Sunday, 20 April 2008

Resumen BAFICI


Hoy mismo debería haber ido al Abasto a ver “Historias Extraordinarias” de Mariano Llinás, para muchos “la” película argentina del festival; pero el sueño me más fuerte que yo, el cansancio me pegó fuerte el fin de semana y no pude ir. Por lo tanto, y esto deben considerarlo especial, un día antes que todo el mundo ponga sus resúmenes del décimo Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, yo les traigo el mío; con un recuento de todo al principio y las críticas (cortas) por separado final.

Al principió subestimé la reputación del BAFICI. El primer miércoles llegué a una película media hora antes para sacar entradas y, por supuesto, no había nada. Lo mismo me pasó el jueves, pero cada día que me quedaba sin entrada había otras cosas para observar y admirar sobre las que puedo escribir. El Atlas de Santa Fé, sede fundamental del festival (y la única donde se podían comprar las entradas completamente anticipadas), era cada noche un mundo de gente ‘baficera’ (así los llaman); se oían conversaciones de todo tipo y las colas para entrar a sala ocupaban poco más de media cuadra bonaerense completa. ¿Esto es un concierto? Me preguntaba yo.

Entonces me avivé y, mirando mi calendario, compré en seguida las entradas para todos los films que había anotado que daban en el Atlas. El viernes recién fui a vivir mi primera experiencia; un par de amigos me acompañaron (gracias a Ro, Grego, Mica G., Sofi y Matsan por hacer algunos días más placenteros) a ver “Sukiyaki Western Dyango”…A sala llena nos sentamos en la última fila y todos salimos contentos.

Ese día experimenté un antes y un después en una sala. Cada vez que un chiste era realmente bueno o aparecía un efecto de cámara realmente sorprendente, la gente aplaudía. Así como lo leen; no sé a quien ni me interesa, pero aplaudían muy fuerte y yo sonreía pensando en todas las veces que vi un film en un cine y quise aplaudir al final del mismo. Ahora lo sé: sucede solo en los festivales.

Hasta el lunes no llegué a ver nada, y cuando me dirigí al Abasto a comprar mi entrada para “The Man From London”. Por supuesto que esta vez llegué con bastante anticipación, pero no pude encontrar entrada. A quién me encontré, sin embargo? A Carlos Portaluppi, reconocido actor de carácter argentino que me firmó un autógrafo y me recomendó algo que, lamentablemente, no estaba en la programación ‘común’ del festival. No crean que ese fue mi único encuentro con famosos…sepan esperar.

El martes fue un día importante, ya que conocí el Malba por primera vez al ir a comprar una entrada para “Savage Grace” a la noche; no entré al museo pero pude admirar toda la belleza del lugar. A la tarde, y esto es también fundamental, fuimos al Atlas a ver "Chacun Son Cinema” (“Cada quien con su cine”); un conjunto de SESENTA cortos realizados por los directores más importantes del mundo para conmemorar los sesenta años del festival de Cannes. Todos tienen que ver con experiencias en el cine y claro que los sesenta no son espectaculares, pero hay algunos que realmente valen la pena y los encontré en YouTube para ustedes: “Movie Night”, de Zhang Yimou; “Anna”, de Alejandro González Iñárritu; “Suicide of the Last Jew in the Last Cinema”, de David Cronenberg; “A 8944 Km de Cannes”, de Walter Salles; “Absurda”, de David Lynch…Me faltaron, pero no había más!

A la noche vimos “Savage Grace” con el Matsan; era casi la única película americana del festival, la busqué especialmente y no le gustó mucho. Lo que sí le gustó fue nuestro segundo encuentro con la fama, cuando me vio saliendo del cine con el Chavo Fucks. Muy amable pero muy apurado, el Chavo dijo que le había gustado mucho la película, que no le gustaba aplaudir en el cine y nos firmó un “para Juan y Mati” que parece escrito por cualquier mamarracho. Nosotros sabemos que es él.

El resto de la semana y acercándome de a poco al final, transcurrió con films del prestigioso continente asiático. “Flower in the pocket”, de Malasia (con preguntas y respuestas para el director, que estaba en la sala); “Wonderful Town”, de Tailandia; “Night and Day”, de Corea (esa es la que vi con la abuela). Finalmente, el viernes me dirigí con mucha emoción a ver “La France”. “Estamos muy orgulloso de que estén acá a sala llena para ver este film que para nosotros representa toda la libertad y magia de este festival y es una de nuestras favoritas”, así más o menos presentó al film una muchacha que luego dio paso al director Serge Bozon para que nos diera su propia introducción. Apareció una actriz muy parecida al cantante de Arctic Monkeys, y terminó el film, y termino el festival, y fue inolvidable.








Críticas (en orden cronológico)


Sukiyaki Western Django, de Takashi Miike
Un film que trasciende tiempos, géneros, estilos, tendencias y estereotipos. Una batalla interminable y atractiva con un trabajo visual de otro mundo. Es Western? Sí que lo es, pero eso no establece nada. Poner a los actores japoneses hablando un horrible inglés ya es una marca personal que muestra no tener miedo de lograr toda esta trascendencia mencionada. No puedo definir éste film con ninguna palabra específica; es uno de esos bellos engendros que el más entendido cinéfilo (no yo) vivirá en éxtasis: imperdible pieza; e imperdible Quentin Tarantino en un pequeño papel.

Savage Grace, de Tom Kalin
Con un aire de trance y misterio, el director Tom Kalin se impone la tarea de mostrar en totalidad eso que conocemos como “el amor de madre”. La historia del hijo único de una pareja (no familia, ellos son solo una pareja) disfuncional, “Savage Grace” delinea con suavidad pero sin trabas a sus despiadados y orgullosos personajes. Éste no es un film placentero de ver; contiene imágenes perturbadoras, diálogos punzantes y amaga con varios finales que no son tales. Con todo esto, la película que parece de dos horas de duración dura hora y media. Hay cosas que no tienen límites; para este film son dos: el mencionado amor de madre, y el talento de Julianne Moore que, cuando agarra un papel de esta magnitud, es una de las mejores cosas que se pueden ver en una pantalla de cine. Una verdadera fuerza de la naturaleza.

Flower in the pocket, de Liew Seng Tat
Como todos los films que pude ver del continente asiático, “Flower in the pocket” realmente sabe lo que es ‘la vida’. Quiero decir la cotidianeidad, el día a día que no siempre aparece como natural en la pantalla de cine. Liew Seng Tat se la juega con actores no profesionales para retratar el mundo de dos pequeños hermanos y un padre que vive con ellos pero sin compartir una conexión. Un silencio inmenso domina la casa en la que estos hermanos se desenvuelven como si nadie más estuviera allí. Luego eso, el hermoso día a día y algunos poderosos mensajes en un exquisito trabajo de cámaras fijas. Lo que más me gustó del festival; ojalá gane el premio del público.

Wonderful Town, de Aditya Assarat
Ya en un registro mucho más poético, este film Tailandés también se origina y conforma con el día a día. Sin embargo, hay una historia romántica presente que va cobrando fuerza con el pasar de los minutos. “Wonderful Town” es el perfecto ejemplo de que ‘pueden pasar grandes cosas en un pueblo pequeño’. No importa si esas cosas son grandes en general, sino cuan grandes son para quienes las viven; y Assarat se asegura de mostrarnos esto con una fotografía de bellísimas imágenes que expresan el ánimo de sus personajes. Lo mejor? La música; verdaderamente lo mejor que me pasó en el año.

Night and Day, de Sang-soo Hong
Cine coreano, comedia de un desinterés importante. Pero no un desinterés por sus personajes, que aprendemos a reconocer y a querer o no, sino un desinterés por lo que piense el público de las situaciones que viven y las decisiones que toman; y que al final es positivo. Se entiende esto? El film es un relato que no tiene pausas y que va descontroladamente de un día a otro, sin miedo de repetir las conversaciones y acciones de sus criaturas. Pero también sin miedo de hacernos reír, cosa que pasa muy seguido en “Night and Day”. El actor principal Yeong-ho Kim es el mejor promotor del desinterés mencionado; pareciendo un Guillermo Toledo coreano de la actualidad con sus expresiones y modo de encarar las escenas.

La France, de Serge Bozon
La verdad? Es un film como ningún otro, con una idea original e inesperada (una mujer que quiere recuperar a su marido que está en la guerra y se une a unos soldados de infantería que se ponen a cantar y a tocar en medio del camino, con letras que hablan de la situación que viven), que hace su aparición en el momento menos indicado pero se convierte en un suceso para nada forzado y muy placentero. Puntos extra gana el director Bozon por poner a cantar a sus actores que, se nota, no son profesionales, por utilizar instrumentos y canciones originales, y por grabar las escenas musicales completamente en vivo. La otra verdad? No es un film excelente ni mucho menos; así que no esperen algo espectacular si alguna vez consiguen verla, para no salir decepcionados.

Ha sido un placer Sospechosos...Vean "Pushing Daisies", que hoy la vi de nuevo y me volvió a encantar! Saludos

2 comments:

Popurrí said...

Chapita no sé si ya la hiciste, creo que no, y tampoco sé si la vista, pero te imploro que pongas una crítica sobre Footloose, una de las mejores películas "viejas" que vi en mi corta vida como cineespectador, realmente alucinante.

Otra cosita, no sé si conocés la teoría sobre Kevin Bacon, pero acá te dejo un link interesante http://www.pandeblog.net/curiosidades/2007/10/los-seis-grados-de-kevin-bacon/ que explica la teoría

Abrazo

ElChapa said...

Grillito: "Footloose", no la he visto. Trataremos de alquilarla pronto para dedicartela ;)...igual acordate que eso va surgiendo, pero debido a tu emotiva recomendación podemos tratar de hacer una excepción...

Los seis grados? Lo vi...hice dos y me cagué de embole...se puede hacer con cualquier actor honestamente, pero es divertido al principio!

Un gran abrazo!