Tuesday 26 August 2008

¿Crowdpleasers?

Ahora que ya tenemos claro lo que significa un “crowdpleaser”, voy a contarles una pequeña historia. Cuando estudiaba en Londres el año pasado, una mañana cualquiera, vi en el diario Metro (diario gratuito que dan en los subtes) un afiche relativamente chico que decía “INLAND EMPIRE”. Era el poster del film, de David Lynch, y el afiche daba la oportunidad de recortarlo y así obtener una entrada gratuita para una función de la película un sábado a la mañana.

David Lynch? Gratis? En Londres? Yo estaba soñando, pero con toda la emoción me dirigí a la sala de algún cine en Picadilly Circus, esperando llegar temprano (no sé, quizá porque pensé que iba a haber mucha gente). Sí, quizá el horario no era el más adecuado, y quizá Lynch no es tan conocido después de todo, pero a la función asistieron no más de 30 personas; algunas de las cuales se retiraron a los treinta o sesenta minutos (o más) de comenzada la película, de tres horas y poco más de duración.

Hay películas que no buscan ‘comprar’ al público. Bueno, eso no es muy nuevo; pero hay películas que ni siquiera ‘buscan’ al público. La historia que les conté, y que haya habido solo 30 personas más como yo en toda la ciudad de Londres, habla claramente de un tipo de cine que, más que cualquier otra cosa, el espectador persigue sin necesidad de que alguien se lo ande imponiendo o publicitando o pidiendo.

La única manera de llegar al cine de este tipo es mediante la recomendación, quizá mediante el poderoso boca en boca. No quiero denominar (ya sería trillado) “anti-crowdpleasers” a los films de esta semana, pero les prometo que son películas que no tienen ninguno de los elementos que estuvimos caracterizando la semana pasada.

La película de hoy se estrenó en el país como “Imperio”. No le fue muy bien, y no creo que sea un tema menor considerando todo lo que vimos los últimos días. Ya el Bigote hablaba del problema que traería el film (aquí, abajo del todo), en su época de estreno, y ya intentaba con palabras, convencer a los espectadores de correr a verlo. Es que sino no hay caso. Dudo que a un tipo como David Lynch le interese que la gente vea o no sus films, creo que lo que más quiere es hacerlos y hacerlos a su manera; pero ese es otro tema y por suerte Lynch es un director bastante popular para el cine poco popular que hace. Ni hablar del facilismo de que las películas de esta semana son ‘difíciles para el espectador’; lo fueron para mí que todavía tengo mil cosas que aprender.

La crítica de “INLAND EMPIRE” (escrita el 18 de marzo de 2007, al llegar a casa luego de verla), a continuación.

“INLAND EMPIRE”


Acabo de hacer un viaje de una hora para ver esto…Wow! Y quiero decir wow…Que pieza tan fenomenal de cine es ésta y me pregunto: puede uno quedar tan maravillado por una película sin saber de qué se trata? “Siéntense, relájense; están en un film de David Lynch”, dijo Laura Dern en una entrevista. Su coprotagonista Justin Theroux también explicó que se había vuelto un juego para ellos descifrar de qué se trataba la película mientras filmaban: “Creo que ni siquiera Davi puede contarte”, agregó.

El cine, hacer cine, por sobre todas las cosas, es un arte; y David Lynch es uno de los artistas más grandes del cine. Irónico es, sin embargo, que si ven su última película y no saben quién es, probablemente piensen que es el trabajo de un amateur. “INLAND EMPIRE” es el trabajo de un profesional y, como el mismo Lynch lo pone, “la historia de una mujer en peligro”. Eso es todo lo que necesitan saber de la trama; luego deben mirar atentamente.

Conocí a un hombre llamado Scott en la función y me dijo que el espectador sólo puede apreciar las películas de David Lynch si las ve en una sala de cine. Verdadero, porque estás experimentando la mente del director durante tres horas de pura magia cinematográfica. Y es una mente que incluye un gran número de personajes en las más alocadas e impredecibles historias, con el manejo más rico de la cámara digital que se puede encontrar.

Algunas audiencias que vieron la película se quejaron diciendo que la imagen de la cámara digital no se veía bien en la pantalla grande. Falso, se ve preciosa. Con la cámara barata en su mano, Lynch toma todos los riesgos generando mucho movimiento y enfocando directamente las caras de los actores. Va de la luz a la oscuridad, aparece, desaparece y reaparece, maneja la música y el diseño de sonido tan bien que se convierte en otro personaje principal (eso hay que verlo para creerlo), convirtiendo una que otra escena en algún tipo de video musical; Lynch recorre todos los climas y estados de ánimo del cine que son, en parte, los estados de ánimo de la vida.

Su guión, escrito cada vez que una nueva idea le llegaba a la cabeza en un período de dos años y medio, es más que nunca un trabajo de paciencia. Durante todo el film, luego de que un personaje habla, el otro lo mira intensamente y espera al menos cinco o diez segundos para responder; hay muchas miradas profundas, hay mucho silencio contemplativo que se vuelve como de ensueño y consecuentemente asusta. El guión tiene miedo del que puede hacerte saltar del asiento, y también un leve y sutil humor que funciona como una brisa de aire fresco cuando parece que nadie puede respirar. La libertad total de Lynch se evidencia más con su propia edición; la cual nos damos cuenta que controló por completo, insertando así su visión al espectador de manera aún más fuerte.

Sin embargo, hay otra fuerza imparable dentro de “INLAND EMPIRE”; y esa es la fantástica actuación de Laura Dern. Decir fantástica es encontrar una palabra apropiada que resuma su tour-de-force. Está en pantalla en cada escena, la cámara está en su cara todo el tiempo y ella no la mira; ni una vez en tres horas. Por supuesto que no debería hacerlo, pero su trabajo es tan dedicado y se encuentra tan inmersa en él que hay veces en las que ni mueve los ojos; parece estar en algún otro lado que no es el set de Lynch, en un sitio lejano. Dern lleva su personaje a todos los extremos posibles y lo hace casi completamente sola, con pocas respuestas del resto de los individuos. Quizá otra palabra para describir su labor es ‘inolvidable’.

Palabra que también le queda perfecta a “INLAND EMPIRE”, en el buen o mal sentido para cualquiera: una experiencia inolvidable y, como Scott me dijo; una película que se repetirá en su cabeza luego de cinco días…O incluso más (a mí todavía me vienen imágenes de vez en cuando). Una cosa más: ni siquiera se molesten en tratar de descubrir el ‘misterio’ o el significado de la trama y van a andar bien.

---9/10

PD: Disculpen la imagen postrada en el centro...no me andaba la otra opción

8 comments:

Anonymous said...

Hoy sin falta la alquilo y despues te cuento

mandrake el vago said...

Muy buen comentario. Y muy bueno lo de referir a la nota de Bigote una de esas que generó muchos comentarios. Es cierto que Linch no es un "complacedor de mlutitudes" pero me parece que, en el fondo, es un "complacedor de élites" Y estas también juntan gente a su modo. Me parece que un director tiene derecho a hacer lo que quiera pero tiene que pensar en el público. No digo que tiene que pensar en TODO el púlbico o en un hipotético público promedio, digoq ue tendría que pensar en el Público. A que público se quiere dirigir. Por eso o es un cine para élites o no le importa en lo más mínimo a quien se dirige. Muchas veces se critica a los intelectuales en general o a los críticos en general de no preocuparse quien se dirigen, de sacar revistas por el solo gusto de sacarlas o libros, etc. Sin embargo, ciertos directores han sacado tarjeta de impunidad y es el caso de Linch. No solo no se entiende y no le importa que se entienda, a veces creo que Quiere que NO se entienda. Eso termina fomentando cierto esoterismo, una suerte de regreso de la religión secular donde la arbitariedad permite cualquier coasa y las interpretaciones (como las de la Biblia están a la orden del día) No esoty en contra de las intrpretacions (si fuera así, no te leería) Pero películas como las de Lynch habilitan la "Jerarquía" de la sintpretaciones: "No, vos no entendiste, YO te voy a explicar...." En suma, por si no se nota, no me gusta Lynch
PD: Ah, eso sí, Laura Dern la rompe y Lynch encontró una actriz que encaja perfectamente en lo que el quiere hacer, aunque uno no teng ala menor idea de que es eso

Popurrí said...

Creo que lo podemos comparar con algo que dijiste el otro día Chapa (y que yo digo a menudo, también). Vos no escribís para que alguien te lea, más allá de que se siente bien cuando te leen, cuando demuestran cierto interés en lo que hacés, vos sólo escribís, porque te gusta, y si nadie te leyera seguirías escribiendo hasta que se te acabe la tinta (difícil en la era informática). ¿No es así como actúa Linch?

Popurrí said...

Ah y otra cosa... jb, si vos decís que un director siempre tiene que pensar en el público, ya sea un público general o una elite, entonces, por inercia, todas las películas son de algún modo crowdpleasers, ¿o no? ¿acaso es imposible que hayan algunos directores que hagan la película para sí mismos, porque necesitan o solo quieren hacerla? (aunque si vamos al caso ellos también se convertirían en público y no saldríamos más de esto del director y el espectador, así que ese punto dejémoslo ahí).
Ahora sí, un abrazo
Paz!

ElChapa said...

Agus: Así me gusta,jejej...espero que la disfrutes y que me digas que tal.

Facundo: Muy de acuerdo con lo dicho, quizá no había pensado tanto en ese público más elite, aunque sigo sosteniendo que creo le importa muy poco quien vea los films, cosa que también en parte dijiste, detalladamente y con sabiduría, asumiento también tu disgusto por Lynch.

Y en cuanto a lo que dijo Grillito: También estoy de acuerdo, en parte, por lo que me pongo un poco de tu lado (Grillo) y otro poco del de Facundo, aunque no establezcan dos posturas completamente distintas.

Si bien pocos directores piensan en TODO el público, aquellos que hacen los llamados "crowdpleasers" obviamente buscan complacer a una cantidad mayor que el resto. Son todos los films "crowdpleasers"? No, porque aunque lo parezca el término es bastante específico y yo lo justifiqué personalmente con varias características (de las cuales el film de Lynch, como precisé, no cumple ninguna).

Y aunque Facundo lo explicó muy bien y quizá te lo pueda argumentar mejor, siempre se piensa en 'alguien' (aunque sea una persona-lo que también se complica si decimos que la persona es el realizador mismo)...pero también deben estar aquellos que realmente lo hagan para ellos.

Ah, y Facundo: Quién no tiene la menor idea de lo que hace Lynch? Vos? Lynch? Ambos?

Saludos Sospechosos (perdón si me excedí)

mandrake el vago said...

PAZ! No, bueno, no tanta paz, un poco de discusión viene bien. Tal vez debí decir "un" público, anqe pensé que quedaba claro. Por eso puse que no TODO el público ni un público hipotéticamente "promedio" (digo hipoteticamente porque muchas veces se habla de público promedio pero eso siempre es algo que uno construye) Chapa tiene razón en algo que se me pasó: No existen las películas "para todo público" o más exactamente como muchas veces dicen los comentaristas disque críticos: "para todos los gustos" A ver si Désposito o Peña van a disfrutar de la última de Franchela y Brieva o si a Sammaritano le iba a gustar alguna de las "polkomedias" Me parece interesante lo de Popurri: en algún punto no todos pero si la mayoría tiene algo de "complacedores" y también algo de crípticos: Batman es "para todos" pero no: tiene muchas referencias y eso no es todo: El que leyó las historietas sabe más que el que no ¿Las de Harry Potter son para todos? PAra muchos pero los que leyeron los libros los prefieren más y un tipo como Porta Fouz se pregunta si ya la tiene atada y puede hacer todo con su varita ¿Para que verla? ¿Donde está la emoción? Ahora bien: ALGUIEN tiene que verlas. ALguien QUIERE verlas. Lo del director espectador... Bueno, no. EL circuito comercial no es un blog. La película tiene expectativa de venta (sin eso no se hacen muchas cosas en este orden de cosas especialmente mercancías como lo es una película que se estrena en el cine)Y Lynch VENDe. En suma, no se mira el sólo. Entonces volvemos al principio o es para un público de élite o no le importa pese a lo que funciona igual. Admito d elo que dice Popurrí: Tampoco se puede impugnar "porque no se entiende" por varias cosas, entre ellas la necesaria libertad para crear y también porque, como ya dije, nada es "completamente" entendible "para todo el mundo" (mi vieja sigue sin entender los dibujitos japoneses y/o chinos, por ejemplo)El tema es que muchos tipos que hacen cine directamente "experimental" parecen estar pensando más en el público: Un ejemplo de un director que, de prima, "no se entiende" es Guy Maddin: Pero si uno ve sus películas parece estar pensando en un público anqe ese público se parezca a él y sus amigos pero va un poquito más allá, hay una "complicidad" con el espectador. Gianvito presentó ene ste último bafici una peli experimental: Dos horas sin una sola palabra (ni intertextos tipoo cine mudo)pero solo había que verla para notar que si pensabe en un público: y en uno especialmente numeroso. En suma, lo que no me gusta es la actitud de Lynch que termina construyendo un manierismo. Claro que el puede hacer esas películas y mucha gente ir a verlo. Están en su derecho. Y yo estoy en el mío de no ir nada y decir porque no me gusta
PD: Chapa: Je, yo soy el que no tiene la menor idea de lo que hace Lynch, sobre el no podría opinar
Salud y buen cine!

Popurrí said...

Bueno, tal vez un sí a la discusión, pero mejor llamarlo diálogo, tiene un "no sé qué" más pacífico.
Gracias a los dos por las aclaraciones, desde ya que lo que yo digo es desde el punto de vista del que no sabe mucho de cine, pero uno siempre tiene la oportunidad de aprender, ¿o no?
En fin, dudas aclaradas, como dije acá el chapa: Hasta la próxima Sospechosos!

JRB said...

Bueno, qué puedo decirte. Para mí en el cine está David Lynch y luego vienen los demás. Y dentro de su filmografía está "Inland Empire" y luego vienen las demás.
Son las 3 horas más hipnóticas e intensas que he pasado nunca en una sala de cine. Y luego la película te persigue. Y cada vez que la veo parece distinta.
Laura Dern está asombrosa en cada confesión delante del tipo de las gafas.

Desde luego Lynch hace las películas, no ya para minorías, sino para él mismo. Y que siga así por muchos años, con total libertad, sin depender de estudios, rodando a sus anchas con su videocámara. Qué pedazo de obra maestra.