Tuesday 28 April 2009

Ese interesante ser humano (“El despertar”)

Hay personas, que andan sueltas por la vida. No durmiendo como acá en Buenos Aires… Hablo de gente mucho más despierta; tan despierta que todos sus sueños ocurren de día. Gente que no puede dormir, que siempre tiene algo en la cabeza, que siempre tiene un concepto creado que vive con la posibilidad de recrearse una infinidad de veces. Supongo que una de esas personas debe de ser el guionista Charlie Kaufman, si no me equivoco.


Nadie nunca sabrá qué exactamente da vueltas en la mente de ese ser creador de intrincados argumentos cinematográficos; al menos nadie más que él. Claro está que, aunque pareciera que cada uno de sus guiones ofrece una respuesta a esta interrogante, no es realmente así y no creo que sea la idea. Pero esta semana, con motivo del anuncio oficial del estreno de su ópera prima, “Synecdoche, New York” (ojala nadie cambie de idea acerca de esto y, nota personal a Damián de Haedo: ni siquiera pude leer su post acerca del film por miedo a cualquier negativa…Es demasiada la expectativa que tengo con él), les traigo dos momentos de la carrera de Kaufman (sí, el individuo de la foto); hombre que para unos cuantos debe ser un loco (por ahí viene la encuesta). El primero, “El despertar”, el que le trajo al mundo su primera creación: “Quieres ser John Malkovich”.

La crítica de “Being John Malkovich”, a continuación.

“Being John Malkovich”

Es muy posible que el cine no vuelva a encontrar un escritor como Charlie Kaufman jamás, y si lo hace, será alguien muy similar. Kaufman no conoce límites ni finales (créanme, sus guiones nunca terminarían si pudiera tomar esa decisión) y piensa, como guionista, en crear material que al final del día es puramente cinematográfico. Por suerte, siempre ha encontrado directores aptos para darle vida a sus palabras: Michel Gondry y Spike Jonze (perdón, George Clooney no cuenta porque el guión de Kaufman para la primer película del actor/director es adaptado).

En "Being John Malkovich", la imaginación de Kaufman toma vuelo y las imágenes se van volanto junto a ella. La intención del escritor no es despertar preguntas de naturaleza filosófica, hasta metafísica. Hay una escena en la que Craig (John Cusack), el protagonista del film, le explica a Maxine (Catherine Keener) acerca de un portal que encontró y que conduce a la cabeza de John Malkovich. Le cuenta que entró al portal con un pedazo de madera y volvió sin éste y, porque está extrañamente enamorado de ella, trata de impresionarla diciendo un discurso acerca de cómo esto podría cambiar su vida.

Es en ese discurso que Craig pregunta, una detrás de otra, preguntas filosóficas que son una clara broma; hecho que puede evidenciarse porque Maxine se está riendo de él. El pobre tipo, un artista de marionetas, no ha podido impresionarla y vuelve a la casa a hacer una marioneta de sí mismo y otra de Maxine, sólo para recrear un encuentro sexual imposible. En la casa lo espera su mujer Lotte (Cameron Diaz), una especie de veterinaria o amante de mascotas que tiene un perro, un loro, un chimpancé y quien sabe qué más dentro de la casa.

El desarrollo de personajes es perfecto. Maxine es fría, desinteresada, difícil de impresionar y al mismo tiempo misteriosa; una 'femme fatale' de oficina que Keener personifica a la perfección. Craig es inseguro, depravado, depresivo, casi un artista enfermo; y su mujer es bastante como él (tanto Cusack como Diaz entregan, quizá, sus mejores trabajos). Lo que hace Kaufman es desarrollar un clásico triángulo amoroso y lo pone a John Malkovich en el medio, como la conexión de los tres jugadores; un vehículo para la realización de sus pasiones.

Podría haber sido cualquier otra persona, pero el hecho de que el actor es famoso funciona como un dispositivo de la trama para algo crucial, y esto es que la gente paga para ser John Malkovich por 15 minutos. Entonces, no hay meditación filosófica alguna en "Being John Malkovich", sólo un guionista dotado metiéndose con sí mismo y automáticamente metiéndose con nuestras mentes también. Esto significa, por supuesto, que hay un momento en el que todo se va un poco al diablo; pero podemos aceptarlo.

Igualmente, si les interesa buscar un tema, sería más 'psicológico'. Hay mucho en el film que Kaufman llevó luego a cada uno de sus guiones; cosas que mencionadas por separado dan más miedo que los divertidos paseos visuales que los directores nos hacen experimentar: obsesión sexual, memorias de la niñez y otras cosas que están escondidas en el inconciente. Es delirante, pero en una escena hasta vemos un acercamiento de un chimpancé que un segundo más tarde está recordando la experiencia más trágica de su infancia.

---8/10

2 comments:

Anonymous said...

sin palabras.. me hiciste gastar 5 valiosos minutos de mi vida para leer la poronga de BEING JOHN MALKOVICH!..

Lupa Sívori said...

A mi "Being John Malkovich" me encantó. Lo que me fascina de Charlie Kaufman como guionista, es que tiene una capacidad increíble para general surrealismo simbólico con una fuerte metatextualidad. Lo hizo también con “Adaptation”, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, etc. Es un tipo muy ingenioso y sabe manejar muy bien el suspenso.
Esta es una comedia negra brillante, que más de una década después, sigue siendo un clásico absolutamente sublime. Una trama cautivadora que permite varios niveles de interpretación, actuaciones fantásticas y un guión más que sólido.

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