La amistad y las películas

Iba a esperar un día más para poner los resultados de las ‘taglines’, pero
me arrepentí por dos razones. La primera es que parece que ya no gustan
mucho y por lo tanto no tenemos casi participantes; la otra es porque el
jueves me voy a París y quiero hablar de un par de películas esta semana
antes de viajar: películas de amistad.


La foto de arriba es una de mis fotos favoritas de toda mi vida. Tomás
Raimondo solía vivir en una casa a la vuelta del Santa María del Valle (en
ese tiempo, ahora Escuela del Valle); y solíamos ir con varios de los chicos
después del colegio a tomar la merienda y a veces a jugar algún juego, como
el Jumanji y demás. Allí también escuché por primera vez canciones subidas
de tono como “Sr. Cobranza”, a mis tempranos nueve años.

Muchas amistades nacen en la infancia, como en “House of D”, otras más tarde
quizá, como en “Grind”. En esta semana corta y especial, criticaré estas dos
películas que, aunque regulares, capturan bastante bien el sentimiento de la
amistad…Simplemente por eso quizá valgan la pena.

"House of D"

Regla: Ningún film de Robin Williams es malo. Ahora podemos empezar a hablar de “House of D” (traducido en latinoamerica como mi “Mi mejor amigo”), el film escrito y dirigido por David Duchovny acerca de un hombre reviviendo su pasado para encontrarse a sí mismo. Este es Tommy, en la piel de Duchvony como un hombre mayor y en la de Anton Yelchin (“Nostalgias del pasado”, “Alpha Dog”, “Huff”) como un chico joven. La trama que el director ha creado no es lo que llamaríamos original; es lo que conocemos como refrescante.

En uno de los muchos barrios de New York, Tommy pasa el tiempo con su mejor amigo Pappas (Robin Williams), un hombre retardado que trabaja como limpiador en la escuela de Tommy. “Pap-ass”, Tommy le dice, y por supuesto el hombre llama al chico “Tom-ass”. Ambos entregan comida y juegan béisbol con los chicos de otros colegios en un ambiente muy natural.

En su primer guión de larga duración, Duchovny experimenta con el amor adolescente y la amistad de su propio modo, poniendo a los personajes principales a enfrentar una prueba. Lo que el actor escribe y dirige parece ser muy personal, muy urgente por alguna razón. El film se ve como si se hubiera hecho a las corridas; la cinematografía es muy simple, la edición es muy forzada.

Volviendo al guión, hay muchas cosas que el espectador podría preguntarle a Duchovny; como el discurso del principio de la película, que es bastante raro; como la referencia del título, que la entendemos, pero no la vemos tan crucial en la historia como Duchovny intenta hacerla para el personaje de Yelchin. La historia en sí misma es algo fuera de lugar; como si no tuviera razón de ser (verán lo que digo). La figura de la madre, interpretada pasionalmente por Tea Leoni, no parece encajar del todo.

Pero la película se deja ver y es emotiva de a ratos y hay otras cosas que nos inspiran en medio de los momentos ridículos del guión. Lo que es ridículo a veces se vuelve increíblemente gracioso; mayoritariamente el material con el que tiene que lidiar Robin Williams, que yace en una fina línea entre la comedia y el drama. Puedo sonar estúpido pero realmente parece un inviduo retardado y brilla en todo el fim y nosotros agradecemos como siempre.

Erykah Badu tiene uno de los personajes más poderosos que veran en un largo tiempo y su actuación es igualmente poderosa. Y Anton Yelchin es uno en un millón. Su voz tan peculiar, sus modos tan cuidadosamente medidos; el film reposa en sus hombros y ni le importa. Este es un actor tan talentoso que no tiene ni 20 y le pueden confiar una película entera.

Duchovny casi ni actúa en el film, pero no debería porque este proyecto tiene significado para él como director; como un historiador. Y es difícil calificar su pieza: llena de poder pero difícil de entender, excitante pero incompleta. Tenía muchas expectativas con “House of D”; al final la mayoría fueron cumplidas, pero estoy seguro que la próxima Duchovny encontrará algo que realmente valga la pena adentro de su ‘casa’ y estaremos sorprendidos. Regla: Ningún film de Robin Williams es malo.

---6/10

"Grind"

Películas como “Grind” pueden conseguir muchas cosas increíbles sin necesariamente ser increíbles. No voy a decir ni escribir nombres de otras películas que explican lo que dije, pero es verda y trataré de desarrollarlo. Luego de ver el horriblemente editado trailer de este film, supe que algo terrible venía; pero también supe que tenía que verlo.

Valió la pena verlo? Si; pero no técnicamente hablando, si me entienden. Aparentemente un productor llamado Casey La Scala decidió dirigir una película y un productor musical llamado Ralph Sall decidió escribir una. Ambos (también aparentemente) tomaron esa decisión sabiendo que no tenían la experiencia para el trabajo y que terminarían haciendo algo mediocre (estoy seguro que lo sabían).

El resultado es, esperadamente, una simplemente escrita y desconcentradamente dirigida película; que orgullosamente recibe a todos los clichés usados en las ‘underdog movies’ (esas como “Rocky”) y el convencionalismo de cualquier película que no quiere fallar. Es acerca de patinetas y patinadores, y acerca de los millones que quieren ‘lograrlo’ y los cincuento que realmente lo hacen.

Trae a la mesa a ‘skaters’ profesionales (Bam Bargera), un ‘skater’ ficcional que los personajes principales admiran (Jimmy Wilson, interpretado por Jason London), una chica (Jennifer Morrison)…Y las escenas van desde demostraciones de patinaje con música punk donde las piruetas son mostradas estúpidamente y vistas claramente por cualquiera que preste atención; a los momentos que hacen lo mejor del film…El mejor ejemplo es una de las primeras escenas, en la cual el protagonista, un perdedor, entra a una tienda de ‘skates’; quiere unas tablas: “Soy tu cliente más leal”, le dice al vendedor. “Sí, pero nunca compras”, el hombre responde. De repente, Bam Margera entra y pide tres tablas. Sin dudar, el vendedor le da la mercancía. Esa escena es paralelizada más tarde, y está hecha inteligentemente.

Además de eso, el escritor Sall ‘trata’ de hacer la música del fim (se acuerdan que era un productor musical?), que contiene todo menos música original, y su guión está simplemente cubierto con ideas acerca de ‘seguir tu suenio’, dándole importancia a la familia y reconociendo la amistad como verdaderamente es. Este último es el consistente factor del guión flojo de Sall.

Eric Rivers (Mike Vogel) es el protagonista, el soniador. Matt Jensen (Vince Vieluf) su amigo tonto; el perdedor sexista cuando se trata de mujeres. Dustin Knight (Adam Brody) es el ‘nerd’ que quiere ir a la universidad pero no puede abandonar a sus amigos. Sweet Lou (Joey Kern) es el hombre de las mujeres y el tipo exagerado al que no le importa un carajo.

Los actores jóvenes que interpretan a estos personajes son una cosa fantástica acerca de esta pieza no fantástica. Mike Vogel obtuvo su primer trabajo con esta película, y como el personaje principal. Alrededor de los otros jóvenes experimentados, se las arregló para dominar el rol con determinación. Vieluf, capaz de hacer reír si lo miran solamente a la cara, crea un adorable ser así como disgustante. Adam Brody de “The O.C.” tiene mucho que dar. Finalmente es Joey Kern quien se roba el show. Kern es en realidad un actor graduado que he visto antes y que puede hacer más y mejor de lo que ha hecho hasta hoy.

Tal vez es el hecho de que la amistad en todos estos filmes de este tipo es tratada con tanto desinterés, la razón por la que termina siendo el elemento más realista de cada película. Es increíble la manera en la que el grupo se lleva, los cuatro; los diálogos, las situaciones, lo que viven, como evolucionan. Lo crean o no; sucede. Olvídense de todo lo demás; la amistad aquí ocurre: no pueden perderse eso.

---6/10

Nuevamente disculpen la falta de acentos, enies y palabras un poco robadas del ingles...No se puede en estas maquinas...