un rol que le sienta bastante bien); y el personaje con el que deberían implementar mi recomendación de prestar atención...El creativo e inseguro escritor del film, Joe, interpretado por el Gran Philip Seymour Hoffman.

Estereotipos? Por qué no alguno, o dos? Pero Mamet es tan dotado que, en vez de asumir que un personaje está estereotipado, les da líneas para que nosotros reconozcamos, a través de sus personalidades, el estereotipo que representan. Esto suena simple, pero no lo es. Es lo mismo que trato de decir acerca de "State and Main": se ve simple, y puede serlo; pero no tiene que serlo si ustedes lo deciden.

Si ustedes quieren, pueden ponerse en la posición de Joe, el guionista, y tratar de descubir la verdad, sea cual sea. Si quieren, pueden entrar como extraños al mundo de hacer un film y lo que tiene para ofrecer; a las aspiraciones y perspectivas políticas de un pequeño pueblo; a la tradición y las historias y el sentido de hogar de un pequeño pueblo. Mamet sabe todas estas cosas, y aquí a veces se frena: a veces se burla, otras hace alabanza, la mayor parte de tiempo no logra sentido alguno; pero todo este tiempo nos está mostrando estas cosas, en cualquier forma que quieran tomarlas.

¿Y qué es lo que hace esencialmente el cine?

---8/10

Sunday 12 April 2009

BAFICI: Ida y vuelta interminable

Perdón por la tardanza, están llegando semanas difíciles..Pero espero que realmente disfruten de este especial Sospechosos!


El Atlas de Santa Fe y el Hoyts del Abasto. Por varias razones, esas eran las dos sedes del festival 11 de Cine Independiente de la ciudad que me quedaban más cómodos y a las que ciertos días visitaba más de una vez. No sé que es lo más divertido de un evento como el BAFICI, se pelean posiciones ciertas cosas: ese ida y vuelta desafiante para llegar puntual a ver un film; la gente que uno conoce; la gente que, con reservas, decide acompañarte (gracias Ro!); la gente que uno se encuentra o, directamente, las películas.

De éstas vi muchas; 15 para ser exactos y, un poco como lo que hice el año pasado, trataré de reseñar brevemente cada una de ellas. Fue difícil comenzar a escribir: se está dando todo el ‘backlash’ (es decir, los comentarios que vienen apenas termina) del festival, con algunas polémicas interesantes que estuve tratando de seguir. Pero creo que lo importante es remontarme a todas esas imágenes que me tuvieron en una sala de cine a horarios impensados y decirles que el BAFICI sigue siendo algo que vale la pena, ya sean “espectadores artesanales” (en definición de Xavier Vidal) o no.

Para hacerlo más entretenido, las piezas van a estar divididas en grupos, que tienen que ver un poco con mi impresión sobre las mismas.

LA PRIMERA

-Wendy and Lucy, de Kelly Reichardt (2008, 80'), EE.UU
Sin antes haber visto nada de la directora, nos sumergimos en este film después del mediodía. Tierno como pocos, con un susurro musical en el fondo, la historia de una mujer que decide darle un vuelco a su vida y que involucra a su adorada perra en la travesía, fue una encantadora sorpresa. De esas películas en las que “no pasa nada” -como tanto me gusta decir- pero una intensa protagonista (Michelle Williams) y las acciones de la gente ordinaria que se encuentra en el camino, elevan al film algunos escaloncitos.

REFLEXIONES

-Les Plages d' Agnès, de Agnès Varda (2008, 110'), Francia
Aunque me sentí un poco afuera por no haber visto ninguno de sus films, esta suerte de documental biográfico de la directora francesa me encegueció, para bien. Tomando la playa como punto de partida, nunca tiene miedo de mostrarnos con total transparencia su trabajo. Con una voz muy cariñosa, nos muestra las razones de las escenas de ciertos films (y las escenas mismas), se pasea de un encuadre a otro y hasta nos lleva a la casa donde se crió en la actualidad (habitada por un ser particular), confesando que al hacer esa visita hizo un trabajo de filmación pésimo. Repito, no es un tema que domine -la Nouvelle Vague y todo lo que generó- pero Varda nos da tanta libertad y nos hace sentir una parte tan fundamental de su vida que es imposible no enamorarse de esa viejita.

-Achilles and the Tortoise, de Takeshi Kitano (2008, 119'), Japón
Otro viejito, Kitano. Pero el no quiere encariñarse tanto, sino que quiere reírse de él mismo y que nos riamos de (y con) él. Con la excusa de un niño que sueña ser pintor, la película no cobra vida verdadera hasta que el mismo Kitano aparece en pantalla en el rol principal y vemos sus continuas frustraciones por hacer conocido su arte. Créanme cuando les digo que este viejito lo intenta todo, y pone en riesgo su vida y la de su familia. No es saludable tal sacrificio, sobretodo cuando hay personajes de mierda (no ‘malos’, sino de mierda) que jamás le darán una oportunidad. Mientras tanto, y quizá excediéndose, el viejo reflexiona; sobre el arte (dónde y cómo pararse para pintar algo), la vida (qué es y por qué la damos), el amor (cuánto puede soportar) y el cine (que es todo, ¿no?). La música de Yuki Kajiura es fantástica.

-Aquele querido mes de agosto, de Miguel Gomes (2008, 147'), Portugal.
No sé si se permite colocar a un cineasta tan joven en una posición de reflexión, pero Miguel Gomes, desde el comienzo del film que ganó el premio a mejor película, se para desde afuera. Al hacer una película sobre tipos que hacen una película, cuyos participantes a la vez están viviendo otra ‘especie de’ película (con historia de amor joven incluida), es innegable que su ambición es enorme. Cualquier film de este tipo atrapa a un amante del cine: planos largos y cuidados del paisaje; repetición de momentos desde diferentes perspectivas; personajes entrañables; risa, lágrimas, decepción en algún momento. No es un film perfecto, pero nos mantiene todo el tiempo reflexionando sobre ‘qué’ exactamente está pasando por nuestros ojos. Hay, y me dan ganas de contar, una o dos partes verdaderamente grandiosas, que incluyen a una viejita simpática, a dos jovencitos y un desfile y un final para el recuerdo. Pero consíganla, porque es un desafío y una prueba para cualquier persona que dice “amar el cine” en su naturaleza más pura. Si esto no les mueve un pelo, no vuelvan a hacer esa afirmación. También es un film musical; no porque la gente canta (que sí sucede), sino porque se vale de la música para dejar que se expliquen varios momentos cruciales; o que se sobre expliquen, pero de forma válida. Me quedé corto.

OPERAS PRIMAS

-Sita Sings the Blues, de Nina Paley (2008, 82'), EE.UU
El film de Nina Paley es animado y arriesgado. Que sea animado hoy no es algo nuevo; la revolución nos supera. Hay que darle el mérito a Paley por haberlo hecho completamente por su cuenta (se ríe de esto en los créditos) y por mezclar algo tan actual como la animación con algo tan mítico y épico como la historia de Sita (más precisamente el relato indio de “Ramayana”) y con algo un poquito más moderno como las canciones de jazz de Annette Hanshaw. Es algo que en ciertos momentos y por algunas secuencias musicales que suenan a relleno, flaquea; pero jamás había visto algo igual.

-Hunger, de Steve McQueen (2008, 96'), Reino Unido.
La primer película de McQueen me produjo sensaciones mixtas. ¿Qué quiere lograr el director con el film? Ilustrándonos algo que ya pasó y que los británicos conocen, logra inspirados momentos de tensión, giros impredecibles dentro de una linealidad imposible de escapar y una intensidad general que asfixia. ¿Pero para qué? ¿Para que podamos entender el sacrificio de un hombre? ¿Para que realmente lo tomemos como el mártir en el que, en tono de burla, un amigo de la iglesia le dice que se quiere convertir? Hay una charla entre el protagonista Bobby Sands (Michael Fassbender) y un cura (Liam Cunningham); es un plano fijo de casi media hora y da la impresión de que todo lo que McQueen quiere decir, lo dice ahí. Después hablan las imágenes (sin repetir, sino sólo creando atmósfera), poéticas y dolorosas. Pero el film como declaración (si es que algo de eso intenta recuperar el director) se terminó antes.

L’ AMOUR FOU


-Everyone Else, de Maren Ade (2009, 119'), Alemania.
Tenemos la sensación de haber visto la película de Maren Ade alguna otra vez. Una pareja joven que se escapa de viaje e intenta lidiar con sus problemas, que se presentan una y otra vez en diferentes maneras y que se acrecienta al máximo al encontrarse con otra pareja… La cámara sabe dónde pararse, los actores son los mejores que vi en el festival y hay una incómoda tensión que se traspasa hacia la audiencia. El problema es que todo está ahí, claro, imponente, a la vista. Si hay cosas que el film no dice las tenemos que inventar o imaginar, pero no parece que hiciera falta.

-La Frontière de l'aube, de Philippe Garrel (2008, 106'), Francia.
Una pareja un poquito más joven es la que protagoniza esta loca historia de amor y el primer film que veo de Garrel. Una señora que conocí me dijo que acá había dos películas, que era acerca del abandono el tema: un doble abandono. La explicación me superó, sobretodo cuando ella me comentó que supo inferir una delirante y momentánea referencia al mayo francés. Desde mi joven percepción, yo destaco una romántica investigación del amor, en la que dos personas se desafían (no tanto como los de “Everyone else”) mientras intentan averiguar qué es lo que están sintiendo y si realmente merece el nombre que se le suele dar. Garrel logra que defendamos a Francois, el personaje que interpreta su hijo, ya que la protagonista femenina tiene complejos importantes y en un momento me hizo pensar que el propósito del film era plantear si “alguien merece ser querido o no”. Pero después llega otra mujer, y la cosa cambia un poquito. Aún más cuando aparecen fantasmas…

-Nunca es tarde para amar/Cloud 9, de Andreas Dresen (2008, 98'), Alemania
Aquí también se vive el amor a flor de piel. La diferencia es que los enamorados tienen más de setenta años. Hay un problema con el film que, si bien es arriesgado y emotivo por momentos (nadie quita el mérito de los increíbles actores que improvisaron todos los diálogos), tiene contrastes muy marcados. Inge, nuestra vieja traviesa, engaña a su marido comportándose como una niña. Nadie le impide que se vuelva a enamorar, pero el film hace muy evidente la diferencia entre la vida aburrida que lleva con su esposo y la aventura (lo máximo que se puede sacar de la palabra a la edad mencionada) que le proporciona el nuevo amante. Eso no huele bien, y hay un golpe bajo e innecesario al final que lo hace peor. El film se acaba de estrenar comercialmente en algunas salas.

-Four Nights with Anna, de Jerzy Skolimowski (2008, 87'), Polonia
Otra de amor, pero de uno no correspondido; o que quizá si las cosas hubieran sido distintas podría haberlo sido. El elemento que juega a favor en el film polaco es algo de suspenso y de resolución policial. Algo que ocurre al comienzo del film marca un antecedente que le hace ruido en la cabeza al espectador sin nunca aclararse del todo. Además, el protagonista es uno de esos tipos bien raros, que actúa de la forma en que lo hace porque se le puede presentir un pasado oculto. ¿Qué es lo raro del tipo? Bueno, que se mete en la pieza de una mujer cuatro noches seguidas, inventándose un romance inexistente. La película llega hasta a niveles cómicos, cuando le preguntan por qué lo hizo, y responde: “Por amor”.

-Les Amours d'Astrée et de Céladon, de Eric Rohmer (2007, 109'), Francia
Rohmer da pie al último de los romances. La primer película que veo del célebre director muestra a dos pasionales amantes (Astrée y Céladon) que están separados la mayor parte del relato. Esta vez el amor es algo discursivo, algo que se analiza y se trata desde todos los ángulos posibles mientras estos personajes se anhelan en la distancia. Para algunos el amor es la unión de dos personas en una, para otros eso es una completa ridiculez; para Céladon es hacerle caso a lo que su amada le pide, aunque esto implique no poder tenerla cerca. La película parece desarrollarse en una época muy antigua, pero en estas divagaciones (quizá algunas están de más) sobre el amor y otros asuntos, Rohmer le hace un guiño al espectador actual, permitiendo que éste se ría gustoso de algunas idioteces. El final del film hace creer que todo ha sido un gran chiste.

MI TOP 3

-Delta, de Kornél Mundruczó (2008, 92'), Hungría

La mejor película que vi en el festival. En algún lugar de Hungría, un hombre aparece de repente, y pregunta por su madre. No sabemos qué hace allí ni por qué llegó justo en ese momento, pero al film no le importa, y nosotros entendemos que tampoco nos debe importar. El hombre se llama Mihail (Félix Laijkó), tiene dinero y se escapa a una cabaña para construirse una casa. Su hermana Fauna (Orsolya Tóth, la mujer más hermosa que vi en el festival y una gran actriz) decide ayudarlo, lo que luego implica escapar de su casa y de algunos personajes que no he mencionado por no revelar grandes y dolorosos momentos. La forma en que Mundruczó construye una tensión entre los dos hermanos es maravillosa: cómo se miran, cómo se hablan y se sonríen (al comienzo a lo lejos, después estando más cerca). Es más que una tensión meramente sexual, ya que el relato tiene muchas capas… Es como que cada uno ve una parte suya en el otro, como ‘eso’ que falta. Hay una importante cantidad de silencios y una belleza en las imágenes (en varios momentos acompañada por una excepcional partitura) que no es para nada pretenciosa. Pasan muchas cosas para lo poco que dura el film. El momento clave se da cuando todo se oscurece y ya no podemos saber lo que está pasando, aunque el final nos da una devastadora idea: la de algo que pudo haber sido grandioso. Es también una de las mejores películas que vi en mi vida, sin duda.

-Encarnação do Demônio, de José Mojica Marins (2008, 90'), Brasil
Casi a la medianoche, y con la sala del Atlas 1 llena, este film es para mí el equivalente de este año a “Sukiyaki Western Dyango”. Un film de género, con respeto a ese género pero también con la capacidad de burlarse del mismo. Con un protagonista único interpretado por el director, que es un hombre de mucho virtuosismo para crear escenas terroríficas que terminan en lluvias de sangre, la película no sólo recibió una ovación al final, sino al finalizar ciertas secuencias. Un despliegue visual para el goce del espectador; testimonio viviente de una leyenda y de algunas de las mujeres más calientes de las pantallas festivaleras.

-Excursiones, de Ezequiel Acuña (2009, 80'), Argentina.

No se puede decir tanto del tercer film de Acuña. Comparte elementos con “Nadar Solo” (su segundo largo no lo vi) y mantiene la línea que tan querido lo hizo por muchos. Acuña todavía es joven pero tiene una capacidad innata para llegar a un público mayor. Con este film, que tiene toques magistrales de comedia, lo demuestra. Y no es sólo eso en una película que realmente no se puede explicar. Es también la confianza total en los actores como creadores de una realidad que es tan real como la realidad misma, y que también es desprejuiciada o, mejor aún, como decía una chica que conocí y que luego me encontré en la fila para ver la de Rohmer, “honesta”.

LA ULTIMA


-El cant dels ocells, de Albert Serra (2008, 98'), España.

No puedo hablar mucho de Serra. No vi su primer film, no entendí del todo este porque era el último del festival para mí y honestamente me dormí durante la mayor parte del metraje. Sé que hay algo más de lo que se ve, una confianza y una concepción que está un poco más lejos. Pero me falta entenderlo mejor y tomarme el tiempo.

BONUS TRACK


-Second Sight, de Alison McAlpine
En la película de Gomes me encontré con una directora canadiense, me contó de su film “Second Sight” y decidí ir a echarle un vistazo aunque no estuviera en mis planes iniciales. La película es muy corta, dura cincuenta minutos y en algunos momentos se parece a esos programas de fantasmas de Discovery Channel. El lado positivo es que la película funciona como testimonio de los últimos sobrevivientes de una generación que creció sin televisión ni Internet, y que vivía para y por contar historias (de fantasmas). En ese aspecto, y gracias a un simpatiquísimo protagonista, el film sale victorioso.

Saludos Sospechosos!

Sunday 5 April 2009

Nueva Vieja Sección: Analizando Clásicos

Hoy vuelve a la vida una sección que tuvo otro formato e intención pero que mantiene su verdadero propósito que su título denota: el análisis de clásicos. Clásicos del cine, sobreentendidos por todos o al menos por una gran mayoría, serán traídos a esta sección de vez en cuando; siempre con el debido respeto y cariño con un cine que hoy puede llamarse de antaño, aunque sobreviva como nadie el paso del tiempo.

Las películas elegidas irán variando dependiendo de cualquier factor, pero su crítica será como cualquier otra que han leído por aquí, ya sea su calificación buena o mala. Hoy, como hace poco hablé bastante de Woody Allen y como vengo discutiendo bastante su último film con algunas personas, les traigo uno de sus primeros documentos; un maravilloso clásico que hizo y sigue haciendo historia.

“Annie Hall”

“Escribe sobre lo que conoces”, o así dicen. En “Annie Hall”, uno de los primeros films de Woody Allen, podemos sentir la aplicación de esa frase común. Allen y Marshall Brickman escribieron el guión de la película, pero nunca podemos imaginar la colaboración o influencia de Brickman. Lo que voy a decir ahora lo digo con todo respeto, pero Woody es el hombre que hemos visto siempre; el hermoso neurótico que hemos aprendido a amar y reconocer en muchos personajes que ni siquiera ha interpretado (el personaje de Mia Farrow en “La Rosa Púrpura del Cairo” o el de Jason Biggs en “Anything Else”, para poner ejemplos distantes en el tiempo). Y ese hombre es el mismo Alvy Singer, el protagonista de esta película, a quien Allison (Carol Kane) le dice: “Sos simpático”.

¿Y cómo puede no serlo? Un comediante que divide la vida entre lo miserable y lo horrible, Alvy mira a la cámara y nos habla, preguntándose por qué Annie (Diane Keaton) lo dejó; tratando de entender qué hizo mal. Entonces nos lleva de paseo por su relación, y vemos que alguna vez le cuenta a Annie de su división de la vida: “Deberías estar feliz de ser miserable”. Aprendemos acerca de Annie y de él, pero más que nada de él, y entendemos instantáneamente qué estuvo mal. Hay un millón de maneras de verlo, pero Alvy, un egocéntrico irreparable, le pasó su depresiva mirada de la vida a Annie: le compró libros acerca de la muerte, le dijo que visitara a un analista, anuló su vida social poquito a poco.

Pero ese no es el punto, porque Alvy nunca lo admitirá, y nunca lo entenderá. Su visión prejuiciosa de todo, su necesidad de enseñarle siempre algo al resto y la creencia de que sabe más nunca va a cambiar. Se esfuerza para mostrarnos su niñez, la cual revisita de vez en cuando como si estuviera soñando despierto -solo, con Annie o su mejor amigo Rob (Tony Roberts)-, sus relaciones previas y una mezcla de lo que hizo como comediante en el pasado y lo que hace ahora. En un monstruoso (en el mejor sentido) trabajo de edición por parte de Wendy Greene Bricmont y Ralph Rosenblum, compartimos la decepción de Alvy con la vida. Mira a la cámara en el medio de conversaciones para analizar una situación, y frena a la gente en el medio de la calle para buscar soluciones.

Como ya dije, es en vano; y quizá la relación de Alvy con Annie estaba condenada desde el principio. También echamos un vistazo a las relaciones pasadas de Annie y podemos entender que la condujo hacia un hombre con Alvy (sí, es un hombre en sus cuarenta, que nos cuenta que está en medio de una crisis de vida mientras busca explicaciones para lo que le ocurrió). Entonces si todo estaba perdido, qué hay allí para encontrar? Pues, contradictoriamente, todo.

Les cuento…El primer encuentro que ambos comparten, que involucra una tarde entera, es una lección de cine; de creación de personajes y escritura en un género que ya no existe. La comedia romántica que vemos hoy y que amo es tan diferente de esta fantástica pieza que comparte la etiqueta del género, que si entraran hoy a ver “Annie Hall” y les dijeran qué tipo de película es, saldrían de la sala diciendo que los engañaron.

Las reflexiones psicológicas, los momentos de silenciosa observación, la aterradora plausibilidad de las actuaciones y el riesgo de hacer algo tan aparentemente autobiográfico (que hace que odiemos y amemos a un personaje/ser humano en diferentes momentos del paseo) y redeclararlo nuevamente dentro de ella hacen de “Annie Hall” la obra maestra que es. Y también es una obra maestra porque es la esencia de un cine que ha desaparecido o que está al menos en extinción, y que Woody Allen trató de mantener vivo.

Nunca tomando la salida fácil, siempre en la búsqueda de una sorpresa impredecible, el escritor/director apostó por los personajes, escribiendo sobre lo que conocía, sabiendo que, de esa manera, jamás podía equivocarse. Y nunca lo hizo (hasta “Vicky Cristina Barcelona”? jajajaj).

---10/10

Thursday 2 April 2009

Como tiene que ser

Se dio una especie de confluencia de eventos, una de esas casualidades que son más lógicas que encontrarse a Adrián Suar y a Mario Pergollini un día después de otro y crear que estás destinado a trabajar en la televisión (los encuentros son ciertos, los sueños se los comparto). Los que me conocen bien, saben que hago música pop (myspace.com/schapiramusic). Bien, de vez en cuando llega un tema del género, sin avisar, que me mueve mucho. La mayoría de estos temas son sumamente sencillos, y eso es lo que más me cautiva.

Hace un par de días de repente apareció en Htv el video de “Imparable” (http://www.youtube.com/watch?v=2GyyEoaS4jI&feature=related), un tema de Tommy Torres que canta junto a Jesse y Joy (en realidad junto a Joy, y en el video parece que se la quiere comer… ¡quien no!) y que no puedo dejar de escuchar. Lo que pasa con estos temas es que nunca puedo explicar bien la razón por la cual me parecen grandes exponentes del género (llámenlo grasa, o cursi, pero “me negaste entrada una y tantas veces que vivo del intento” me parece una frase fascinante, al igual que “regalarte la Vía Láctea en un plato de cereal” -ese es otro tema-).

Pero la confluencia de eventos viene porque hace unos días con mi amiga Luciana hablábamos de que estaba escuchando Arjona y de que ya no le gusta tanto Alejandro Sanz (imposible que pase, un genio; además Luchi es fanática). Y yo le comentaba que Arjona estaba bueno, sobretodo el disco “Adentro”, que tiene los coros grabados por Tommy Torres. Ella me dijo que no le prestaba atención a eso. Y apareció “Imparable” y le comenté a mi amigo Gianluca del tema, y de que este Torres grababa los coros de Arjona; a Gian si le interesó un poco más. Entonces hoy, de la nada, Luchi me deja un mensaje en el MSN diciéndome que la persona que va a producir el nuevo CD de Alejandro Sanz (que se está grabando) es…Tommy Torres (el rulitos de la foto).

Por ahí no es una conexión de eventos tan importante como para construirla cinematográficamente, pero a mí me impactó personalmente. Así como me impactó la clase práctica de Comunicación I el martes, porque está claro que no va a ser algo sencillo; así como me impactó la autobiografía de mi amigo Federico Esswein, que seguramente será un periodista elevado y muy calificado. ¿Qué tiene que ver esto con el cine? Obvio que nada, pero en esta semana Cronenberg, y ante la vergüenza de estar por entregarles la crítica de la única de sus películas que vi, quería disimular un poco con una introducción fresca. Hacía mucho, además, que no comentaba nada de mi vida personal (dato que nunca faltó por aquí).

En fin, me viene todo como anillo al dedo, ya que en varios blogs se comentó de la posible secuela de “Promesas del este”, así que quizá los atrapé -para bien o para mal- con esta crítica y les guste el final de esta pequeña semana del director canadiense (ah, conocí a una directora canadiense en el BAFICI por casualidad y el viernes trataré de ir a ver su película).

La crítica de “Eastern Promises”, a continuación.

"Eastern Promises"

"Promesas del este" no es una película de personajes, para nada en mi opinión. Es una película de eventos, pero una película de eventos en la que los personajes importan un poquito más que en, por ejemplo, "Identidad Desconocida" y toda la saga Bourne; la pieza de David Cronenberg es una en la que podemos intuir más detalles de un número más grande de personajes porque la trama tiene un poco más de complejidad.

Cuando una adolescente rusa, bañada en sangre, da luz a una bebé en un hospital y muere, Anna (una Naomi Watts en su salsa), la doctora a cargo, encuentra y se queda con un diario y decide localizar a la familia de la difunta para que la beba pueda tener un lugar donde crecer. Sin embargo, se involucra demasiado con el diario, y termina enredada con la mafia rusa en Londres.

Es una Londres que se ve hermosa, de día y de noche; con la correcta elección de colores por parte del cinematógrafo Peter Suchitzky. En una escena, hay una investigación policial cerca del río, y una carpa azul instalada cerca del agua causa una impresión en el espectador; es un azul claro que contrasta fuertemente con el azul oscuro de la calma del agua.

Pero volvamos a la historia...El jefe de la mafia, el capo, el Padrino, Semyon (Armin Mueller-Stahl), le ofrece a Anna traducir el diario en cuestión, y todo comienza cuando ella ingresa a su restaurante y siente que algo no está bien; algo en la mirada de Semyon y en su tono de voz. La actuación de Mueller-Stahl aquí es genial; uno de esos retratos que comúnmente permanecen guardados debido a la entendida sabiduría y superioridad que requiere el tipo de personaje; no parece ser un gran esfuerzo.

En el restaurante Anna también conoce al hijo de Semyon, Kirill (un molesto y sobreactuado Vincent Cassel) y al chofer de la familia Nikolai (Viggo Mortensen, lo opuesto de Cassel), un hombre de traje negro y misterioso que proclama: "Sólo soy un chofer". Pero nosotros sabemos que hay algo más. Los caminos que toma la historia, los cambios y la indecisión de los personajes; el cómo, por qué y dónde de cada muerte; y la silenciosa historia de amor cubierta en el preciso (significando esto que no hay ninguna palabra que no debería estar allí y ninguna de más) guión de Steve Knight se ven casi ridiculizados por lo vagamente que Howard Shore captura los estados de ánimo de la película.

Probablemente la escena más importante del film es la secuencia de lucha en las duchas donde Viggo Mortensen básicamente 'patea un poco de traseros' y mucha sangre cubre la pantalla (es ver para creer). Un compositor arriesgado hubiera puesto al menos algo mínimamente audible en el fondo, para el aumento de la emoción; pero Shore se conforma con el silencio. Quizá hubiera aceptado silencio de otro compositor en otro film o momento similar, pero Shore abre "Eastern Promises" con algo similar a lo que se escucha en un film de horror; algo decepcionante que esperamos que sea mejor durante el resto del film.

No lo hace peor, sin embargo (así como Jonny Greenwood no hace a "Petróleo Sangriento" peor y como Nick Cave no disminuye la regularidad de "El asesinato..." -aquí mi crítica-). De todas las actuaciones, elegiría la de Mueller Stahl, pero no puedo pasar por alto la composición de Mortensen. Podrían pensar que no consigue momentos poderosos, ya que repite la misma cosa con la misma irrelevancia muchas veces; pueden estar esperando algo como el 'he abandonado a mi hijo' de Daniel Day-Lewis o la escena final de George Clooney en "Michael Clayton" o el canto de Johnny Depp en "Sweeney Todd" (aquí mi crítica).

Olvídenlo; no sería una actuación así de buena y sería una traición a la esencia del personaje, que es algo que Mortensen no hace, ni siquiera con Aragorn. La mirada fría, la falta de compasión, la quietud y tranquilidad (ni siquiera el control de acento ruso) de un personaje que disfruta del silencio, un personae del que a primera vista no sabemos nada; esas son las cosas a las que deben prestarle atención para entender la magnitud del trabajo de Mortensen.

"Eastern Promises" es un film que es tan efectivo, tan corto, tan expertamente narrado (por su director y por la adolescente que carga con la tarea de otra placentera y no tradicional narración) y tan rápido que pueden llegar a sentir que falta mucho; que quieren ver más. Si no sienten eso, significa que disfrutaron la película como lo que esencialmente es; sino aprecien la oportunidad de tratar de descifrar que hubiera ocurrido luego. Pero realmente aprécienla, hasta el punto de terminar disfrutándolo tanto como quien no puso su mente a trabajar...Como yo.

---8/10