Saturday 23 August 2008

Peticiones

Si bien se mencionó el hecho del suceso comercial de “Un novio para mi mujer” en nuestro país (por ser un film argentino), no sé hizo mucha referencia a ese tema que tanto determina la denominación de un “crowdpleaser” en la tierra de Hollywood: la recaudación. Más allá de la cuota de credibilidad de un film (o de que alguna sorpresa que no busca comprar al público tenga un éxito de taquilla impensado), que la gente acuda masivamente a las salas donde el mismo se exhibe es de suma importancia para el tema que vimos esta semana.

Will Smith, sin duda uno de los actores mejor pagados de Hollywood-y un gran actor también-, es dueño absoluto de eso que se conoce como recaudación hace ya varios años. Simplemente por este hecho, podríamos calificar a (más o menos) las últimas cinco películas que ha protagonizado como totales y completos “crowdpleasers”. No vi ni “Hitch” ni “Hancock”, pero si “Soy Leyenda” y “Yo, Robot”, dos films a los que les queda muy bien la denominación (aunque me digan que “Soy Leyenda” es inteligente y/o demás, no voy a poder discutirlo pues me quede dormido mitad de la película…háblenlo con el Matsan).

En fin, el quinto film vendría a ser “En busca de la felicidad”, que entra en peticiones porque muchas personas me pidieron que la vea una importante cantidad de veces. La vi, y ahora sí debo volver al tema de la credibilidad; ya que en mi humilde opinión la película de hoy no es del todo creíble, plausible, honesta si se quiere. Es ese film por el que en algunos momentos me sentí manipulado, obligado a creer tal o cual cosa. Sin embargo me gustó, y también logra conmover. Si pudiera sacar una conclusión semanal, diría que tengo una debilidad por los “crowdpleasers”.

La crítica de “En busca de la felicidad” (dedicada a Joi, que es quien más me ha hablado de ella y el que más me ha pedido verla-y a quien espero no defraudar-), a continuación.

“En busca de la felicidad”

He mencionado en varias ocasiones que a veces es bueno dejarse llevar con un film, dejarse arrastrar por una historia aún cuando sabemos exactamente qué va a pasar. Bueno, si han visto películas, se darán cuenta de todo el desarrollo de “En busca de la felicidad” apenas comienza el film. Claramente, es un film tan conmovedor que ni siquiera tengo que recomendar que se dejen llevar; eso vendrá automáticamente.

Chris Gardner (Will Smith) es un luchador de la vida que quiere lo mejor para su familia. Su mujer (una sobreactuada Thandie Newton), incapaz de lidiar con la pobreza en la que están inmersos, lo deja. Chris no gana mucho (de hecho debe el alquiler de su vivienda hace tiempo y hay escenas en las que sólo tiene cinco dólares en su billetera y debe bajarse de un taxi y echarse a correr porque no puede pagar), pero quiere quedarse con su hijo Christopher (Jaden Smith), que va a una guardería que tiene la palabra “felicydad” mal escrita en la pared. “Es con una I”, le dice al conserje. Chris se merece una oportunidad como la que obtiene eventualmente.

Una película como ésta necesita establecer familiaridades, porque se trata de la familia, y probablemente Gabriele Muccino, director de la maravillosa “Ricordati di me”, que lidia con la familia, fue una sabia elección para el trabajo. Muccino filma la ciudad, acompañando a Chris en sus desventuras y se toma el tiempo de mostrarnos personajes peculiares que aparecerán de a ratos durante el film; como un vagabundo que cree que el producto que Chris vende es una máquina del tiempo, o una pareja de hippies que le roba este producto. El director también se asegura de que nos creamos la relación de padre-hijo que domina el film, filmando al niño con ternura, mientras vemos una toma de él caminando junto a su padre pero vemos la cara y el cuerpo del chico y sólo la cintura y los pies del padre.

Pero hubiera sido lo mismo si Muccino no le hubiera prestado atención a este ‘tema de la familia’, porque la química entre Will Smith y su hijo es instantánea, natural y la razón principal para ver la película. Smith, un actor carismático, versátil y popular, entrega aquí lo que puedo definir sencillamente como un actuación ‘ganadora’; porque gana como actor al completar un nuevo reto, su personaje gana en la historia, y se gana a la audiencia, que queda maravillada ante las escenas en las que Smith y su hijo (y nadie más), generan magia.

Volviendo a lo que dio comienzo a esta crítica, pregunto: importa que “En busca de la felicidad” esté inspirada en una historia real? Sí, porque cambia instantáneamente la perspectiva del espectador, quien deliberadará cuan ‘reales’ los eventos presentados son. Yo creo que si me voy a dejar llevar, una película tiene que ser justa conmigo; esto significa que debe mantener las cosas entre los límites de la realidad, y si las cosas que pasan son muy irreales, sólo debería haber pocas de ellas.

“En busca de la felicidad” es injusta con el espectador, porque juega con él al repetir situaciones que en algún punto él dejará de creer; o al menos así me sentí yo. Es posible que en un hombre no encuentre una lapicera en su propia casa luego de que su mujer se ha llevado todo y que tenga que ir a un kiosco a la esquina para escribir un número? Sí, es posible, pero no pude encontrarlo creíble luego de todas las situaciones extremas similares que el protagonista había estado experimentando antes de ese preciso momento.

No creo que esta sea una película regular o mala; creo que es una buena película. Punto. Pudo haber sido genial? Realmente no me importa, porque el hecho de que esté basada en una historia de vida real y la interpretación de Smith la hacen más emotiva, y porque Steve Conrad encuentra gran ayuda en las partes narradas de su guión, que hacen que los momentos repetitivos de la película parezcan menos…Repetitivos.

Tampoco dudo que el verdadero Chris Gardner haya pasado por todo lo que vemos en el film; quizá fue demasiado para incluir en una película de dos horas.

---7/10

PD: Si sirve como consuelo, la última escena casi me saca una lágrima…Casi.

6 comments:

bech said...

A esta la ví. Me gustó y coincido en la calificación.
Saludos

Popurrí said...

Sip, también la vi y me gustó bastante. No me sacó una lágrima, pero eso sólo lo hacen ciertas películas (sorprendentemente, las de Disney, no por lo buenas sino por la nostalgia). Una buena recomendación de Urdinez
Abrazo!

Anonymous said...

Cuando la termine de ver me pregunte, sera para tanto? puede ser, por lo menos dice estar basada en una historia verdadera. Pero creo que es una peli correcta, y eso se debe en gran parte, entre otras cosas, a la actuación de Will Smith.
coincido tambien con la calificacion.

ElChapa said...

Apalabrada: Me alegra que coincidas, igual estaría bueno saber si coincidís en todo, o en que coincidís ;)

Grillito: A mi las pelis de Disney también me sacan lágrimas, y no sé si necesariamente por la nostalgia...hay magia ahí, magia verdadera y honesta

Castelli: Será para tanto? Lo de economía sí, (jejee), pero esta peli no, y sí; Smith la eleva mucho

Saludos Sospechosos..
Se viene algo mañana

Popurrí said...

¿Leíste alguna vez el Código Da Vinci? Hay ciertas referencias al sr. Walt Disney y sus películas que te sorprenderían

ElChapa said...

Grillito: Leí el código...me divertí...raro que no me acuerde de ciertas referencias...igual es probable q todo sea cierto...Disney era un tipo muy inteligente, adelantado...Sus películas son verdaderos dramas que no todo chico quizá entienda completamente al verlo a su pequeña edad...

me fui a estudiar...posteo más tarde