El otro lado de Mark Ruffalo

Se me ha acusado de acosar a Johnny Depp, uno de mis actores favoritos. Quiero advertirles que podría pasar lo mismo con Mark Ruffalo, otro de ellos. Lo vi (y lo vieron todos) como el intrépido cuatro ojos en "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", lo vi varias veces en la serie “The Beat”; lo vi en las comedias románticas que aquí les presenté hace tiempo y que lo hicieron conocido para el público general; lo vi en “Zodíaco” (aquí mi crítica) y en un papel menor en “Mi vida sin mí”.

Les hablo de uno de los mejores actores que ha entregado el circuito independiente de Hollywood en los últimos diez años, que yo sigo incondicionalmente y que nunca deja de sorprenderme. Por qué esto? Porque hoy en día, en el mejor momento de su carrera y con dos nominaciones a los Independent Spirit Awards el actor ha puesto su carrera actoral en pausa. Sí, es que su hermano Scott falleció recientemente, y toda persona debe pasar por su duelo.


Esto no hace otra cosa que darme el pie para mostrarles la otra cara de Ruffalo-si acaso la verdadera-, que no han visto en este blog. Ruffalo saca lo mejor de sí cuando puede expresar su irremediable ternura en algún rol que también saque a relucir su parte más oscura, como si tuviera secretos guardados o una historia que no todos conocemos. En esta veta, y con un poder dramático sorprendente (sí, siempre sorprende), sus dos mejores actuaciones pueden verlas en películas que no voy a criticar pues no escribí sobre ellas: “You can count on me” ("Cuenta conmigo") y “XX/XY”.

Pero sí soy generoso, y les traigo dos películas suyas estos días de la semana que quedan; un drama y una comedia que no es tanto. Espero que sirva.

La crítica de “We don’t live here anymore”, a continuación.

“We don’t live here anymore”

“We don’t live here anymore” es dura, profunda, fuerte, creíble, cruda y difícil de ver; pero esto no hace que deje de ser una muy buena película. El destino del film era quedarse en los videoclubs esperando a aquellas personas que quieren algo diferente y están dispuestos a conseguirlo, como yo. La verdad es que tenía esta pelí en mi cabeza por Mark Ruffalo, pero presentí su historia; presentí amor y traición, mentiras y sexo en ese paquete, más aún cuando la traducción en español del film es “Adulterio”. Es conmovedor al final, y bastante intenso ver cómo estas parejas viven. No pasa un minuto de la película sin que uno piense: “Estos podrían ser mis padres…Podría conocer a esta gente…Esto puede pasar”.

Una vez que pensamos eso, es una constante durante la pieza. Contar algo de la misma sería inútil; sería arruinar la experiencia y revelar partes de sus mejores elementos. El guión de Larry Gross, por ejemplo, proveniente de una historia de Andre Dubus (escritor de otra historia que conllevó a la aclamada “In the bedroom”). No es el mejor guión de todos los tiempos, pero cuando la película terminó, concluí que cubre lo que necesita cubrir; y lo hace a la perfección. Qué más podía hacer Ross? Qué más que acercarse lo más posible a la vida diaria real, y transcribirlo en las palabras de sus personajes; gente común como cualquiera de nosotros?

Es esa confianza en la realidad la que lleva la pieza adelante y hace que cada una de sus tomas sea creíble. Creíble como los actores, que son quienes nos hacen creer. Desde arriba, un gran Mark Ruffalo que no necesita dejar más claro que está aquí y que cuando grita, habla o simplemente susurra, está haciendo de esta película algo placentera y lo seguirá haciendo. Me pregunto cómo sería encontrárselo a Ruffalo en la calle. Laura Dern le sigue, en su conmovedora encarnación de una ama de casa que he visto varias veces, pero sin recordar quién la interpretaba. Nunca me olvidaré de esta ama de casa. Naomi Watts da nuevamente en la nota correcta con su actuación; simplemente presten atención a sus miradas…Es la emoción en su cara. Luego me pregunté cómo Peter Krause había llegado a una película de este tipo y recordando que sólo lo había visto una vez antes, me dieron ganas de ver más de él (véanlo en la miniserie “The Lost Room”).

John Curran no muestra piedad con su cámara. La ama e irá a aquellos lugares en los que la historia choca con la dirección, filmando escenas de sexo no sutilmente pero tampoco de modo brusco; sino con lo justo y preciso para que entendamos lo que los personajes están haciendo y, más importante aún, por qué. A Curran no le importa si se ve demasiado real, porque es el objetivo de su film. Menos le va a importar si es doloroso, porque duele.

Reflexión: Yo vi esta peli con mi amigo Gianluca, quien cerca del final me contó algo que había aprendido por esos tiempos en la escuela: que cada toma está en una película por una razón, que cada cosa significa algo. Gian me dijo que yo debía saber esto, el punto es que no estoy segura que sea totalmente cierto. Y cuando vi esa luz verde no me fui muy adentro y elegí pensar que todo iba a estar bien. Al menos eso esperé durante ese instante.

---8/10

PD: Interesantes resultados de la encuesta, apoyando a las actrices/cantantes que menos películas han hecho de la lista. Saludos Sospechosos!