Friday 20 April 2007

Pasión Szifrón

El creador de, probablemente, el mejor show de televisión que Argentina jamás presenció (“Los Simuladores”) es un hombre que no conoce fronteras. Luego de su éxito televisivo logró, con su primer film “El Fondo del mar”, una pieza con muchos elementos que algunos directores contemporáneos todavía no han conseguido.

Con esa y con su segunda obra, despertó mi interés por nuestro cine de todos los días. La crítica de “Tiempo de Valientes”, a continuación.

"Tiempo de Valientes"

Me siento a ver films como “Tiempo de valientes” y quiero hablar de cine por horas. La admiración que me causó esta película está más allá de mis límites de explicación, porque miro las escenas y busco maneras de hacer cine dentro de mis pensamientos, e innovaciones de dialogo que podrían surgir de algo más grande que la mente de Damián Szifrón.

Viendo el ambiente, tan poco comprometido, tan simple, pienso; este hombre es un genio. Comenzando desde la vida real y diaria de las personas, Szifrón llega a donde Trapero no pudo expandir en “El Bonaerense”: la ‘vida’ del departamendo de Policía.

El film de Trapero era un viaje dentro de la mente de un hombre y sus experiencias, no de los lugares que veía. Sí, había situaciones detalladas de entrenamiento y de crímenes, pero Szifrón está ahí adentro, su historia es más de detectives, como las que conocemos y amamos, con misterios y la música que eriza la piel.

Pero hay mucho humanismo en su escritura y nos muestra su investigación mediante la visión de sus personajes principales, Alfredo Díaz y Mariano Silverstein. Hay muchos actores de gran calibre en la película, pero sin estos dos no funciona. El primero (Luis Luque) es un detective que acaba de descubrir que su mujer lo engana; y tiene que trabajar en un caso.

El segundo (Diego Peretti) es un psiquiatra que es asignado a tratar al detective. Quiere tratar con él en sesiones regulares pero el sheriff toma ventaja de la disposición de tiempo y sugiere que se una a Díaz en sus rutinas: “No es nada, lo de siempre; ningún problema”. Pero es más que eso, y va a develar una parte de su personalidad que el doctor no conocía.

La relación que se desarrolla entre los dos actores principales no se puede explicar a no ser que se vea, porque abala tanta complejida que demuestra lo talentosos que son hombres como Szifrón que están hoy intentando dejar una firma en nuestra historia. Llegando a puntos de increíble espontaneidad, durante una situación muy tensa, Díaz le dice a Silverstein: “Cómo seguimos con el tratamiento?”, y Silverstein le contesta: “No, yo no soy tu doctor. Me llamás para cenar; yo soy tu amigo”. Nos reímos porque no podemos evitarlo.

Y no podemos evitar reirnos cuando Díaz choca un auto en la calle y no le importa, o cuando pasa un semáforo en rojo, o cuando fuma ‘marihuana’ en su auto policual y Silverstein no lo puede creer; o cuando Silverstein trata de ser amigable con los amigos ladrones de Díaz. Magia de Diego Peretti es lo que recibimos allí. Él, un psiquiatra de verdad, da una actuación en plan “Locas de amor”, pero impresiona con sus habilidades. Luis Luque, por el otro lado, está de vuelta en el camina con una soberbia interpretación que nos recuerda el actor que es.

Hay una pasión que yo tengo para esto, y como dije, podría escribir por horas, pero desafortunadamente así no funciona y tengo que ser preciso y resumir. Aunque tengo ver mucho de los films viejos y estudiarlos, puedo asegurar que “Tiempo de valientes” es la comedia que Argentina estuvo esperando y nunca obtuvo...Hasta ahora.

--9/10

1 comment:

Anonymous said...

Ultimo comment:
Esta buena "Tiempo de Valientes", la voy a tratar de alquilar este finde, se me habia borrado del mapa. Estoy aprendiendo un toco con vos: Caetano, Szifron, me viene bien. Thanks!