Wednesday 18 April 2007

Poderoso Caetano

Durante esos comienzos del nuevo cine argentino, un director llamado Israel Adrián Caetano creó una poderosa pieza cinematográfica que pisó fuerte en la industria. Quizá no todos la ubiquen por su bajo presupuesto, pero “Pizza, Birra, Faso” es una creación total de Caetano, quien sin restricción alguna nos mostró una realidad poco atractiva.



Lo siguió haciendo y hasta el día de hoy lo hace con suma experticia. En el 2002, después de filmar algunas series de televisión, tuvo la idea de “Un Oso rojo”, donde el oso va bien con mayúsculas. La volví a disfrutar con algunos de los vergas en el “Cine Urdinez” (díganle a Langa que no hinche más con el osito de peluche ese). La crítica a continuación.

"Un oso rojo"



Esta es una de las películas más realistas que he visto en años. Personas como los personajes en el film realmente viven así; y la razón por la que el personaje principal, Oso, tiene que hacer las cosas que hace por su familia, es porque esa es la única manera de la que él puede arreglárselas para ayudarlos. No puede limpiar su nombre, no puede conseguir un buen trabajo. Acaba de salir de la cárcel y está tratando de corregir las cosas. Está perdidamente enamorado de su hija, Alicia. En una escena, la cámara muestra un tatuaje que el Oso tiene y que dice “Alicia” dentro de un corazón. Su hija le pregunta: “Pueden sacarte eso?”. “No”, dice Oso. “Dura para siempre?”, insiste la hija. “Para siempre”, le responde su padre.

Los otros personajes principales son Natalia, la ex-esposa del Oso; Sergio, el marido actual de Natalia; y El Turco (“Salud!”), un señor mayor que le debe 4000 pesos al Oso. Luego vemos a los personajes navegar en medio de su realidad, y sorprende. Sorprende ver a un padre con su hija en la plaza y que una mujer piense que el padre es un extraño. Alicia parece querer a su padre también, aunque él le sigue mintiendo para ocultar una realidad que ella podría conocer.

Cuando el Oso consigue un trabajo como taxista, está llevando y ella le pregunta: “Este auto es tuyo o lo robaste?”. No es estúpida, y Agostina Lage lo muestra en una muy convincente actuación para una chica de 9 años. Natalia estuvo enamorada del Oso una vez; no ahora. Soledad Villamil interpreta el papel con mucha naturalidad y habla como su personaje debería hablar, mientras la ‘cumbia villera’ suena de fondo. Luego hay un actor de televisión y cine que siempre parece hacer lo mismo, o eso creo yo. Es Luis Machín, quién aquí tiene suerte haciendo de Sergio, en el papel de un hombre moralmente destruido.

De todos modos, la mejor interpretación es la de Julio Chávez. Tan fuerte y poderosa, y real; como toda la película. Honestamente, la película es acerca de él; con sus sentimientos profundos, con el amor por su familia. Haría cualquier cosa por ellos y lo demuestra. No importa cuando, pero arriesgaría todo. La actuación de Chávez fue reconocida con los más prestigiosos premios; los mereció todos, porque lo hizo soberbiamente. Es en sus ojos donde se puede descubrir una interpretación verdaderamente estudiada.

El guión es real y corto. Quiero decir, la gente no habla mucho y el guión no necesita ser muy profundo; lo entendemos como es ya que las personas en la película no pueden hablar con palabras profundas: así de real es. El film tiene algunas fallas en cuanto a edición, pero no se notan mucho. Junto con “Historias Mínimas”, “Un Oso rojo” fue la mejor película de Argentina en el año 2002.

Hay cosas que la gente debería saber. En una escena, cuando el Oso está tratando de resolver como lidiar con su hija, su jefe le habla acerca de un tipo que trabaja con ellos y que perdió a su hija: “A veces, si querés lo mejor para tu familia, tenés que alejarte”.

---9/10

2 comments:

Anonymous said...

La verdad: la peli es ARGENTINA con todas las letras, POR COMO SOMOS, creo.
SHORTY

Anonymous said...

Por más que el posteo sea viejo, recien vi el link y me intrigó por que no habia leído ésta crítica.
Brindo por lo que dijo shorty, saludos!!