Saturday 18 April 2009

La historia de un grande (“El reconocimiento”)

Aunque así parezca, no son tantos los actores que se ganan uno de los reconocimientos más importantes del mundo (hablo del Oscar, aunque para los actores el SAG también vale) la primera vez que se los nomina para ello. Bueno, es el caso del Gran Philip Seymour Hoffman, luz iluminadora de cualquier proyecto en el que participa (todavía no han leído las Recomendaciones que estoy preparando créanme).

Funcionando como productor ejecutivo, Hoffman entendió que con “Capote” tenía el papel de su vida. Por suerte, varios más entendieron que también era una película (y una muy buena) antes que la demostración total del talento interminable del actor. Aquí su reconocimiento, crítico, profesional y en el circuito de los premios, aunque ya había estado nominado para varias cosas en varios lugares por otras maravillas más independientes.

La crítica de “Capote”, a continuación.

“Capote”

Lo admiro tanto al Gran Philip Seymour Hoffman que recuerdo pequeños momentos de algunas de sus películas a veces, y me empiezo a reír. Tengo esta imagen pegada en mí, pero no por el actor en persona, sino por los personajes que crea y la impresión que dejan en mí.

El nené de papá en "Perfume de mujer", el poco placentero doctor en "Patch Adams", el singular Freddie en "El talentoso Sr. Ripley" (esa es "la mano"; a ver cuando les cuento..), el lunático crítico musical en "Almost Famous" (aquí mi crítica), el varado viudo en "Love Liza", el periodista chusma en "Dragón Rojo" (aquí mi crítica), el jefe temperamental en "Punch-Drunk Love" (aquí una mención de Alejo); imposible olvidarse de Dan Mahowny en "Owning Mahowny"...Ahora Truman Capote.

Una actuación es más reconocida cuando retrata algo fuera de lo común que algo normal; de ahí que un personaje como el controvertido Capote llame la atención. El cambio que el actor enfrenta es remarcable, pero a veces hay más que un cambio físico. No sirve dar explicaciones, pero la transformación de Hoffman es completa; y eso es lo que cuenta de veras.

Se puede ver en la forma en que pone el cigarrillo en su boca, la forma en que agarra el telefono, o en cómo camina y posiciona las partes de su cuerpo; ni hablar de su voz y forma de hablar: es perturbador. Descubrimos más acerca del personaje a medida que pasan los años. Tiene una sola amiga que ha estado con él siempre: Nelle Harper Lee (una entrega sin fallas de la siempre buena Catherine Keener); ambos se entienden a la perfección... "Yo no miento", él le dice. Pero sí lo hace; es un periodista. En el momento en que la película lo encuentra, era una celebridad, y es gracioso verlo como es, alrededor de sus colegas, contando chistes, siendo la atracción. Se le tiene un respeto tremendo.

"A sangre fría" es el nombre de su incompleto libro que cuenta la historia de una familia asesinada por Perry Smith (Clifton Collins Jr., no se olviden de él) y Dick Hickock (Mark Pellegrino). "Es el libro de no ficción de la época", declaró Capote. Que significaba 'no ficción'? El escritor estaba creando un género en el mundo de las novelas, hoy día la 'novela periodística'. "Esto cambiará la forma de escribir", William Shawn (Bob Balaban) le dijo. El film cubre los cinco años que le tomó a Capote escribir el libro. Los hechos son detallados; el guión de Dan Futterman es preciso y fiel al personaje principal...Quiero decir, son cinco años en una hora y media.

Capote se involucró mucho con Perry Smith mientras trabajaba, cuenta la película; su pareja Jack (un desperdiciado Bruce Greenwood) pasaba tiempo solo en España mientras el escritor viajaba a Kansas casi inconcientemente, hasta el punto de despertar en trenes de una forma en la que uno puede darse cuenta que no sabe ni dónde está. Aunque había emociones en el medio, el hombre conocía su prioridad. Se metió en los archivos privados del detective Alvin Dewey (genio Chris Cooper) por la confianza que la mujer del detective tenía en él. Esto podría haberle traído consecuencias, de hehco, cualquier cosa podría haberlo hecho.

De una forma u otra, toda historia termina... "Capote" elige la pantalla en negro para cada situación. Confía mucho en su propio material, porque debería. Su director, Bennet Miller, presenta a su bebé (Futterman y Hoffman lo ayudaron a que se hiciera realidad). Aquí hay un hombre que entiende y, aún mejor, aprecia los silencios. Observa (atestigua) los paisajes con la cámara, se centra en sus personajes con planos fijos, nada de música; los deja hablar. A veces observa lo que hay alrededor; pero luego, cuando hay algo que es mejor que no sea escuchado, la música suena...Y ahora habla.

Es un alivia cuando de vez en cuando ves un film y sabés que la gente involucrada en él quería hacerlo. Philip Seymour Hoffman sabe (y dijo) que este era el rol de su carrera, pero eso no significa que sea el mejor; él lo sabe. Pero en "Capote", no hay un momento sin su presencia, es una muestra del talento del hombre: él lo agradece...Yo estoy personalmente agradecido.

Con las últimas líneas, la película deja escrito un epígrafe. Piensen en ello, y traten de estar en el lugar de Capote. Él quería que sucediera; no lo pudo manejar.

---8/10

PD: Para Brunito, por los viejos tiempos

2 comments:

JRB said...

La verdad es que no sabría con qué actuación de Seymour Hoffman quedarme. ¿Capote? ¿La duda? ¿Synecdoche New York? ¿Happiness?
Sin duda es de los mejores actores que hay en el panorama actual y me parece muy merecido que le dediques estos posts.

Un saludo, que últimamente apenas tengo tiempo de leer vuestros blogs.

Anonymous said...

Copado encontrar alguien que lo homenajeó antes de su muerte